San Valentín
¿Qué es lo peor que nos ha hecho un hombre? Nuestras lectoras contestan
Fucsia.co recopiló una serie de testimonios de lectoras en los que nos cuentan la peor experiencia que han sufrido por cuenta de un espécimen del sexo opuesto ¿Listas?
Todas sabemos que los hombres en general no son ninguna perita en dulce, pero hay unos que simplemente se pasan y todas hemos sido víctima de alguno ¿o no?
Fucsia.co recopiló una serie de testimonios de lectoras en los que nos cuentan la peor experiencia que han sufrido por cuenta de un espécimen del sexo opuesto.
¿Listas?
Mi novio me decía que iba al taller, pero en realidad jugaba al mecánico con quien MENOS esperé
“Tenía un novio con el que llevaba un par de años y en un momento dado empezó a comportarse muy raro. Nunca ví que su carro tuviera algún problema ni que fallara particularmente, sin embargo empezó a llevarlo mucho a taller. Me decía que tenía que ir al taller y cuando le preguntaba por qué se demoraba tanto, siempre me hacía sentir que era una ignorante: “tú no sabes nada de mecánica, eso es lo que se demora cada ida al taller, cosas de hombres”.
Pues literalmente cosas de hombres, ya que me vine a enterar que sus reiteradas idas a la taller no eran más que sus encuentros amorosos con nada más y nada menos que su vecino, un muchachito que apenas lograba que le creciera un bigote Cantinflas. ¡Plop!
¿Sabías que muchos dicen que el peor error que puede cometer una pareja enamorada es casarse? Aquí te contamos exactamente por qué lo dicen.
Se le quedó prendido el celular y me dejó una sinfonía para nunca olvidar
“Mi novio viajaba mucho y vivía muy ocupado. Sin embargo, yo no me preocupaba más de la cuenta pues siempre se reportaba y me avisaba de cada uno de sus pasos… o eso creía yo.
Una vez que fue de viaje a Barranquilla me dijo que salía tarde de una reunión y que me llamaba apenas saliera. Esa noche me acosté temprano y cuando me levanté tenía un mensaje suyo que decía: “mi amor, por fin salí, me imagino que ya estás dormida. Yo ya estoy en el cuarto del hotel listo para meterme a la cama pensandote y extrañandote como loco. Te llamo mañana temprano, te quiero mucho bla bla bla”.
Tan mala suerte o tan poca precaución tuvo el idiota que no colgó y a continuación pude oir un sonoro “¡Ahora sí mamaciiiita, venga pa´aca!” seguido de lo que se imaginarán fueron los minutos más amargos de mi existencia oyéndolo en su faena sexual con una mujer que sonaba poco menos que recomendable.
Qué retrasado ¿no?
Menos mal estos testimonios son anónimos, pues una de las peores cosas que podemos hacer en una relación es hablar de ciertas cosas. Conoce todo lo que no debes compartir aquí
Me voy a parquear la moto… nos vemos en dos días
“Nunca quise verlo como era en realidad. Sabía que era más perro que Lassie y aunque nunca lo acepté en voz alta, en el fondo de mi corazón sabía que tenía un problema de drogas (a pesar de que nunca lo hizo enfrente mío).
Me pasaba por encima a diario, pero tal vez una de las peores cosas que hizo fue la que me atrevo a contar hoy.
Una noche común y corriente de miércoles estábamos ya metidos entre la cama, viendo Game of Thrones, nuestra serie favorita, cuando se sobresaltó mucho y me dijo que había dejado mal parqueada la moto, que iba a ir a acomodarla y ya venía pues le daba miedo que se la robaran. “Perfecto”, dije yo. “¿Pongo pausa?” Me dijo que no, pues debía confesarme que el ya se había visto el capítulo. Así que seguí viendo tranquila y esperándolo entre las cobijas.
A la media hora de que no regresara me preocupé y lo llamé. No contestó. Se me olvidó la serie y empecé a llamarlo sin respuesta. Obviamente me imaginaba lo peor pero no sabía si estaba siendo paranoica. Llamar a la policía empezó a ser una gran opción y justo cuando me disponía a hacerlo me contestó el celular… solo que no era él.
Oía mucho ruido y música y cuando pregunté por él me dijeron que no podía pasar pero que tranquila, que estaba bien y me colgaron. Obvio, casi me muero del susto. Seguí llamando y llamando y me seguía contestando otra persona, pero yo podía oir su voz detrás.
Por fin me lo pasaron y pude oir que ya estaba bastante borracho “tranquila linda, es que me encontré con unos amigos en la esquina y nos vinimos a un bar, ahora en un rato llego a la casa”.
No les puedo alcanzar a contar lo que me desgasté preguntándole que dónde estaba y con quién “¿a qué horas paso esto si sólo fuiste a parquear la moto?”. No obtuve respuesta, ni ese día ni a los dos días que fue cuando decidió por fin volver a la casa y en los que yo, como una imbécil, solo atiné a seguir llamándolo.”
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Literalmente, se c*#ó en mi cama
“Salí con un tipo que parecía el príncipe azul. Bien plantado, con buen trabajo, caballeroso… mejor dicho, material de altar. Poco me bastó para darme cuenta que tenía un lado desconocido y bastante macabro. Se tomaba un par de tragos y se volvía EscatologicMan.
Dormir con él después de una fiesta empezó a ser un martirio pues se paraba completamente zombie y desubicado a hacer pipí donde primero encontrara. Contra la pared, frente al sofá, pegado a la ventana… no había forma de hacerlo despertar pues a duras penas balbuceaba y se volvía a acostar como si nada. Obviamente, al otro día siempre pedía perdón y decía que no se acordaba de nada, que no le iba a volver a pasar.
Todo culminó después de una noche de tragos con amigos en la que me desperté primero para ir a comprar las cosas del desayuno. Cuando volví a mi casa, no lo encontré por ninguna parte. Lo que sí encontré fue una desagradable sorpresa en mi cama que ni se molestó en ocultar. El hombre... cómo decirlo… liberó sus esfínteres en todo su esplendor en mi templo de reposo y huyó como el grandísimo cobarde que era en realidad.
No tengo palabras para describir el asco que sentí ni la humillación tan profunda de tener que limpiar todo callándome y mordiéndome la lengua de la vergüenza. No podía creer que simplemente se fuera, que le importara tan poco y que no fuera capaz de darme la cara. Asco absoluto.
Sobra decir que nunca volvió a aparecer y que yo me volví una obsesiva de la limpieza."
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