Aromaterapia
“Mi casa huele a....” La importancia de los olores en el hogar
Un olor vale más que mil palabras. Cada espacio de la casa es apto para tener un aroma característico, produciendo diferentes efectos tanto en la mente como en el cuerpo. Deja que tu hogar le dé la bienvenida a sus invitados con refrescantes olores que además de ser placenteros, le darán personalidad al lugar.
Si se trata de ir más allá y de fusionar el diseño interior con la aromaterapia, los olores y los colores se relacionan de manera especial para tener un potente efecto en los espacios y las personas. Poner una vela o esparcir ambientador no es suficiente si quieres hacer de tu casa un sitio cálido, tranquilo y especial.
¿Cuáles son los beneficios de una fragancia duradera? ¿Para qué sirve la aromaterapia en una casa? ¿Es realmente necesaria? Una dualidad entre exquisitez olfativa y buen gusto decorativo.
El poder de oler bien
• La inhalación de aromas tiene efectos terapéuticos. Estimulan el organismo de manera positiva o negativa de acuerdo a su regularidad, situación y espacio, una de las razones por las que muchas personas lo utilizan en tratamientos curativos para dolencias físicas, tanto externa como internamente.
• La nariz y su capacidad olfativa es la zona del cuerpo que permite que el sistema nervioso se relacione con el mundo exterior.
• Cada vez que olemos algo, no solo tenemos una respuesta mental sino emocional, de ahí que colabore en las funciones de relajación y distrés del cuerpo y espíritu.
• Los olores evocan en nuestra memoria eventos pasados, nos refieren a lugares y nos recuerdan eventos agradables. Están asociados con eventos de todo tipo gracias a la unión con el sistema límbico y éste, al mismo tiempo, con el área emocional del cerebro.
Cómo hacerlo
• Los aceites esenciales en pebeteros, las velas y popurríes son los más prácticos para poner en diferentes sitios de la casa. Los primeros son los que mejor transmiten de manera directa los poderes naturales de las plantas al ser más concentrados, además de durar mucho más si se saben regular.
• Los pebeteros son los más económicos y decorativos. Otra manera es disolver los aceites en agua o ponerlos en difusores
• Cambia de olor cada quince días. Cuando realices el cambio, introdúcelo de manera suave y paulatinamente, nunca de forma directa. Deja que el espacio dure por lo menos un día sin ningún tipo de aromatizante, se neutralice el ambiente y poco a poco vas llevando el nuevo aroma, con poquísimas dosis y una sola vez al día. Deja descansar a tu nariz para que asimile positivamente nuevas fragancias. Tu cerebro evoca y produce satisfacción cuando tienes aromas nuevos a tu disposición.
• Para los baños y los cuartos: Color con olor. Los indicados son los tonos violeta y azul con olores suaves y herbales, como el eucalipto, lavanda, jazmín, manzanilla y rosa. Estos dos colores tienen en la vista propiedades calmantes, relajantes, incitan el descanso y propician el sueño. En la tina y solo para baños prolongados y con minerales, elige las esencias de canela y chocolate.
• Para la sala y el estudio: El olor a coco, sandía, jengibre, vainilla y uva tiene efectos positivos en el ánimo de las personas. Se dice que atraen amigos, que producen endorfinas y que reducen el ambiente negativo. ¿Quieres invitados felices? Pon en el centro de mesa velas decorativas asimétricas con cualquiera de estas fragancias. Las flores tienen más una función de diseño de espacio; y su aroma no es propiamente el indicado para este tipo de lugares.
• Sala de descanso: Para que tu olfato “absorba” los beneficios de estos olores, lo mejor es estar quieta y sin hacer alguna actividad física que requiera mucho esfuerzo o concentración. Jazmín, canela y miel. El primero es antiespasmódico y alivia dolencias físicas en espalda y piernas. La miel alivia la depresión y despeja la mente. La canela ayuda para la buena digestión y la circulación.
• Cocina: Eucaliptos (estimulante y antiséptico), naranja y limón. Corta los fuertes y malos olores de algunas comidas y la grasa. Su sensación cítrica refresca el ambiente y reanima. Si tomas tus alimentos en la cocina, el olor a naranja colabora con el proceso digestivo.