4 Habitos para dietas eficaces

Comer menos y ejercitarte más es la clave principal para perder peso. Así que si lo sabemos desde siempre, ¿por qué no logramos la meta? Es importante comprometerse, de hecho es esencial, pero es solo el comienzo. Una de las claves principales es lograr el balance correcto entre lo que quieres (peso) y lo que en realidad estás haciendo por lograrlo. Si el deseo está ahí lo único que necesitas es el plan correcto.

Sé específica con lo que quieres lograr

Siempre que nos proponemos metas, por lo general sino hay una decisión firme, lo hacemos mentalmente y al final del día lo olvidamos. La motivación es clave y esta sucede cuando nuestro cerebro detecta la diferencia entre donde estás y dónde quieres estar. Cuando eres específica acerca de tu propósito – quiero perder 4 kilos- la diferencia es clara y tu cerebro comienza a buscar soluciones (atención, memoria, esfuerzo, voluntad) para llegar ahí. Ser específico te da la claridad sobre tu meta y esto significa mayor motivación. Cuando te propongas y tengas claro cuánto deseas adelgazar has un proceso mental como: “quiero perder 7 kilos. Mi peso actual es de 88, debo llegar a 81 kilos para lograrlo.”

Crea un plan sobre “lo que está bien comer”

Hay que aceptar la realidad, y es que muchas veces tu dieta puede correr riesgos inesperados como el menú de postres es un restaurante o el almuerzo al que te invitaron en el trabajo. Así es como terminamos comiendo cosas que no debíamos y saboteando nuestros propios propósitos. La mejor manera en que te puedes garantizar tomar las mejores decisiones, es crear un plan “si... entonces”: “Si nos ofrecen el menú de postres, entonces ordeno café”, “si tengo que asistir a un almuerzo de trabajo, entonces pido ensalada.” Los estudios han demostrado que mentalizarte a este tipo de planes, nos da de 2 a 3% más de posibilidades de lograr nuestro propósito de bajar peso.

Ve checkando lo que has logrado

Para mantenerte clara sobre la línea donde empezaste y a dónde quieres llegar, monitorea tu proceso. Marca los días en el calendario, anota cuando fallas tu ida al gym y cómo lo repondrás. Algo clave para tener en cuenta: cuando hagas esto, siempre piensa en lo que te falta por recorrer y no en lo lejos que has llegado. A diferencia de lo que creerías, es más fácil que sientas una sensación de alivio por los 5 kilos que perdiste y dejes de lado los otros 2 que te faltan para cumplir tu meta, solo porque te sientes y ves mejor. Mantén tus ojos en el premio final.

Mantente realista y optimista

Por mucho que queramos pensarlo así, perder peso no es fácil. Es importante aprender a aceptar este hecho. Creer que lo lograrás es importante, pero creer que lo lograrás fácilmente puede llamarse ‘optimismo irreal’ y es un paso al fracaso. Una dieta exitosa se basa en el esfuerzo, planear como lidiar con los tropiezos y la pereza, y ser persistente por más duro que parezca.