Moda

¿La sostenibilidad es ‘costosa’? La realidad detrás de la moda sostenible y la economía circular

Este debate sobre el consumidor de moda sostenible se dio en medio de Colombiamoda + Colombiatex 2023.

Moda y joyería sostenible
Moda y joyería sostenible - Foto: Flashpop

El mundo, desde hace varios años se encuentra en medio de una emergencia ambiental y la moda es uno de los mayores responsables pues la industria fashion emite mil megatoneladas de dióxido de carbono al año según la ONU, organización que catalogó a la producción de prendas de vestir y accesorios como la segunda más contaminante del mundo.

Es así como en medio del desarrollo de Colombiamoda + Colombiatex 2023 en Medellín se han dado varias discusiones sobre nociones que afectan a toda la cadena de producción de la industria de la moda, incluido el consumidor final, y la sostenibilidad es un concepto que ha hecho parte del debate en los últimos años.

Esta feria, una de las más importantes de su clase en la región, propuso tener una serie de charlas educativas sobre el mundo fashion. El ‘Pabellón del Conocimiento’ se ha convertido en el espacio abierto al público para “construir conocimiento de manera colectiva y confrontar la teoría con la práctica”. Este espacio conectará el conocimiento de los aliados y expertos nacionales e internacionales más importantes del Sistema Moda con estudiantes, profesionales, emprendedores, empresarios y creativos.

Fue así como hace poco se llevó a cabo el conversatorio “Sostenibilidad vs. Circularidad: el dilema de los nuevos materiales”, en el que participaron Andrea Mejía, directora de Cultura Circular; Jorge Petitt, director retail Melt y Catalina Carvajal, CEO de ´Infinita es Inifinita’. Y entre lo que se discutió, la accesibilidad a la moda sostenible fue uno de los temas más complejos y más comentados.

Moda sostenible
Moda sostenible | Foto: copyright

Economía circular en la moda y su costo: los retos de la sostenibilidad en la industria de la moda

Lucety Carreño, periodista de moda y negocios, propuso un desafío, al parecer, evidente en el acceso a la moda sostenible y se encuentra en el poder adquisitivo de su consumidor, en especial en países de Latinoamérica como Colombia: “Estamos hablando de que, de acuerdo con cifras de Inexmoda, solo es entre un 6 y un 8% quienes en el país consumen moda sostenible, y ahí entran unos temas como la democratización, el acceso y la economía de los hogares colombianos”.

Al respecto, Jorge Petitt, director retail Melt, dio su opinión al ser parte del eje de producción de moda sostenible en el país: “Cuando uno ve ciertos tipos de economía, ya uno se da cuenta que la circularidad y la sostenibilidad están en una pirámide muy pequeñita de la gente y no tenemos la posibilidad de acceso a la mayoría de personas. Sí, obviamente hay marcas de fast fashion muy grandes que todos conocen y que para el 2030 cambiarán del 80 al 90 % de su portafolio, pero pueden porque tienen los recursos”.

Además de esto, los expertos comentaron que en otros lugares del mundo sí está la posibilidad de acceder a la moda sostenible pero también porque las personas en su cultura tienen una visión global de mercados que piden “temas sostenibles”. Pero hablando de Colombia, al parecer ese mercado no se ve. ¿Por qué?

“La sostenibilidad es una inversión y una muy grande, hablando también desde quienes la producen. Uno dice ‘el coste de la tela vale tanto por metro’ y muchas marcas van a decir que no está en su modelo financiero porque nuestros algodones orgánicos y fibras naturales tienen un proceso que no es económico y por supuesto el consumidor final va a notar ese costo”, expresa Catalina Carvajal, CEO de ´Infinita es Inifinita’.

¿Cómo logramos que realmente sí se hagan cambios y que no sean más que un solo sello? “Si nosotros no empezamos a cambiar esa forma como pensamos y como vemos las cosas, pues es muy difícil llegar a a la meta que finalmente es el desarrollo sostenible, a donde tenemos que llegar y nosotros no podemos esperar. Y claro, vivimos en un mundo y sobre todo en un país donde el tema económico tiene muchísima fuerza. Pues si yo tengo que escoger entre comprar alimentos o ropa, pues no voy a pensar en temas de sostenibilidad, pero yo creo que es importante darnos cuenta de qué, como beneficio para la sociedad, no puede ser barato”, concluye Andrea Mejía, directora de Cultura Circular.