¡Casi pierde la cabeza! Camila Rojas, la actriz de Pasión de Gavilanes, cuenta que está viva de milagro

La actriz que interpreta a Muriel Caballero, la hija de Rosario Montes en la novela ‘Pasión de Gavilanes’, recientemente habló sobre un delicado accidente que sufrió cuando era porrista y por el cual debe someterse a varios tratamientos para mantener su estado de salud en buenas condiciones.

Una pirueta mal dada casi le hace perder la vida

Camila contó en ‘La red’ que hace unos años ella era porrista y debía hacer una serie de piruetas como parte de las presentaciones. Un mal movimiento hizo que cayera de cabeza y el golpe fue tal que ella misma confiesa que pasaron unos minutos en los cuales no se acuerda de nada.

“Era la porrista que siempre lanzan, la que hace todas las acrobacias en el aire. Dijimos que íbamos a sacar un doble mortal, pero se me fue un doble mortal y medio de la fuerza con la que iba, sobrepasé el segundo piso del colegio (…). Caí de cabeza… Me acuerdo de que caí y sentí como una campana”, relató.

Inicialmente, Camila cuenta que después del golpe ella se levantó y pensó que podía caminar sola, incluso le dijo a sus compañeros que no la ayudaran, sin embargo, solo alcanzó a dar unos pocos pasos cayó de nuevo por un desmayo. “Según los que estaban ahí yo les dije: ‘No, esperen, no me agarren, yo puedo sola’. Ellos decían que cómo era posible. Caminé unos pasos y me desmayé”.

Ante la situación, la actriz fue llevada de inmediato al médico y en el centro hospitalario le confirmaron que tenía una fractura en el cráneo. Camilia se acuerda que cuando se despertó le estaban cogiendo unos puntos en la cabeza y ella se comenzó a repetir frases como “bueno, mi nombre es Camila, mi mamá se llama tal”, entre otras, con el fin de asegurarse de que no había perdido la memoria.

También cuenta en la misma entrevista, que cuando llegaron sus padres, en medio de un ataque de buen humor les pregunto: “¿Cómo salió el mortal?”

La recuperación de la actriz fue de seis meses y el dolor de cabeza era demasiado fuerte hasta el punto de tenerle que poner morfina para aliviarle de alguna forma el intenso estado de dolor.

“El accidente era para desnucarse. A mí me alcanzaron a poner morfina porque no aguantaba el dolor de cabeza que tenía. Le agarré luego mucho miedo a las alturas”, admitió.

A pesar del paso del tiempo las consecuencias quedan

Ya hace bastante tiempo que pasó este accidente y aunque la recuperación ha sido exitosa, a tal punto que hoy hace su vida normal como si no hubiera existido ese momento y su carrera de actriz sigue avanzando, el accidente le dejó varias secuelas que intenta sobrellevar y superar de la mejor manera posible.

“El cuello debería tener una curva y yo lo tengo recta. Con el tiempo pierdes fuerza en el cuello, en la espalda y hombros. Ahorita me toca trabajar en eso con corregidor de postura para recuperar la curvatura. Esto conlleva muchos dolores también. De los errores se aprende y eso me ha hecho una mujer determinada ante las adversidades”, concluyó.