Novias
“Algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul” de cada boda real
Desde Meghan Markle hasta la Princesa Diana, descubre todos los detalles.
Algo viejo, algo nuevo, algo prestado, algo azul. La antigua rima inglesa dictando cuatro amuletos de buena suerte para una novia el día de su boda es una tradición popular en todo el mundo, y la nueva duquesa de Sussex no fue la excepción, está claro que la realeza británica ama la tradición. Desde las lujosas bodas hasta su día a día, cada faceta de sus vidas se adhiere a las costumbres adoptadas desde generaciones atrás.
Así que no sorprende que las novias reales incorporen la superstición de incluir este proverbio en su gran día. La costumbre, que en realidad está destinada a ayudar a protegerse contra el "mal de ojo" y evitar la infertilidad después de la boda, se ha convertido en un must para todas las novias. Por eso, desde las mortales que han tenido la suerte de convertirse en realeza hasta las princesas de sangre azul han adoptado esta tradición a lo largo de los años.
Estas han sido todas las cosas viejas, nuevas, prestadas y azules de las bodas reales pasadas.
Kate Middleton
Fotos vía Getty
Sarah Burton la diseñadora detrás del vestido de Kate, de la firma Alexander McQueen, usó un encaje en el estilo Carrickmacross para su "algo viejo", haciendo homenaje también a la Princesa Diana. Como complemento al grandioso vestido, para su gran día, los padres de Kate le regalaron unos aretes de diamantes, con pequeñas bellotas para representar la cresta de su familia, lo cual fue su “algo nuevo”.
En cuanto a su "algo prestado", Kate siguió la tradición y tomó prestada una tiara de las bóvedas de joyas reales de la Reina. Ella seleccionó la tiara Cartier ‘Halo‘ para la ocasión. Y aunque no lo vimos, Kate sí tenía "algo azul" además de su precioso anillo de compromiso (el mismo de la Princesa Diana), la diseñadora cosió un pequeño lazo azul en el interior del vestido.
Lady Diana Spencer
Fotos vía Getty
Décadas antes de que su futura nuera lo hiciera, el "algo viejo" de Diana fue el antiguo encaje de Carrickmacross hecho a mano, que bordeaba su vestido. Considerando que tomó meses y miles de dólares en crear, el enorme vestido de novia de Diana de más de siete metros de largo podría considerarse su "algo nuevo".
Para su "algo prestado", Diana recibió una tiara, pero no de la Reina. La novia llevaba la tiara de la herencia familiar para el gran día. Finalmente, en cumplimiento de la tradición, la diseñadora Elizabeth Emanuel cosió un pequeño lazo azul en la cintura del vestido de Diana, y había otro lazo azul en su liga. Pero el azul era un complemento, ella ya tenía un "algo azul" en su dedo: el zafiro de Ceilán de 12 quilates en su anillo de compromiso.
La Reina Isabel
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Aunque no fue fácil de lograr, la entonces princesa tuvo que usar cupones de racionamiento para pagar por los materiales, el vestido del diseñador Norman Hartnell de la novia definitivamente fue su "algo nuevo". Su “algo viejo” provino de la bóveda, tomando dos collares de perlas que han estado en la colección real desde el siglo XIX. Además, como la mayoría de las novias reales, Isabel pidió prestada una tiara de las bóvedas para usar ese día. Isabel eligió la tiara de filigrana de la Reina María, pero accidentalmente la partió por la mitad la mañana de la boda. Afortunadamente, los joyeros estuvieron a su disposición para arreglarlo rápidamente y ella pudo usarla para caminar por el pasillo.
Desafortunadamente no se tiene conocimiento acerca de su “algo azul” pero su vestido sí contenía otro detalle de la suerte. El diseñador, Hartnell, agregó en secreto un trébol de la suerte de cuatro hojas en el lado izquierdo del vestido, "para que la mano de Su Majestad pudiera descansar sobre él durante la ceremonia".
Meghan Markle
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El vestido de novia de Meghan, una creación Givenchy Haute Couture de Clare Waight Keller y sus joyas de Cartier fueron solo algunos de los "algo nuevo" elegidos para el gran día. El velo de Givenchy, que representó a los 53 países de la Commonwealth en su diseño, y los zapatos, en satén de seda duquesa, fueron comisionados especialmente para ella. Su “algo prestado” provino de la Reina misma, quien le permitió usar una de sus tiaras. El ramo incluyó la flor favorita de la princesa Diana, ‘Forget me nots‘, fueron su "algo azul", un detalle lleno de emociones. Pero su ramo también clasifica como “algo viejo” pues las ramas de mirto fueron cortadas de la misma planta de la que se sacó para hacer el ramo nupcial de la Reina en 1947.
Para la recepción de la boda, Meghan sorprendió no solo con su vestido hecho a la medida por Stella McCartney, y sus tacones de la firma de un colombiano Aquazzura, sino por impresionante anillo de color aguamarina de la colección de la princesa Diana: el más obvio "algo azul", así como "algo viejo", y tal vez "algo prestado" también. Aunque muchos están asumiendo que este anillo no fue prestado sino un regalo de Harry. Al fin y al cabo la princesa Diana dejó sus joyas a las esposas de sus hijos en su testamento, y dado que Meghan no era oficialmente una mujer casada hasta el final de la ceremonia, ella pudo haber elegido esperar para usar una pieza de la colección de Diana hasta después de hacer el matrimonio oficial.
Además, se dice que un pedazo de tela del vestido de novia de la Princesa Diana estaba cosido en el vestido de Meghan, pero este es tal vez un detalle que permanecerá entre ella, Harry y por supuesto la talentosa diseñadora a cargo de Givenchy.
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