Los divorcios mueven la economía

Fucsia.co, 17/2/2014

Cuando una pareja se divide, la creación de dos hogares significa mayores compras y una reactivación monteraria. No será bueno para las familias, pero las separaciones ponen a circular el dinero.

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Los duros tiempos que atravesó la economía mundial debido a la crisis que asoló buena parte del planeta (y que todavía se mantiene en algunos rincones del mundo) provocó que Amy Derose y su marido Lawrence se mantuvieran juntos en un matrimonio que les hacía infelices. Todo ello con objetivo de no dejar que el negocio en Florida (Estados Unidos) del que ambos eran propietarios entrara en banca rota, según le contaron a la página especializada Bloomberg. Lee el artículo Cómo evitar la separación en una relación larga.

“El negocio estaba pendiendo de un hilo, y no nos podíamos permitir divorciarnos. Él me necesitaba a mi dentro de la empresa y yo le necesitaba a él”, afirma Derose, de 53 años, quien llevaba casada con su esposo 35 años. Lee el artículo sobre Cómo volver a salir después de un divorcio y no morir en el intento.

Con la recuperación de la economía y del sector inmobiliario, el negocio del matrimonio, con una plantilla de 24 empleados, volvió a generar ingresos. Esto permitió que la pareja optara por seguir adelante con su intención de divorciarse, después de años de aparecer en el trabajo como si nada pasara en la vida personal que ambos compartían. Ahora, Derose está buscando un nuevo trabajo y, como ella misma expresa, “no podría estar más feliz”.

Según el censo de Estados Unidos, el número de divorcios se ha incrementado desde 2009, coincidiendo con el final de la recesión económica, por tercer año consecutivo, contabilizándose en 2012 un total de 2,4 millones de separaciones, refiere Bloomberg. Por otro lado, se estima que, entre 2009 y 2011, 150.000 parejas pospusieron su divorcio en Norteamérica por motivos puramente económicos, asegura Philip Cohen, profesor en sociología de la Universidad de Maryland, en su último estudio.

Al margen del impacto social o emocional de estos datos, el efecto de los divorcios en el auge de la economía es claro: estos han contribuido a la formación de nuevos hogares, en el estímulo de la demanda inmobiliaria, en el incremento del sector de la venta de electrodomésticos y mobiliario para el hogar.  De hecho, como indica el barómetro del censo poblacional de Estados Unidos, el aumento del número de divorcios en estos últimos cuatro años ha supuesto la creación de 5,3 millones de nuevos hogares familiares. “Las separaciones crean una demanda adicional de hogares, ya que donde antes había solo uno, se crean dos”, asegura David Crowe, economista de la National Association of Home Builders en Washington.

Asimismo, las separaciones promueven que muchas mujeres entren a formar parte del mercado laboral. Las divorciadas son más propensas a trabajar, o buscar trabajo debido a la necesidad económica en la que se ven inmersas tras la separación, asegura Ariane Hegewish, directora del Institute for Women’s Policy Research en Washington. “Las mujeres son, generalmente, las que deben encargarse del mantenimiento de los hijos una vez se divorcian”, indica la investigadora. Así, se estima que en 2011, las divorciadas representaban el 67% de la fuerza laboral de Estados Unidos, frente al 60% de las casadas, y al 58% de las mujeres en general, indica el Departamento Laboral estadounidense.

No se casan para no gastar

Aunque no existen datos de si los divorcios en Colombia han favorecido la economía, lo cierto es que en el país las cifras de parejas separadas ha disminuido, comparado con la situación en Estados Unidos. La Superintendencia de notariado y registro reveló que en el primer semestre de 2013, el número de divorcios disminuyó en un 14.8 por ciento, comparado con el mismo periodo del año anterior.

El Mapa Mundial de la Familia reveló también que para el primer semestre de 2013, los colombianos son los latinoamericanos que menos se casan, pues prefieren la convivencia. Y una de las principales razones precisamente es el dinero, pues los costos que implica una ceremonia representan importantes gastos. En contraposición a lo que sucede en Estados Unidos, una familia establecida tiene más proyectos a largo plazo que los llevan a consumir y activar la economía como la compra de vivienda, vehículo o viajes.