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Pipe Bueno hizo confesión sobre su hijo y el descuido que casi termina en accidente
Ser papá no es nada fácil y el cantante dejó claro que sigue en proceso de aprendizaje.

Hace un poco más de dos años al cantante de música popular, Pipe Bueno, le cambió la vida por completo con la llegada de su primer hijo llamado Máximo, fruto de su relación con la creadora de contenido antioqueña Luisa Fernanda W.
Desde el primer momento en el que se enteró que se convertiría en padre, el artista se mostró tan feliz que tomó la decisión de alejarse durante una larga temporada de los escenarios y medios de comunicación para dedicarse exclusivamente a su bebé, pues para él más allá de las cosas materiales que pueda brindarle, es primordial su presencia en esta nueva etapa.
“Días de amor... días donde aprendes cosas nuevas, descubres que el corazón todavía tenía partes que aún no despertaban, sentimientos que no conocía y que definitivamente la espera de 9 meses valen la pena una y mil veces”, fue uno de los mensajes que publicó el intérprete de ‘Cupido falló’ después de vivir sus primeras semanas como padre.
En octubre de este año, la famosa pareja le dio la bienvenida a su segundo bebé, a quien le dieron el nombre de Domenic, y recientemente protagonizaron una emotiva sesión fotográfica en familia que llenó de ternura a sus admiradores.
Sin embargo, más allá de toda la alegría que están viviendo ahora, Pipe Bueno se animó a interactuar un poco con sus seguidores para revelar las experiencias que ha tenido en su faceta como padre cuando se ha quedado solo cuidando a sus pequeños y que no han sido tan perfectas como muchos creen.
El susto que se llevó Pipe Bueno mientras cuidaba a su hijo mayor
Desde su cuenta de Instagram el cantante hizo una dinámica de confesiones para padres, relacionada con esas anécdotas curiosas o preocupantes que han vivido cuando se quedan solos con sus bebés. Al leer un mensaje que envió uno de sus seguidores, recordó el susto que se llevó cuando estaba cuidando a Máximo y por poco ocurre un accidente que puedo haber sido grave.
“Una vez con Máximo, cuando lo estaba recién bañando las primeras veces, se me resbaló y lo llegué a coger como de un pie. Casi se me cae, pero no se cayó”, fue la primera anécdota que contó. Luego, confesó que tuvo otra experiencia en la que su hijo mayor sí llegó a tocar el suelo.
“Yo llegué trasnochado de cantar y Lu estaba ocupada, y me dejó al niño un momentico. Yo estaba trasnochado y lo recibí, le dije: ‘claro, claro’, y lo abracé y me profundicé cuando ‘pam’, se cayó mi enano Máximo. Pero no pasó nada, gracias a Dios”, dijo.