Cultura
Antonina Canal le rinde homenaje al espíritu femenino con ‘Magia Oriental’
Este domingo se presentará en el teatro Cafam a las 7:00 de la noche. El espectáculo contará con 300 bailarinas en escena y promete ser una experiencia única.
La danza árabe ha sobrevivido al paso de los años. Esta expresión cultural milenaria tiene sus orígenes en el antiguo Egipto y era, según los datos históricos, infaltables en cada templo. Esta se ha mantenido a lo largo de los años y ha acompañado a la humanidad en su evolución y hace tres décadas Antonina Canal incursionó con esta danza en el país.
“Estoy feliz por celebrar 30 años de la danza árabe”, le expresó la bailarina a Fucsia. Y es que se ha entregado en cuerpo, alma y espíritu. Esto ha tenido sus resultados pues junto a su compañía se ha alzado en cinco oportunidades en el Mundial de Danza en Egipto.
Estos años para ella han sido mágicos y como tres décadas no se celebran todos los días, ha montado el espectáculo ‘Magia Oriental’ que cuenta con la participación de 300 bailarinas en escena.
“Mujeres que van desde los 7 hasta los 78 años, sin importar edad, estrato social, raza o camino de vida. Es una celebración de la mujer, de la diosa, a través de la danza oriental”, expresa emocionada la reconocida como pionera de la danza árabe en Colombia.
Un evento con conexión espiritual
Hay quienes creen que la danza es solamente mover el cuerpo al ritmo de la música, pero la realidad es completamente diferente. En la danza árabe todo tiene un significado con una profunda conexión espiritual. De ahí que ‘Magia Oriental’ arranque con un mantra, este es un canto hindú en sanscrito que para Antonina tiene una vibración muy alta. “Es una invitación a pasar de pensar tanto a sentir; a cultivar el ser y a irnos en un viaje mágico por el lejano oriente”, refiere la artista.
La danza que podrán disfrutar los asistentes al Teatro Cafam este 18 de junio a las 7 de la noche es, como ella misma dice, una celebración al espíritu femenino, sin importar la edad, el estrato social, la raza o el camino de vida. “Es una celebración de la mujer y de la diosa a través de la danza”, reitera. Las boletas se pueden adquirir a través de Internet.
Mucha de la información que recibirán a través del espectáculo proviene de India y Egipto, reconocidas por la humanidad como culturas ancestrales. Por ejemplo, una de las expresiones que podrán ver los asistentes es la llamada danza de los 7 velos, definida por estas culturas como una expresión en la que cada velo que se quita representa la caída de una máscara del ego. “Estos se caen hasta desnudar el alma”, explica.
Esto último es algo que muy pocos conoces sobre esta milenaria muestra artística. “Algunos creen que es un baile sensual, pero también es una danza muy espiritual que tiene muchos beneficios (...) al igual que en India, la danza de las devadasis que se hace con las manos, es una ofrenda a espíritu divino, a la sabiduría, la conciencia y la evolución”, dice.
Más allá del baile
El baile tiene muchas propiedades terapéuticas y Antonina ha sido testigo de ello de primera mano. Jamás imaginó que iban a ser 30 años cautivando con su don a los colombianos y dejando en alto la bandera del país en los escenarios internacionales.
“Algo que empezó como un espacio sagrado para mí, que me encantaba, que me encantó bailar se convirtió en hoy en día en más de un diplomado que cuenta con más de 2 mil alumnas en Colombia y el mundo. Realmente es muy poderoso ver a las mujeres florecer a través de la danza”.
En ella hubo muchos cambios desde que la danza llegó a su vida, por ejemplo, su manera de vestir cambió. Ella misma dice que pasó de lucir casi siempre ropa negra con gafas a fluir un poco más con los colores. Su forma de ser también se transformó. Dejó de ser una mujer controladora, psicorígida y con mal genio para ser mucho más condescendiente con ella y los demás, ahora es una mujer tranquila y fluida.
“La danza hizo que se abriera mi corazón a un universo de color, de luz, sonido, textura”, asegura. Por si fuera poco, también la ayudó a formarse como terapeuta. A este arte le atribuye el hecho de ayudar a mujeres para que experimenten un despertar de su conciencia.
“He visto a mujeres que se han curado de quistes, anorexia, depresión, adicciones y otras a las que la vida le ha cambiado gracias al sistema Prem Shakti”, concluye. Lo cierto es que Antonina Canal se ha convertido en una guía para mujeres que buscan darle un giro a su forma de pensar, sentir y actuar y ella, desde sus medios, las ha enseñado a danzar entre adversidades, dar pasos de fe hacia el empoderamiento y llevarle el ritmo a la vida desde una óptica llena de colores.