“Por andar zorriando”: Aida Victoria Merlano revela experiencia paranormal que presenció

Una de las creadoras de contenido más populares del país es Aida Victoria Merlano. La barranquillera se dio a conocer, en especial, por la relación con su madre, Aida Merlano, quien es prófuga de la justicia y la historia de su supuesto crimen es una de las más comentadas en Colombia.

Sin embargo, Aida Victoria ha sabido abrirse su propio camino en la farándula gracias a su personalidad con la que crea divertidos videos para las redes sociales, generando ingresos a partir de ahí.

Aida Victoria Merlano tiene una experiencia paranormal y le echa la culpa a la “vagabundería”

Como es usual, aunque Aida Victoria Merlano ha dicho que algunos de los aspectos de su vida prefiere tenerlos en privado, lo cierto es que también ella misma afirma que dichos aspectos son muy pocos y que le gusta compartir momentos que incluso pueden llegar a ser íntimos con sus millones de seguidores.

En medio de sus revelaciones, la barranquillera publicó en sus historias de Instagram una curiosa anécdota sobre una historia de supuestos fantasmas que la habían afectado en su propia casa: “Me voy a transformar, claro, porque eso me pasó cuando yo andaba ‘zorriando’, por andar en la ‘vagabundería’”.

Después de decir la controvertida razón por la que la habrían asustado, Aida Victoria dio detalles de cómo fue que creyó que en su propia casa había sido espantada por fantasmas:

“Me estaba haciendo una fotico así sensual, como en ropa interior y me asustaron. Yo tipo: ‘Señor, si tú quieres que yo me convierta en una muchachita más juiciosa, dime qué debo hacer’ y entonces ¡pam!, ¡Me abrieron la regadera! Y yo grito ahhh. ‘No fuiste lo suficientemente claro’ (dijo mirando al cielo como si se dirigiera a Dios) Lo que yo les querida mostrar antes de que me asustara el fantasma era este set de ropa interior”.

En medio de su labor como creadora de contenido, Aida Victoria ha publicado varias situaciones fuera de lo común que ha experimentado en su día a día. Hace poco mostró que se sometió a un método llamado Wim Hof en el que debía meterse a una tina llena de hielo:

“Piensas que en algún momento tu cuerpo se va a adaptar y entonces te preguntas: ¿cuándo? Pero entrando al minuto cuatro por fin entiendes que eso nunca va a pasar y que de eso nunca se trató, porque nadie crece ni se transforma estando estático en su comodidad”.