5 frases que te ayudarán a superar a tu ex
Fucsia.co, 24/6/2014
Decir adiós a una relación nos deja vacíos, soledades e ideas erróneas sobre el pasado. Hay verdades que debes repetirte a diario para dejar de latigarte por lo que fue. Una experta nos dice cómo.
Cuando terminamos una relación, mil pensamientos llenan nuestra cabeza retomando cada uno de los momentos que vivimos con esa persona: los detalles de la despedida y un sinnúmero de intentos por descubrir, ¿por qué se fue?, ¿por qué dejó de amarme?
María Cecilia Betancur, psicoterapeuta, especialista en temas de familia y pareja, nos habla en su libro ‘El corazón herido, remedios para el dolor y ejercicios para el olvido’, de las ideas equivocadas que nos hacemos creer, cuando la otra persona ya no está. Estás son solo 5
1. Ninguna persona puede desear, soñar o esperar por otra: cuando nos decimos: “al partir se llevó todo: mis sueños, mis deseos, mis esperanzas” estamos dándole al ex funciones que no podía tener. Nadie sueña, desea, anhela o trabaja por ti. Aunque no compartan ya caminos iguales, los sueños siguen contigo.
2. Nadie puede ser tu soplo de vida: si centraste en tu expareja tus intereses y motivaciones, reconoce que cometiste un error: no puedes decir que ahora no tienes motivos para vivir, porque la relación te quitó todo. No puedes nunca hacer de una relación el centro de tu existencia. A pesar de que estés en una relación nunca debes descuidar el desarrollo personal, las relaciones familiares, tu mundo espiritual, laboral y social.
3. Quedarte sin pareja, no significa quedarte sin programa: es cierto que perder una relación significa tener un vacío abrumador, pero no te dejes engañar cuando el corazón te dice que ahora no tienes nada que hacer o que él era la razón de tu vida. Inventa otro programa, redescúbrete.
4. No existe la relación perfecta y eterna: a pesar de que se amen y se prometan amor eterno, nadie nunca puede garantizar que todos los días de la vida quiera lo mismo. Somos seres mutables, con voluntades, que podemos resolver algún día marcharnos por cualquier razón.
5. No te castigues por haber ‘entregado lo mejor de ti’: nadie te obligó. Lo disfrutaste y amaste entregarte así. Tú también estabas disfrutando de esa persona, obteniendo lo mejor. Ambos dieron y ambos recibieron. Y si, por el contrario diste mucho y no te dieron nada, ¡bien ido!
María Cecilia Betancur, psicoterapeuta, especialista en temas de familia y pareja, nos habla en su libro ‘El corazón herido, remedios para el dolor y ejercicios para el olvido’, de las ideas equivocadas que nos hacemos creer, cuando la otra persona ya no está. Estás son solo 5
1. Ninguna persona puede desear, soñar o esperar por otra: cuando nos decimos: “al partir se llevó todo: mis sueños, mis deseos, mis esperanzas” estamos dándole al ex funciones que no podía tener. Nadie sueña, desea, anhela o trabaja por ti. Aunque no compartan ya caminos iguales, los sueños siguen contigo.
2. Nadie puede ser tu soplo de vida: si centraste en tu expareja tus intereses y motivaciones, reconoce que cometiste un error: no puedes decir que ahora no tienes motivos para vivir, porque la relación te quitó todo. No puedes nunca hacer de una relación el centro de tu existencia. A pesar de que estés en una relación nunca debes descuidar el desarrollo personal, las relaciones familiares, tu mundo espiritual, laboral y social.
3. Quedarte sin pareja, no significa quedarte sin programa: es cierto que perder una relación significa tener un vacío abrumador, pero no te dejes engañar cuando el corazón te dice que ahora no tienes nada que hacer o que él era la razón de tu vida. Inventa otro programa, redescúbrete.
4. No existe la relación perfecta y eterna: a pesar de que se amen y se prometan amor eterno, nadie nunca puede garantizar que todos los días de la vida quiera lo mismo. Somos seres mutables, con voluntades, que podemos resolver algún día marcharnos por cualquier razón.
5. No te castigues por haber ‘entregado lo mejor de ti’: nadie te obligó. Lo disfrutaste y amaste entregarte así. Tú también estabas disfrutando de esa persona, obteniendo lo mejor. Ambos dieron y ambos recibieron. Y si, por el contrario diste mucho y no te dieron nada, ¡bien ido!