Relaciones
¿Por qué las nuevas generaciones quieren relaciones sin compromiso?
En las generaciones anteriores la mayoría de relaciones tenían un para siempre, en las actuales el para siempre se ha perdido, pero, ¿por qué los jóvenes ya no quieren comprometerse? Te ayudamos con esa respuesta.
Tener pareja para compartir espacios y momentos agradables, es algo que la mayoría de mujeres deseamos pase en nuestra vida. Sonreír a su lado, ver películas acompañadas de snacks y salir de vez en cuando a dar un paseo cogidos de la mano, es tal vez el sueño del príncipe azul que muchas películas de Disney nos han vendido desde nuestra infancia. Pero la realidad es otra, las nuevas generaciones están tan inmersas en su mundo que se han olvidado y dejado atrás lo que una relación de cuento de hadas conlleva.
Sí, los jóvenes que están dentro de la edad de los 20 a los 36 años quieren tener pareja, hacer planes con ella y disfrutar de todos los momentos posibles que se puedan presentar a su lado. Hablar en el día, darse las buenas noches y preocuparse por esa persona que les mueve el piso de una manera especial y diferente, pero hay una limitante en todo esto, ya no quieren compromiso. Pareciera que el temor a durar por un buen tiempo en una relación estable, les aturdiera y rondará la cabeza a diario como el mal más terrible que pueda existir sobre la tierra.
Hoy en día las nuevas generaciones quieren algo pasajero, bueno y ni tan pasajero, quieren una conexión especial, pero no real, una conexión en la que puedan disfrutar por momentos, pero no por todo el tiempo, una conexión que les haga ver que tienen a alguien para sus momentos de soledad, pero no para los momentos de soledad del otro. Sí, suena egoísta y quizás es egoísta, pero al parecer lo que prevalece es el sentido de supervivencia personal y el de no permitirse llegar al punto del enamoramiento, esto como caparazón protector para no sufrir las consecuencias del desamor.
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Si les preguntas si desean ser felices su respuesta sin titubeo es sí, y si les cuestionas de nuevo con un, ¿y que tal un felices para siempre? De inmediato se echan para atrás y meditan tanto la respuesta como si de una prueba de estado se tratara. No quieren entregarlo todo, quieren entregar de a pocos y no siempre a la misma persona, prefieren una relación corta, antes de sentirse atados para toda la vida.
Eligen mantener sus relaciones sin etiquetas, pueden ya haber durado bastante tiempo saliendo y compartiendo esporádicamente espacios y momentos, pero no son novios, incluso no son pareja, son tan solo amigos con derechos. No se hacen reclamos el uno al otro. Quieren que los consientan, pero que no que les reclamen, quieren que se comprometan, pero no comprometerse, quieren ser conquistados, pero no conquistar. Al fin y al cabo quieren una relación en al que puedan sentirse queridos, pero no sofocados.
Están en constante búsqueda de experiencias como si el tiempo corriera tras de ellos y no les permitiera lograr todo lo que en sus lista de propósitos han escrito. Son tan narcisistas que primero están ellos antes que cualquier otra persona, satisfacer sus propias necesidades es el punto número uno de su lista y ser felices a su manera es lo único que en realidad los trasnocha.
Y muchas de nosotras mientras tanto nos quedamos sentadas esperando a que el príncipe azul y de cuento de hadas llegue, pero no de a poquitos, sino el que realmente quiera una relación con etiqueta. ¿Hacia dónde va a parar el amor?