Estilo en la era del impacto
Por Tatiana Moreno Penagos
¿Es una necesidad real o creada por la globalización, la sociedad moderna y las redes?
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A mis sesiones personalizadas de asesoría y coaching de imagen cada vez llegan más y más personas diciendo que quieren verse impactantes, buscando encontrar afuera su “sello personal” y aquí me pregunto: ¿Qué tan coherente puede ser eso de buscar afuera algo que nace de adentro? Y si esto no tiene nada que ver con la coherencia de una persona, sino con sus necesidades, siendo estas coherentes o no; la pregunta sería entonces ¿es una necesidad real y propia o más bien una necesidad creada por la sociedad o las palabras de alguien en redes, que tomaste como “prestadas” o asumiste como un mandato de éxito?
Luego, también en sesión, al poner sobre la mesa imágenes que hacen referencia a estilos de impacto estético, esos que sin duda se roban la atención, como el seductor, el creativo o el dramático; muchas de estas mismas personas que llegaron buscando encontrar la “receta del impacto”, inmediatamente se bloquean y los rechazan casi con desprecio, como quien dice: “impacto sí, pero no así”; mostrando que debajo de ese deseo o esa búsqueda de llamar la atención a través del impacto, realmente hay una simple necesidad de reconocimiento no satisfecha.
Pero entonces… ¿Qué es reconocimiento?
El reconocimiento es una necesidad humana que habla de cómo quiere ser amada y recordada una persona, cómo desea ser tratada y aceptada. Esta es la razón por la cual en ese camino hacia la aceptación y el sentirse “parte de” muchas personas recurren a máscaras y disfraces tomados de otros, que se supone que funcionan para todo el mundo; que al final del día solo les generan más ansiedad y sentido de insuficiencia destrozando su autoestima; pues realmente su necesidad de reconocimiento no está siendo satisfecha por quienes son como persona, sino por quienes aparentan ser. Puras calorías vacías, como dicen los nutricionistas.
Buscar el reconocimiento del entorno es una necesidad tan humana y natural como sentir seguridad o amor, lo importante es entender qué tipo de reconocimiento es el que realmente te funciona a ti, para que entonces tu imagen y tu estilo puedan transmitirlo y ayudarte a satisfacer de fondo esa necesidad, pues buscar llenarla sin saber quién eres, qué necesitas o con modelos de éxito ajenos, validados simplemente por una imagen de impacto, puede solo terminar robándote más la energía y haciendo que ese impacto estilístico sea insostenible en el tiempo, pues termina siendo igual de efectivo que una aspirina para curar un cáncer.
De ahí la importancia de aprender a conectar tu estilo con tu esencia y de que una consultoría en imagen sea más que solo tips de moda, pues buscar que alguien más te diga la receta para verte ‘bien’ o ‘impactante’, solo siguiendo cánones estéticos, tendencias o estereotipos meramente sociales, es lo mismo que ir a una tienda de disfraces para Halloween, funciona por un momento y al final solo termina siendo un proceso superficial y paliativo, donde obtendrás sobredosis de tips que con el tiempo solo harán más profundo el dolor, sin curar la enfermedad; generando, además, una gastritis estilística crónica por exceso de rabia y culpa, al sentirte aún más vacía y desmotivada después de tanto esfuerzo.
No ser quien tú eres, cansa. Requiere demasiada energía para poder montar y sostener cada día la parafernalia de siempre llamar la atención a costa de lo que sea, incluso de disfrazarte o perderte a ti en el camino, para tapar lo que realmente eres, aquello que está debajo de esas prendas, colores y accesorios, eso que buscas esconder a toda costa, pues crees que no es válido o que nadie te va a apreciar si ven ese lado tuyo.
Esa sensación de insuficiencia, inseguridad, vacío y cansancio, son el precio que pagarás hasta que decidas soltar el miedo y dar ese paso que te saque de la sombra en el rincón y te ubique cerca de la luz de la ventana.
El precio que pagarás al ubicarte junto a la luz de la ventana es que te vean tal cual eres, con todo lo que eso implica, chévere y no tan chévere, a algunos les gustará y a otros probablemente no, sin embargo, solo allí, cuando te quitas el disfraz de impacto, dulzura, rigidez o ‘importaculismo’ que te has montado, y te muestras completa, descubres lo bien que se siente ser reconocido por quien realmente eres y cómo puedes impactar al mundo desde tu esencia.
Quien quita que solo con lo revolucionario que es “ser tú mismo” en un mundo que busca etiquetarte todo el tiempo, termines inspirando a otros a también salir a la luz. Ahí está el verdadero impacto.
Sobre mí
Soy una mujer que ama los nuevos retos, apasionada de la moda, la belleza y la estética conscientes, que cree profundamente en ellas como expresión y generadoras de bienestar cuando son coherentes. Diseñadora de vestuario de la UPB, Fashion Stylist del IED ModaLab, en Milano, con estudios en Psicología de la Imagen y certificación como Experta en Coaching de Imagen.
Actualmente y durante más de 12 años, he trabajado con distintas empresas como speaker a través de cursos y talleres o en sesiones personalizadas para sus empleados; en experiencias para clientes VIP de diferentes marcas; al igual que como stylist, personal shopper y coach de imagen para personas naturales.