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“No hay cura”: Taliana Vargas se sinceró sobre la delicada enfermedad que está atacando su piel
La modelo compartió un conmovedor mensaje sobre la enfermedad que padece.
Taliana Vargas es considerada como una de las mujeres más bellas de Colombia. La nacida en Santa Marta cautivó a miles de personas alrededor del mundo en el 2008 cuando representó al país en Miss Universo. En aquella oportunidad quedó de Virreina Universal, pues la ganadora fue la venezolana Dayana Mendoza.
Tras su paso por el concurso internacional de belleza, la mujer se involucró en el entretenimiento y farándula colombiana. Debutó en la televisión en el 2009, cuando le dio vida a Robina Arzuaga en ‘Bermúdez’; luego, tuvo su primer protagónico en ‘Chepe Fortuna’, donde interpretó a Niña Cabrales.
El personaje que hizo en la producción del Canal RCN es uno de los más recordados de su carrera. De hecho, ganó un premio TVyNovelas a mejor actriz protagónica por este. Además, volvió a ganar uno un par de años después, por la interpretación de Clara Cabello en la telenovela ‘Rafael Orozco, el ídolo’.
Por su belleza y talento para la actuación, la modelo se ha ganado el corazón de una gran cantidad de personas, esto se refleja en sus redes sociales y es que tiene una comunidad de seguidores que supera los tres millones. Allí comparte momentos tanto de su vida laboral como de su vida personal.
Taliana Vargas se sinceró sobre enfermedad que le afecta la piel
Hace pocos días Taliana Vargas habló sobre una enfermedad que padece hace unos años, se trata de vitiligo. La exreina de belleza confesó en 2020 que le diagnosticaron este trastorno cutáneo, en el cual se presenta despigmentación en diferentes zonas de la piel. “Tengo la enfermedad de Michael Jackson, como para que la gente se relacione”, agregó en ese entonces.
A través de una publicación en sus redes sociales, la samaria mostró algunas de las manchas que tiene en su cuerpo y escribió un mensaje conmovedor, en el que manifestó que la enfermedad no tiene cura, por lo que hay que aprender a vivir con ella y a querer a cada una de las manchas.
“En la calle, en redes por todos lados me preguntan por mi vitiligo. Se me acercan millones de personas pidiendo una solución. Cuando les respondo que no hay cura, que aceptarlas con amor es una decisión llena de liberación. Aprendí a amarlas, no pican, no duelen, son solo manchas blancas en la piel. He tratado todas las cremas, aparatos, fototerapias y demás; no como gluten ni procesados. Lo único que funciona es amarlas”, expresó.