Si el sinónimo de felicidad para ti son mañanas silenciosas en la cama y una de las luchas de tu vida es mantener tus plantas con vida, te conviene seguir leyendo.
1- Evitas en lo posible planes en los que haya niños involucrados.
2- Piensas que tus amigos que se han convertido en papás han perdido gran parte de su atractivo.
3- La última película infantil que viste fue Toy Story… 1
4- Cuando cargas a un niño en tus brazos te sientes más incómoda/o que cuando tienes que llegar sol@ a una fiesta donde no conoces a nadie.
¿Sabías que hay mamás que odian ser mamás? Antes de aventurarte y sobretodo si no estás segura, lee estos fuertes testimonios
5- ¿Plantas? No gracias, requieren demasiado trabajo.
6- Cuando una amiga te cuenta que está embarazada no sabes si felicitarla o decirle “¿en serio? uyyy…”
7- Cualquier persona se convierte automáticamente en un idiota cuando te dice la edad de su hijo en número de meses: “¿38 meses? Qué diablos…”
8- Has empezado a bloquear discretamente de tus redes a las personas que comparten demasiadas fotos de sus hijos. “¡Por dios! Yo también puedo caerme así y no es tan tierno!”
9- Te dan ganas de matar a la gente que te dice “tú no entiendes porque aún no eres padre” con cara de condescendencia.
10- A veces te sorprendes de poder cuidar de ti mism@. “¡Wow! Realmente no entiendo cómo lo logro…”
Si estás pensando que los hijos mejor de lejos, aquí te dejamos los castigos de mamás a sus hijo que se volvieron virales.
11- Ver la panza de una mujer embarazada te causa más angustia que ternura. Tocarla sobre la ropa, te perturba un poco, sin ropa no es una opción.
12- Te empeñas en decirte que estás en un momento de tu vida profesional en el que no hay cabida para un niño así veas a todo el mundo a tu alrededor haciendo ambas cosas.
13- Cuando estás frente a un niño, seriamente no encuentras dos palabras para decirle y te sientes como un idiota repitiendo “hooola”.
14- Te cuesta trabajo seguir el hilo de tu pensamiento o de una conversación cuando de fondo hay sonidos de llanto o ruidos de niños.
15- Siendo positivos: amas a los hijos de tus amigos o hermanos y disfrutas jugar con ellos, pero amas aún más volver a entregarlos de vuelta a sus padres. Jamás pasa por tu cabeza un “ojalá fuera mío”.
16- Todavía llamas a tu mamá a preguntarle cómo funciona la lavadora y de paso le preguntas si puede lavarte tu camisa favorita.
17- Cuando escoges salir con alguien, su potencial de padre no es uno de los elementos que tienes en consideración.
19- Sientes que no hay una sola razón en el mundo por la cual comprometerías tus horas de sueño.
20- Cuando oyes a alguien hablando sobre lo que cuesta tener un hijo, aprietas con fuerza tu billetera y te aferras con amor a la idea de los 4 centavos que constituyen los ahorros de tu vida.
21- Definitiva y finalmente, la verdad es que tu niño interno no está listo para asumir la competencia.