Moda
Victoria’s Secret: Una fiesta transparente que redefinió el glamour post-desfile
Las transparencias, el encaje y la seda dominaron.
Después de que las luces del espectáculo se apagaron y las alas se guardaron, el despliegue continuó en la fiesta posterior al desfile de Victoria’s Secret, celebrada en el exclusivo Crane Club de Chelsea. Con un ambiente de sofisticación, el evento no solo reunió a las modelos y personalidades más destacadas, sino que también se convirtió en una pasarela improvisada de las últimas tendencias en lencería como ropa.
Siguiendo el tema de la noche, muchas de las invitadas y modelos cambiaron rápidamente sus atuendos del desfile para abrazar la tendencia que ha dominado las alfombras rojas y los eventos de moda: la lencería transparente. La seducción y el glamour se materializaron en delicados encajes, sedas suaves y transparencias estratégicamente colocadas que celebraban el cuerpo de manera artística y elegante.
Las transparencias no fueron solo una elección estilística. Las invitadas no dudaron en mostrar sus looks atrevidos, donde el encaje, la seda y los cortes reveladores destacaron la belleza natural sin renunciar a la sofisticación. La tendencia de usar lencería como ropa exterior ha venido ganando terreno en el mundo de la moda, y esta fiesta fue la consagración de esta estética que fusiona lo íntimo con lo público.
Desde delicados vestidos con detalles de encaje hasta blusas translúcidas que jugaban con la luz y la forma, las estrellas presentes demostraron que la sensualidad no tiene que ser obvia para ser poderosa. El encaje fue sin duda el protagonista de la velada, apareciendo en una variedad de estilos que iban desde lo sutil hasta lo audaz, y acompañado por toques de seda que daban un aire de lujo refinado a cada conjunto.
Lo que hizo esta fiesta post-desfile tan memorable no fue solo la moda, sino la actitud de las mujeres que la portaron. Modelos, actrices e influencers se mostraron confiadas, seguras de sí mismas y dispuestas a romper barreras con sus atuendos. La lencería, históricamente relegada a lo privado, se reinventó esa noche como una declaración de poder, belleza y libertad.
Con cada look transparente que cruzó la entrada del Crane Club, quedó claro que la moda está en constante evolución, y que lo que alguna vez fue considerado tabú ahora es una celebración de la feminidad en su forma más audaz y estilizada.