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Adolfo Domínguez

, 26/8/2009

El famoso modisto español que ha vestido a la princesa Leticia y a Penélope Cruz planea abrir una tienda de ropa en Bogotá.

Adolfo Dominguez - Foto:

El diseñador de moda español Adolfo Domínguez posee un porte distinguido y una sencillez evidente . Es una persona auténtica, producto de vivir en el campo, lejos de las grandes urbes a las que llegan sus diseños innovadores, sobrios y de gran calidad.

Domínguez, considera que la moda debe ser práctica y cómoda. “La moda es cambio, la marca el cansancio de las formas y los colores”, comenta el diseñador quien afirma que la clave de las nuevas tendencias es el aburrimiento de las mujeres con lo que usan. “Te pasas del crudo y vas al gris, te cansas del gris y vas al rojo, te cansas de ir ceñida y te sueltas; el ser humano cambia todo el tiempo, y a eso hay que ser atentos”, comenta, y agrega que esto se refleja en todo: “si tus padres visten de una manera, tu vestirás de otra; si tus padres decoran de una manera, tu lo harás de otra. Antes los cambios eran lentos cada 50 o 100 años porque las posibilidades tecnológicas eran mínimas, pero como ahora eso es vertiginosa, los cambios se te vienen encima cuando apenas has salido de uno.”

El valor de lo clásico
Sin embargo, Domínguez reconoce, como alguna vez dijera Marcel Marceau, que lo clásico siempre será respetado: “llamamos clásico a lo mejor de lo que producimos. Es lo que permanece y dura, lo que trasciende al paso del tiempo. No todo lo que producimos queda, el consenso de las generaciones con el paso del tiempo define lo que quedará como clásico... no llega a uno por ciento.”

Se declara gran admirador de la mujer, pues dice que educar a un hijo es muy meritorio, “no valoro más a los hombres yo vivo con una mujer hace más de 30 años, es diseñadora y trabaja conmigo, pero impera mi nombre porque lo puso mi padre”.

La moda es Industria
Adolfo Domínguez no cree en las inspiraciones temporales ni en la necesidad de contar con un ambiente especial para diseñar las colecciones de moda.
“Esto no es pintura, ni es poesía, ni arte puro, esto es un objeto industrial, hacemos costuras con alta pretensión artística, pero es industrial. Yo soy un tipo bastante disperso y curioso, no es necesario encerrame para trabajar, habrá quien se encierre pero no es mi estilo.” En su empresa hay más de dos mil personas en nómina, entre las que incluye a arquitectos, informáticos e ingenieros. Es un organismo complejo que funciona con equipos.

Expandirse por Latinoamérica
Su objetivo es estar en todas las cuidades grande de Latinoamérica, ya ha abierto tiendas en Santiago, Lima, Quito y espera continuar abriendo en otras partes el mundo. Por ahora, nos queda esperar a la aperura de su tienda en Bogotá.