Moda
Vestir a dos íconos: así se crearon los looks de Blanca Nieves y la reina malvada
La diseñadora de vestuario Sandy Powell, ganadora de tres premios Oscar,— imprimió su reconocido sello en los trajes de las protagonistas.
En la película de Blanca Nieves, protagonizado por Rachel Zegler y Gal Gadot, la moda no es solo vestuario, es narrativa visual. Cada pliegue, textura y color en los trajes diseñados por la legendaria Sandy Powell cuenta una historia, marca una evolución y reinterpreta íconos del cine con una mirada contemporánea.
Ganadora de tres premios Oscar®, Powell ya había dejado huella en el universo Disney con su trabajo en La Cenicienta (2015) y El regreso de Mary Poppins (2018). Ahora, con Blanca Nieves, eleva el estándar. “Cada vez que Sandy diseña una prenda... está contando una historia”, expresó Marc Platt, productor del film.
Un vestido con historia (y nuevas formas)
Reimaginar el icónico vestido azul, rojo y amarillo fue uno de los mayores retos. Powell conservó los elementos clásicos —cuello elevado, mangas abullonadas y la emblemática falda amarilla— pero introdujo una sorpresa: la falda es en realidad un pantalón holgado de 16 paneles, perfecto para las escenas de acción. Confeccionado en organza de seda y crinolina con estampado, el vestido combina tradición con funcionalidad. ¿El resultado? Una Blanca Nieves más libre, dinámica y actual.
La diseñadora creó 14 versiones distintas del traje para adaptarse a diferentes escenas, desde caídas hasta secuencias acuáticas. “Sandy es icónica”, afirmó Zegler, quien destacó la capacidad de la diseñadora para mantener la esencia clásica mientras imprime su sello inconfundible.
La Reina Malvada: oscuridad con alta costura
Gal Gadot brilla como la imponente Reina Malvada, que deslumbra con nueve trajes creados en tonos negros, verdes y violetas. El más majestuoso es el vestido violeta con capa y capucha, decorado con lentejuelas, una cola de 6,5 metros y joyas que parecen salidas de un vitral gótico. Su corona, liviana a pesar de su apariencia, fue pintada a mano e inspirada en fragmentos de vidrio del castillo.
A diferencia de la versión animada, este vestido solo aparece en un número musical, lo que lo convierte en un momento visualmente inolvidable.
Una aldea con estilo renacentista
El vestuario no se detiene en las protagonistas. Powell lideró un equipo de más de cien personas para vestir a los aldeanos del reino, inspirándose en pinturas holandesas y flamencas del Renacimiento. Se utilizaron miles de metros de tela teñida y pintada a mano para crear unas 1.800 piezas, incluyendo sombreros, delantales, cinturones y zapatos.
En Blanca Nieves, la moda se convierte en un personaje más, uno que no solo embellece, sino que también narra, emociona y da vida a una historia tan antigua como relevante.
