Moda
Karina Ochoa, la promesa de la moda colombiana que diseña en el metaverso
El metaverso representará una posibilidad en el mercado de 800 mil millones de dólares para 2024.
Aunque el metaverso no existe todavía, sí existen esbozos de lo que podría llegar a ser: una convergencia absoluta del mundo físico con el digital, un universo en el que todos tendremos la posibilidad de diseñar nuestros gemelos digitales o avatares y vivir a través de ellos. Comprar propiedades, viajar, casarse y vestirse con colecciones de marcas exclusivas serán una realidad en este mundo virtual.
La clave del metaverso es vivir una experiencia completamente inmersiva que se asemeje a la vida real, donde las interacciones sean libres y en tiempo real. Aunque el término fue acuñado hace 30 años por el autor de ciencia ficción Neal Stephenson en su novela Snow crash, publicada en 1992, resurgió en 2021 luego de que el creador de Facebook, Mark Zuckerberg, asegurara que hacerlo realidad era su mayor ambición.
Incluso, la idea está cogiendo tanta fuerza que, de acuerdo con Bloomberg Intelligence, el mercado del metaverso podría alcanzar los 800 mil millones de dólares en 2024. Los videojuegos y la moda serán los sectores de mayor avanzada en este camino.
Colombia no está por fuera de esta innovación que, según señalan los expertos, es la siguiente gran revolución tecnológica de la historia mundial. Una de las representantes en el país es Karina Ochoa. Fue la mente maestra detrás de la primera pasarela digital en la historia de Colombiamoda y que hoy ya diseña colecciones en 3D para plataformas que hacen parte de los primeros universos del metaverso.
Karina es una de las promesas de la industria de la moda digital colombiana y estadounidense. Diseña, corta y ensambla todas sus colecciones cien por ciento en computador. “Siempre quise hacer moda, pero de una mejor manera, con una propuesta mejorada. Creo que llevamos muchos años haciendo moda de una manera muy similar y siento que hoy con la ayuda de la tecnología tenemos más posibilidades para explorar e innovar”, asegura Ochoa en conversación con Fucsia.
La diseñadora paisa es profesora en Colegiatura del primer curso de moda digital en Colombia, Latinoamérica y Centroamérica. Diseñó, junto a Browzwear, una editorial para Vogue Escandinavia, ganó la categoría de Talento Emergente del Bogotá Fashion Film Festival y participó en el Digital Fashion Week de Nueva York.
Su pasión casi innata por lo digital en el sector de la moda hizo que la diseñadora, egresada de la Escuela Arturo Tejada Cano, decidiera hacer maletas y empezar de cero en Nueva York hace casi 10 años. Aplicó a una beca en el “Fashion Institute of Technology”, aprendió inglés y trazó su camino en un país extranjero.
“Casi finalizando mis estudios en FIT abrieron un laboratorio enfocado al uso de la tecnología para el desarrollo de problemáticas en la industria de la moda. Allí utilizaban Browzwear, un software de diseño de moda digital en 3D que brinda soluciones innovadoras en el sector. Desde ese momento decidí que eso era lo que quería hacer por el resto de mi carrera profesional”, cuenta Karina.
Una oportunidad
La diseñadora asegura que, aunque intentó trabajar en el sector de la moda digital luego de graduarse del FIT, no existían plazas en el mercado para ejercer y fue sólo hasta que la pandemia por covid-19 azotó al mundo que se abrieron oportunidades en la industria de la moda, la cual vio la necesidad de explorar a fondo las bondades de lo digital.
Así nació Infinito Project, una colección exclusiva en 3D diseñada para que cualquier persona pueda vestirse digitalmente, dentro o fuera del metaverso. Está compuesta por 6 prendas que rinden tributo a la tradición textil colombiana a través de los colores representativos de la fauna y la flora nativa, combinados con la moda urbana latina y el futurismo.
“La colección está en un retailer de moda llamado DressX, donde puedes comprar ropa digital, reemplazando el fast fashion y evitando la contaminación del planeta. Con DressX tenemos la oportunidad de medirnos ropa que nunca nos probaríamos en la vida real. Es ropa que no existe en el mundo físico y fue diseñada única y exclusivamente para el mundo digital. Tener esas posibilidades en el sector enriquecen positivamente la experiencia de los usuarios”.
Justamente, DressX es una de las miles de tiendas virtuales dedicadas a la venta de colecciones de ropa digital en el mundo que han iniciado su inmersión en el metaverso. Fue creada en 2019 por Daria Shapovalova y Natalia Modenova, cuenta con más de 200 diseñadores y cerca de 50 mil prendas digitales. Su auge y apuesta por la democratización de la industria del diseño de moda responde a la estrategia adoptada por famosas marcas que también le han apostado al ciberespacio.
Es el caso de Gucci y Ralph Lauren, quienes ya tienen su propia tienda online en Roblox. O Balmain, la reconocida marca de lujo francesa, que firmó una alianza con Altava a través de colecciones NFT. Louis Vuitton y Balenciaga hicieron colaboraciones para el videojuego Fortnite. Y firmas como Givenchy, Diesel, Calvin Klein, Armani, Adidas, Nike y Dolce & Gabbana tampoco se han quedado atrás.
Por el medioambiente
Vestirse en el metaverso será, sin duda, una de las prácticas a futuro con mayor rentabilidad en el mercado, razón por la cual es imprescindible lograr la confianza del consumidor.
Al respecto, la diseñadora colombiana sostiene que “las redes sociales se han convertido en una ocasión de uso. Por eso es importante lograr la integración de la moda con lo digital para que las personas que consumen moda en la vida real entiendan la importancia de estar más presentes en esos espacios, especialmente en temas de sostenibilidad”.
Con la demanda en aumento del metaverso, desarrolladores de aplicaciones en todo el mundo continúan trabajando en la creación de filtros de realidad aumentada con ropa en 3D para que usuarios de redes sociales puedan vestirse digitalmente bajo la marca de grandes casas de moda y generar contenido de calidad en sus perfiles. Esto ayudará, asegura la diseñadora, a reducir sustancialmente el porcentaje de desechos y residuos que anualmente deja la industria de la moda.
Se estima que al año el sector de la moda deja cerca de 92 mil toneladas de residuos textiles. Es responsable del 10 % de la contaminación global, convirtiéndose en una de las industrias más contaminantes del planeta.
Esta problemática ha llevado a Karina Ochoa a abrazar también la causa medioambiental en la industria: “tenemos que tener la conciencia de ser más sostenibles, reducir el fast fashion y la contaminación a través de los beneficios que nos brinda la tecnología”.
Vestirse en el metaverso será, entonces, no sólo una de las prácticas más rentables del mercado, sino también una forma de implementación efectiva de la moda digital para la reducción en el impacto ambiental que ha traído consigo la larga y complicada cadena de producción del sistema de la moda.