El príncipe Harry y Meghan Markle adoptan un hermoso perro y nos dan el mejor ejemplo

La adopción de mascotas es una tendencia que cada vez se impone en la sociedad actual. La idea de darle hogar a los peludos que están abandonados en las calles o en refugios enternece a más de uno y motiva a cambiarles la vida para siempre.

La familia de los duques de Sussex, que en abril del año pasado le dio la bienvenida a su segunda hija, la pequeña Lilibet Diana Mountbatten-Windsor, decidió agregar a un pequeño y nuevo miembro a su familia. Cabe recordar que la pareja le dio la bienvenida a su primogénito Archie Harrison Mountbatten-Windsor en 2019.

El proceso de adopción fue más curioso de lo que se podría llegar a pensar. De acuerdo con una entrevista que le hizo Los Ángeles Times a Shannon Keith, abogada de derechos de los animales y directora del Proyecto Beagle Freedom la llamaron par ayudar a uno de sus peludos, pero ella pensó que se trataba de otra persona.

“Llama a mi celular sin identificador de llamadas y dice: ‘Hola Shannon, soy Meghan. Hablamos durante 30 minutos y pensé: ‘¿Es Megan Fox?’”, expresó la mujer que se dedica a rescatar animales que han sido utilizados en pruebas de laboratorio.

Después de que le dijera que su propósito era: “no queremos un cachorro de Navidad... Queremos unos que podamos ayudar y que sean mayores”, el matrimonio se presentó en el refugio y fue allí donde se enteró que no se trataba de la famosa actriz de Transformers sin nada más y nada menos que de la duquesa.

Al llegar conocieron a la pequeña Mamma Mia y tras jugar algunos minutos con ella, Harry y Meghan no dudaron en que se la llevarían. Junto a sus dos pequeños y su nueva vida fuera de la realeza decidieron darle un hogar a una perrita de raza Beagle que vivió la cruda realidad antes de llegar a su nueva casa.

La historia de Mamma Mía, la nueva mascota de el príncipe Harry y Meghan Markle

Ahora se puede considera una perrita de la realeza, pero no siempre fue así. La Beagle de 7 años vivió prácticamente toda su vida en una plata de investigación en Virginia donde era objeto para experimentos con animales. Como recordatorio tiene tatuado un número de referencia en sus orejitas.

En julio de este año, las autoridades encontraron el lugar y rescataron a la peladita junto a otros 4 mil de la misma raza de un lugar en le vivían en pésimas condiciones. Mamma Mía es madre de ocho cachorros y su vid parecía que tendría un final en el refino, sin embargo, todo cambio cuando Meghan y Harry la encontraron.