Mabel Moreno: El arte de comprender a la villana

En el universo de las grandes historias, los villanos suelen ser los personajes más intrigantes. Son los que desafían el statu quo, los que manipulan el destino de otros y los que, muchas veces, terminan robándose la atención del público. En Medusa, la nueva serie de Netflix, Mabel Moreno da vida a Úrsula, una mujer que juega con la lealtad y el poder en un tablero donde nadie es completamente inocente. Pero, más allá de la dureza y astucia que la definen, su complejidad la convierte en un personaje tan fascinante como impredecible.

Para la actriz colombiana, interpretar a Úrsula fue un reto que trascendió la simple construcción de una villana. En lugar de encasillarla en los estereotipos clásicos, Mabel optó por comprenderla desde la raíz, explorando sus motivaciones y el trasfondo emocional que la llevó a convertirse en la mujer que es. “Más allá de interpretarla, quería entenderla”, confiesa en esta conversación donde nos abre la puerta a su proceso creativo.

En esta entrevista, Mabel Moreno comparte cómo logró conectar con la esencia de Úrsula, el desafío de habitar un mundo donde la traición es la única constante y lo que este papel le dejó como actriz. Además, nos adelanta qué otros personajes le gustaría explorar en el futuro y cómo la ficción sigue siendo un reflejo de las múltiples capas de la naturaleza humana.

Úrsula es un personaje que despierta emociones intensas en la audiencia. Como actriz, ¿cómo abordaste el reto de interpretar a alguien tan distinto a ti sin caer en los estereotipos de la villana clásica?

Traté de entenderla, de saber qué la había llevado a tomar las decisiones que estaba tomando. Más allá de interpretarla, quería comprenderla para encontrar, dentro de mí, una justificación para sus acciones.

¿Hubo algún momento en particular durante la filmación en el que sentiste que realmente lograste conectar con su esencia?

Todo el tiempo. Creo que después de los ensayos ya había entendido quién era esta mujer. Y luego, en el desarrollo de la historia, cuando estábamos todos en personaje, se sentía que esto era un nido de serpientes donde había que defenderse y estar alerta. Esa misma dinámica me ayudó a comprender aún más a Úrsula y a entender cómo debía moverse en ese juego.

El cine y la televisión han mostrado distintos tipos de antagonistas femeninas a lo largo del tiempo. ¿Qué crees que hace a Úrsula única dentro de este universo de personajes?

Creo que lo que hace interesante a Úrsula es que es una jugadora constante. Es una mujer que está moviendo fichas todo el tiempo, y nunca sabes con quién realmente se va a aliar. A veces parece estar con su hija, luego con Bárbara, después con su esposo. Va saltando de un lado a otro de manera magistral, y eso la hace impredecible y fascinante.

Como actriz, ¿qué herramientas utilizaste para construir el trasfondo de Úrsula? ¿Hubo algún referente que te ayudara a darle mayor profundidad?

Lo que traté fue de entender su pasado, de construir en mi mundo imaginario la historia que la llevó a ser quien es. Pensé en los padres que tuvo, en la familia en la que creció, en las decisiones que tomó y en qué la llevó a ceder su independencia hasta perder su poder, siguiendo lo que un hombre le decía. Me pregunté qué la había llevado a ese punto en la historia en la que la encontramos. Así, cuando llegó el momento de interpretarla, ya tenía todo ese trasfondo dentro de mí y podía justificar sus acciones desde un lugar auténtico.

En Medusa, la historia juega con la dualidad del bien y el mal. ¿Crees que el público podrá llegar a empatizar con Úrsula en algún momento, o su dureza la hace completamente irreconciliable con la audiencia?

Eso solo lo sabremos cuando la gente la empiece a ver. No lo sé. Lo que sí sé es que traté de entenderla y de abrazar a esa mujer que, aparentemente, es tan dura, pero que también ha pasado por mucho para llegar a serlo. Intenté comprender todo lo que la ha llevado a convertirse en alguien tan fuerte y, a la vez, tan difícil. Yo, por lo menos, la entiendo y la quiero. No comparto muchas de sus decisiones, pero sí la comprendo.

Después de interpretar un papel tan desafiante como este, ¿qué tipo de personajes te gustaría explorar en el futuro?

Creo que aún queda todo por hacer. Me encantaría hacer algo de acción, me fascinaría. Pero, más allá de eso, hay muchas historias femeninas por contar, muchas mujeres cuyas vidas quiero explorar, entender y sentir. La actuación me permite vivir otras vidas, y todavía hay mucho camino por recorrer, muchas historias por descubrir y mucho por hacer.