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La Forza Femenina que quiere dejar en alto el nombre de Colombia en el mundial del “deporte de la paz”
12 jóvenes deportistas tienen el sueño de representar al país en la cita orbital de Tchoukball en República Checa.
Hay un deporte que genera mucha adrenalina pero el contacto físico es nulo. Fue ideado en la década de los 70 por el biólogo suizo Hermann Brandt quien se mantenía en su posición de que las actividades físicas humanas no tenían como objetivo ser campeones sino contribuir en la construcción de una sociedad realmente armoniosa.
Rosario Robles es la entrenadora de Forza Femenina, la selección de tchoukball que quiere representar a Colombia en el mundial que se desarrollará en República Checa en este 2023. “El tchoukball es un deporte que se juega con la mano. La idea es lanzar el balón al marco y que cuando el balón rebote, el equipo contrario no lo pueda coger. Está basado en el balonmano, la pelota vasca y el voleibol”, explica la deportista.
Aunque resulte difícil de creer, las integrantes del equipo han tenido que hacer diversas actividades para poder llevar la bandera del país hasta territorio europeo. Han llegado hasta la Plaza de Bolívar con alcancías para recaudar fondos, muchos de los que visitan este emblemático lugar de la capital han quedado conmovidos con la historia y se sorprenden de que un equipo de mujeres que se coronó como campeonas Panamericanas 2014 y que ya han logrado esta hazaña en cinco oportunidades.
Conocen su historia
Forza Femenina está conformado por doce chicas, más un joven que asiste a Rosario Robles en los entrenamientos. Los sábados se dan cita en el Coliseo de Castilla para entrenar y aunque todavía no han recaudado todo, tienen la esperanza de que alguien se meta la mano al bolsillo y les contribuya para cumplir su sueño, mismo que les fue esquivo en una oportunidad.
“En el año 2018 fuimos a Argentina, competimos y logramos alcanzar nuestro cupo al mundial, pero por problemas económicos no pudimos ir. El año pasado competimos en Brasil con los demás equipos latinoamericanos y reafirmamos el cupo que habíamos ganado en ese año. Ahora estamos a puertas de ir al mundial”, dice Lina Perdomo, una de las chicas que espera representar a Colombia en el próximo mundial
Por cumplir su sueño no le tienen pena a nada. Han realizado torneos, organizado rifas, han ido a diferentes parques de la ciudad y se han válido de Vaki para completar el total de fondos que necesitan para viajar, explica Deisy Cañón, otra de las integrantes de dicha selección. Si bien las cosas no han sido fáciles, siguen sacando toda su fuerza, haciéndole homenaje al nombre del equipo para representar a Colombia.
El deporte de la paz
La misma dinámica, que promueve el tejido social a través del deporte, ha llevado a que la Unesco en el 2001 reconociera esta disciplina como el deporte de la paz. Llegó a Colombia en el 2010 de la mano de Julio Calegari y luego fue promovido por el profesor y entrenador Francisco Javier Rodríguez, quien lo llevó a varios colegios para que los estudiantes se sintieran en un espacio seguro. Los espas quecio eran temidos por muchos por la cantidad de casos de bullying ahora son territorios de paz, como lo pensó Brandt.
Para jugar este deporte se necesita tener de buena disposición y un alto espíritu de solidaridad. Por algo también es considerado como uno de los deportes más inclusivos que existe.
¿Cómo se juega?
De acuerdo con la Federación Internacional de Tchoukball, este deporte se juega en una cancha de entre 26 y 29 metros de largo por 15 de ancho. Cada cuadro tiene un objeto similar a un trampolín en donde la bola debe rebotar. Este mide un metro cuadrado y posee un semicírculo que mide cerca de 10 pies.
Ambos equipos pueden anotar en los extremos del campo. Para marcar un punto la bola debe rebotar en el cuadro y picar fuera del área sin haber sido capturada por el equipo defensor. El contacto físico está completamente prohibido y los defensores no podrán interceptar el pase del equipo atacante.
Los jugadores solo pueden realizar tres pasos con el balón y mantenerlo tres segundos en sus manos. Los pases no pueden ser superiores a tres antes de disparar al marco. Si el atacante no acierta, el equipo defensor recibe un punto.