Relaciones
5 Consejos para sobrevivir a unas vacaciones con gente que no soportas
Descubre cómo sacarle el jugo a esos días de descanso sin que te contaminen tu paraíso de endorfinas
¿Ya es viernes? Sí, y te vas de vacaciones. Realmente no puede haber nada mejor que esa felicidad contenida en esos últimos minutos de trabajo antes de salir de vacaciones, así sea solo el puente o el fin de semana.
Aún así, en medio de tanta alegria, la verdad es que hay algo que contamina tu paraíso de endorfinas: las personas con las que vas. Ya sea tu familia política, los amigos de tu pareja o las amiguitas de ellos, son el tipo de compañía que podrías soportar por un ratico, pero no en tiempos prolongados.
¿Cómo hacer para exprimir todo el jugo a esos días de descanso? Sigue esta guía de 5 consejos para lograr convivir con quién sea que no soportas durante las vacaciones.
1. Conoce a tu “enemigo”
Juntar familia con amigos, amigos con compañeros de trabajo o incluso una amiga reciente puede ser peligroso. Mezclar personas de ámbitos distintos de nuestra vida en el mismo espacio no es conveniente porque en el momento en que algo salga mal, quedarás en el medio.
Sin embargo si te encuentras en una situación de éstas forzosamente: (a) evita a toda costa los roces con quien compartas en el ámbito laboral pues pueden dejar una huella y tener consecuencias una vez estés de vuelta en la oficina. (b), si la relación de amistad o sentimental acaba de empezar, y todavía no conoces bien a la otra persona, prepárate para la prueba de fuego- bienvenida a la convivencia 24/7.
Finalmente, (c) la clave de conocer a tu “enemigo” implica planificación previa a las vacaciones. Es decir, si tu suegra odia el calor- ¡no la lleves a unas vacaciones en la playa! Así evitarás sus quejas sobre la temperatura todos los días.
¿El problema es con tus suegos específicamente? Descubre cómo superarlos con estas 8 claves.
2. Activa tu modo vacaciones
Una de las claves imprescindibles para que tus vacaciones sean perfectas es poder tomar tus propias decisiones. Quizás en el mundo laboral no tienes esa libertad, pero en tu tiempo libre eres tú quien está al mando. Por eso, puedes decir "no"- sin mayores consecuencias- a planes que no te provocan, elegir (o al menos llegar a un acuerdo) sobre el siguiente destino, y por ende también puedes limitar (sin evitar) el tiempo de interacción con esa persona que no te agrada.
La clave está en la planificación: si tú quieres ir a la playa y él (o ellos) quieren pasear por la ciudad e ir a museos, lleguen a un acuerdo. Cada uno puede hacer lo que desea y luego encontrarse en la noche para cenar, por ejemplo.
3. Analiza por qué te irrita
¿Por qué algunas personas nos desesperan? Tratar de explicar éste fenómeno puede ser imposible- pues sencillamente a veces es un tema incontrolable y meramente químico. Sin embargo, usualmente los encontronazos con otras personas tienden ser por diferencias de temperamentos.
Aún así, lo más probable es que la manera en que esa persona actúa refleja nuestro propio ánimo o situación interior que nos negamos a reconocer dentro de nosotros mismos, así que lo condenamos en cuando lo notamos en los demás. Por eso, casi siempre, el odio sin motivo hacia alguien comprende una lección que debemos aprender sobre nosotras mismas:
La pregunta no es “¿por qué es así?” sino “¿por qué me molesta tanto su forma de ser?”
4. Evita el estrés vacacional
Cuando estamos en terreno “enemigo” ya sea porque nos están hospedando o porque con el solo hecho de compartir el espacio ya sale tu peor versión de ti misma, hay que poner en práctica estrategias para sobrevivir y evitar el conflicto. Intenta ser tolerante y amable pero tampoco cedas en todo, de ser así te conviertes en una víctima y, como olla de presión, eventualmente vas a estallar.
Opta por limitar el tiempo de compartir juntos, respetar los espacios comunes, y encuentra un tiempo y espacio que sea sólo para ti. Pero también hay que saber cómo no caer en el estrés vacacional: un síndrome bautizado así por psicólogos para referirse a la presión implícita de pasarla bien durante esos días de descanso.
5. Encuentra a tu “Suiza”
Antes de sacar tus armas asegúrate que la pelea valga la pena. ¿Es razonable tirar tus vacaciones por la borda por esa pelea? Si la respuesta es sí- o si te lo llegaste a preguntar cuando era muy tarde- vas a agradecer haber leído esto antes, pues te habrás asegurado de encontrar tu “Suiza”- o tu mediador en las peleas, alguien que no tomará bandos y se mantendrá neutral.
Y si definitivamente no lo logras, descubre todos los beneficios de viajar sola- entre ellos, puedes elegir tú misma la compañía: un buen libro nunca falla.