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«Babysitter»: la película que muestra la otra cara de la misoginia
En el marco de su estreno, Fucsia habló con Monia Chokri, directora y protagonista de la película.
Monia Chokri es una actriz canadiense que ha hecho parte de diferentes producciones de gran renombre internacionalmente y una de las más recordadas es Los amores imaginarios, que ganó el premio a la categoría de mejor película en el Festival de Cannes y el Festival de Sídney, por lo que su rol como actriz sigue llamando bastante la atención.
Ahora se ha aventurado a dirigir la película Babysitter, basada en la obra homónima escrita por Catherine Léger, que cuenta la historia de un hombre que, en medio de los tragos, acosa a una periodista en plena emisión, lo que transforma su vida por completo, pues el video se hace viral, lo suspenden del trabajo y debe aprender a ver la misoginia en su vida, cambiar y empezar desde cero.
Mientras que él inicia esta travesía, contrata una niñera que, tanto a su esposa, como a él, les cambiará la manera de ver la vida, pues es un espíritu libre y transgresor en cuanto a muchos temas. La película se salta los géneros tradicionales y se enfoca en el horror, lo erótico y lo bizarro, tanto que puede llegar a incomodar al espectador.
La película fue estrenada en la plataforma MUBI el pasado 19 de agosto, esto, después de que los primeros espectadores pudieran verla en el Festival de Cine de Sundance. En el marco de este tema, Fucsia habló con su directora y protagonista, Monia Chokri.
Fucsia: ¿Cómo encontraste el equilibrio entre el rol de actriz y directora en Babysitter?
Monia Chokri: Tuve la oportunidad porque la mayoría de mis escenas y la mayoría de la película fue rodada en la misma casa. Además, conocí muy bien a mi equipo, son muy buenos y me ayudaron mucho, me dieron todo el espacio para hacer las dos cosas, gracias a mi personaje no me sentí tan cansada, de hecho, me sentí menos cansada de lo que pensé que sería, aunque esto no significa que no fue difícil, lo fue. Mi pareja, los otros actores, el elenco, todos fueron muy buenos y me ayudaron mucho. No voy a decir que fue más fácil que trabajar para alguien más, pero lo cierto es que soy bastante rápida conmigo misma, para las tomas y el trabajo, entonces no fue tan difícil, pero claramente fue mucho más exhaustivo.
F: La película está basada en la obra Babysitter de Catherine Léger, ¿qué te inspiró para crear ese ambiente determinado en la película? y ¿qué lo hace diferente de la obra?
M.C.: En la obra no hay sensación de horror, de surrealismo o de contenido erótico; en la película sí, así que este es el tema más diferente a la obra. ¿Qué me hace traerlo de esa manera? sucede que la niñera en un punto usa un vestido de mucama, por lo que yo pensé que si Babysitter era demasiado realista, esto no podría ir en la película, debía ser bizarra, fue ahí donde inicio para mí esta idea de hacerla más como un cuento que como una historia realista. Y después estuve trabajando en la parte de horror y la parte erótica para darle un rol a las mujeres que sea bastante sumiso, aunque también me pareció interesante girarlo y darle el poder a las mujeres en esta clase de estética.
F: La película cuenta una historia que gira en torno a la misoginia ¿qué te hizo plasmarlo de esta manera?
M.C.: Es interesante porque para mí el problema principal que trata la misoginia y el movimiento #MeToo es la relación con el poder y cómo aceptamos el hecho de que alguien que tiene el poder puede someter a otras personas. Creo que el problema real también es sobre eso y sobre el hecho de que “tú eres más débil que yo, entonces puedo someterte”.
M.C.: La mayor reflexión en la película es cómo podemos cambiar la manera en la que pensamos sobre el poder, qué pasaría si el poder fuera algo para ayudar a las personas, para crecer, para ser positivos, para ser mejor con nosotros y con los otros, esto sería una responsabilidad mucho más grande que el hecho de que la persona que tenga el poder lo mantenga y tenga miedo de los que podrían robárselo.
M.C.: Tal vez puedes pensar que si eres un líder positivo y útil puedes tener varias personas siguiendo la idea de tu poder, y es por eso que es importante para mí que el personaje de la niñera se vea tan light al principio, aunque realmente ella tiene el poder, ella tiene el poder de cambiar mentes y cambiar el mundo, ese es un personaje que no vemos tanto en las películas, una joven que tenga el poder.
F: ¿Qué piensas de la cultura de la cancelación?
M.C.: Es un tema complejo, yo creo que la gente puede redimirse y, si tú cambias y reflexionas sobre quién eres y cambias la manera en la que interactúas con los otras personas, una reflexión muy íntima puede cambiar parte de tu personalidad. Estoy de acuerdo con la idea de que las personas pueden volver a su inicio. El problema es por qué la cultura de la cancelación pasa la mayor parte de las veces con las personas que están en los medios, que son conocidas porque son celebridades. Y yo creo que el problema principal es el hecho de que en esta industria se tiene poder, nosotros se los damos, las celebridades son conocidas y con ese hecho tienes algunos privilegios y algún poder.
M.C.: Yo creo que en la mayor parte de las veces la cancelación también es la causa de su comportamiento, así que este es el mayor problema. Si ellos regresan y son capaces de manejar el poder de una mejor manera es un privilegio estar frente a la audiencia, tener seguidores y esto también tiene una gran responsabilidad.
F: Vemos el personaje de Cédric, ¿crees que él puede cambiar completamente?
M.C.: A mi me gusta pensar que él cambió porque conoció a la niñera, poco a poco está cambiando y al principio no se preocupa por la niñera, es casi como “tú eres una estúpida”, y poco a poco, gracias a su contacto, empieza a explorar. Esta mujer explora constantemente , porque esta también es una película que explora el género. Gracias a su relación con la niñera empieza a explorar la feminidad, lo que pensamos de la familia, con este viaje va a ser capaz de entender su rol, creo que él tendrá una lección de empatía.
M.C.: Creo que si alguien hizo algo malo o no aceptable debe haber una mente abierta para escuchar lo que la persona quiere explicar de la situación. Entiendo el tema de la segregación, el racismo, hay muchas cosas que hacer, pero lo hemos ido haciendo, la gente puede cambiar y esto pasa con todos los temas.
F: En la película y en la vida real vemos ahora muchas personas que tienen historial de haberle faltado el respeto a las mujeres y haberlas acosado, quienes continúan con su vida como si nada hubiese pasado, ¿qué piensa de eso, qué tiene que cambiar?
M.C.: Creo que depende de cada territorio, en mi nación el movimiento #MeToo en realidad ha ayudado a cambiar la estructura de la justicia así que creo que tienen que cambiar las instituciones. Sabemos que es muy difícil denunciar o hablar de una violación, de violencia, es muy difícil pasar por este tema tan complejo y emotivo frente a una audiencia en el juzgado, en el juicio, o en el sistema de justicia..
M.C.: Ahora sé que está cambiando en Quebec porque ahora hay un juicio especial para agresiones y agresiones sexuales lo que es muy bueno y pasó gracias al #MeToo. He conocido fiscales por más de 10 años y uno de ellos estaba especializado en violencia y en violencia sexual, y él me dijo que yo entendía #MeToo porque si me hubiera pasado a mí me habría gustado pasar por la justicia y por el sistema de sus de justicia.
M.C.: El problema principal también es la educación, pero creo que la revolución toma tiempo y lo que veo, que es muy emocionante, es que las personas piensan que es una moda que las personas jóvenes estén cuestionando su propio género, pero no lo es, es también una forma de decir “no me importa, porque ustedes dicen que una mujer tiene que ser de cierta forma, sumisa, silenciosa, madre, y un hombre tiene que ser de otra manera”.
M.C.: Y los jóvenes dicen no, nosotros no queremos ser de esa manera, nosotros queremos borrar su concepción de género porque esto es una historia, así como la religión y cualquier idea de humanidad, es una ficción que hemos creado, así que la ficción puede ser cambiada y esta nueva ficción dice que no hay géneros. Así que vamos a cambiar el género, como vamos a cambiar la manera en la que vemos el poder y, con eso, vamos a ser capaces de reducir la sumisión, la violencia y no es cierto que nosotros ya no podemos decir nada, o que no podemos hacer nada, lo cierto es que las nuevas personas no tienen problema y son respetuosas, no dicen nada de eso jamás.
F: ¿Qué es misoginia y qué no lo es? ¿Quién puede decir que algo es bueno o malo?
M.C.: Creo que siempre es importante escuchar a las personas que han sido afectadas por la misoginia, las personas que están afectadas por esto son mujeres, así que si empezamos a escuchar a las mujeres sobre lo que ellas creen que es misoginia o no la respuesta va a ser más fácil. También diría que si hay un fragmento de irrespeto eso es misoginia, si tú crees que una mujer no puede hacer algunas cosas también es misoginia. Para mí lo más básico en la misoginia es dudar, siempre dudar de lo que dicen las mujeres eso es misoginia siempre.
M.C.: Es raro porque yo vengo de una nación que es bastante lejana de otras en cuanto a la equidad, somos un país muy igualitario, como en Suecia, así que siempre hemos hablado de #MeToo, al igual que en Francia, donde he vivido parte de mi vida, así que es difícil darse cuenta de que hay mucho machismo en otros lugares, como Sudamérica, no puedo imaginar que tan diferente es.