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Constancia con las dietas para mantener el peso ideal
¿Quedaste feliz con los resultados inmediatos de aquella dieta milagrosa que te quitó unos kilitos y ahora no sabes cómo controlar tus ansias de comer...para mantener el peso ideal?
No puedes quedarte comiendo 10 calorías al día toda la vida, eso sólo deteriorará tu salud y te envejecerá más pronto; a cambio te recomendamos tener una adecuada recuperación nutricional que impida el recobro del peso perdido.
Lograr verte como diosa en traje de baño para un paseo sorpresa la próxima semana, quedar perfectas en aquel vestido que está de moda y quieres comprar, o simplemente entrar con facilidad en esos jeans que tanto te gustan. Nos ha pasado a todas, bien sea por el estrés en el trabajo o por descuido en los hábitos alimentarios, un día nos damos cuenta de que nos vendría bien bajar un par de kilos rápidamente para tener el look ideal en tiempo record. Nadie te va a culpar por eso, pero las dietas milagrosas que prometen hacerte perder varios kilos en cuestión de días no son las más recomendables para mantener un buen estado de salud y además hacen que sea más difícil conservar el equilibrio en el peso.
El efecto yo-yo
El efecto yo-yo o efecto rebote es “un ciclo marcado por la pérdida y recuperación sucesiva del peso corporal como consecuencia de una dieta hipocalórica excesiva”, este término fue acuñado por la psicóloga experta en obesidad de la Universidad de Yale, Kelly D.Brownell, haciendo referencia al movimiento cíclico de ascenso y descenso de un yo-yo. La experta afirma que la persona que hace la dieta restrictiva tiene éxito al principio porque logra bajar de peso, pero la descompensación alimentaria hace que gane peso nuevamente y el éxito a largo plazo sea nulo. La persona intenta bajar de nuevo el peso recuperado mediante otra dieta y así se inserta en un ciclo.
El organismo tiene muchos mecanismos de autoprotección y asume las dietas restrictivas como una agresión contra sí, de tal manera que cuando la persona termina de hacer la dieta y vuelve a sus hábitos alimenticios, el cuerpo comienza un proceso de recuperación nutricional que consiste en retomar los elementos perdidos, sobre todo las reservas grasas. Así, lo único que consigues obtener aún más peso del que tenías cuando empezaste la dieta e incluso es posible que tu autoestima se vea afectada por el fracaso en la meta inicial.
Cómo mantener el peso ideal
El estudio de “Los efectos de ciclos repetidos de pérdida y recuperación de peso en ratas”, realizado en la Universidad de Pennsylvania, demuestra que el uso recurrente de dietas puede hacer la pérdida de peso más difícil. Los datos obtenidos por el estudio sugieren que acostumbrar el cuerpo al uso de dietas puede traducirse en la suspensión del cuerpo en el peso en el que se encuentra, ignorando la disminución calórica de las dietas para su adecuado funcionamiento.
Ser esclava de las dietas de por vida no suena como un buen plan, sobre todo cuando hay una salida más sencilla una vez se ha demostrado que se tiene la fortaleza mental para hacer una dieta. La modificación de los hábitos alimentarios es una medida que, además de ser saludable, garantiza la pérdida progresiva de peso.
La asesoría de un nutricionista siempre es la mejor opción para decidir qué tipo de hábito se debe asumir para rebajar esos kilitos de más según las capacidades, hábitos y necesidades personales. Si bien al principio ese cambio en los hábitos alimentarios puede parecer una dieta, porque el experto puede sugerir la supresión de alimentos o cantidades a los que se está acostumbrado, poco a poco es posible notar una evolución y un andar más liviano, tu cuerpo se acostumbrará a un buen estilo de vida y no tendrá que recurrir a medidas extremas para reponerse al maltrato que causa una dieta restrictiva.