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Con los que saben

, 15/12/2010

Si de ir a la fija se trata, basta con recurrir a estos cuatro expertos para que su matrimonio no pase inadvertido ni mucho menos sea uno del montón.

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Giovanni Lanzoni
Eventos sin límites
Los medios de comunicación se refieren a él como “el gurú del montaje de eventos en Colombia”. Giovanni Lanzoni, es capaz de montar desde un matrimonio inolvidable, hasta un concierto multitudinario en la frontera de Colombia.

No hay evento al que no se le mida. Cuando lo contrataron para producir el concierto por la paz que promovió Juanes en un puente de Cúcuta, su respuesta fue: “Esto es tan atípico como organizar un concierto en un ascensor”, pero igual lo hizo.
En lo que a bodas se refiere, él ha estado detrás de las más importantes y renombradas del país. Una de las últimas fue la de Yamid Amat Jr. y Ligia Donado, en la que, luego de la ceremonia, los invitados llegaron a un espectacular quiosco entre Barranquilla y Santa Marta, en donde se llevó a cabo la fiesta. Uno de los matrimonios más comentados fue el de Sebastián Echavarría y Natalia Gotrett, en Cartagena. Para esa ocasión, Lanzoni se encargó de llenar el baluarte de San Ignacio con unas grandes toldas y unos impresionantes arreglos florales.

Tal vez, el haber crecido entre las presentaciones y puestas en escena del ballet de Sonia Osorio, su madre, tuvo algo que ver con la pasión que desarrolló por producir eventos y estar tras bambalinas. Toda fiesta grande que sea comentada, seguro tuvo previamente a este hombre fornido caminando, con su walkie-talkie y chaleco de muchos bolsillos, por los alrededores del lugar. Todos los eventos que hace son, como él, por lo alto.


Maria Margarita Lievano
Liévano Joyeros
Se podría decir que es la primera que se entera de muchos matrimonios, pues su joyería en el Parque de la 93 es una de las preferidas por los novios para comprar el anillo de compromiso y las argollas de matrimonio que le darán a su futura esposa.

María Margarita no jugó con muñecas, sino con joyas, pues su padre es el fundador de una de las joyerías más prestigiosas de Bogotá. Sus vacaciones de infancia, cuando no estaba en la finca familiar recogiendo café, las pasaba aprendiendo a calibrar y a mezclar metales bajo la mirada atenta de su papá. Adelantada para su época, cuando la Internet ni se vislumbraba, estudió Gemología por correspondencia cuando ya había tenido a sus dos sus hijos. Su vida son las joyas, las piedras preciosas y el placer que le da ver a una novia contenta con alguno de sus diseños exclusivos hechos a mano por los orfebres de la joyería. Es enfática cuando dice que ella no vende anillos de compromiso, pues lo que hace es asesorar a los muchachos que llegan a hacer una de las compras más importantes de su vida. “Me gusta consentirlos, oírlos hablar de las novias para ir haciendo un diseño que sea especial y único”, anota, y luego añade que para ella no hay mejor recompensa que la cara de felicidad de la pareja cuando vuelven por las argollas de matrimonio.

María Margarita es una de las más respetadas por la calidad de sus piezas y por la confianza que brinda. Ante eso, ella dice que, al igual que los abogados, los médicos y los curas, lo que se habla en su joyería nunca sale de allí, pues una propuesta de matrimonio es un secreto que debe ser muy bien guardado.


Natalia Arango
Vestidos de aquí y de allá

No era nada fácil encontrar en Colombia vestidos de novia de marcas como Rosa Clará, TWO by Rosa Clará, Almanovia, La Sposa by Pronovias o N&N Novias y Novias. Marcas con gran reconocimiento en este segmento de la moda, pero que había que ir a buscar a España o Estados Unidos. Ante ese panorama, Natalia Arango, una antioqueña inquieta por los negocios, vio allí entre otras cosas la forma de tener su propia empresa y no tener jefes. Así nació Natalia Arango Novias, un sitio por el que semanalmente desfilan decenas de mujeres en busca de asesoría. Sostiene que lo mejor de su oficio es que cada clienta, encuentra en en ella una mano amiga y el conducto para que los sueños se hagan realidad.

Por eso, en su local del barrio El Poblado, de Medellín, hay tantos vestidos como gustos existen. La clásica sale completamente satisfecha. La vanguardista se siente en su salsa. La sexy encuentra la manera de mostrarse. Y la convencional tiene muchas opciones para ser feliz. Además, toda la corte –mamá, hermanas, amigas, damas de honor y demás familiares de los novios– tienen la opción de vestirse con ropa de última tendencia, pues Natalia Arango Novias también ofrece vestidos de fiesta. Incluso los novios tienen opciónes allí. Como quien dice, todos de punta en blanco en un solo lugar.


Ximena Villar
El arte de saber invitar

Su dedicación a las artes gráficas hace de Borvill Impresores una de las empresas de mayor reputación en el diseño de tarjetas de matrimonio. Mucho tiempo antes de imprimir su sello propio a las tarjetas y papelería con la marca Borvill, Ximena Villar era una apasionada de la literatura. Su formación le viene de su padre, el periodista Carlos Villar Borda, y durante el tiempo en que la familia vivió en Washington ella aprendió inglés para dedicarse a la traducción. A su regreso a Colombia, trabajó siete años en la compañía Thomas de la Rue, hoy Thomas Greg & Sons, y luego creó la línea de papelería Borvill Impresores, hace ya casi veinticinco años. El diseño de tarjetas de matrimonio es, hoy por hoy, el fuerte de esta empresa. Ximena se actualiza constantemente participando en grandes ferias sobre el tema en Estados Unidos: “Asisto dos veces cada año al Bridal Extravaganza Show, en Houston, y a otro certamen especializado en papelería, en Nueva York. Represento desde hace quince años a la marca norteamericana Strathmore.
 
También utilizo otras marcas, con el fin de ofrecerles a mis clientes varias posibilidades”.
El fuerte de Borvill es el altorrelieve, pero también la termografía o falso relieve y otras técnicas: “Me gustan la tinta y el papel, y aunque estoy pendiente de todo, prefiero la producción. En lo personal, su hija, Marcela García, su mamá, Olga Riviere de Villar, y su nieto, Sean, son sus grandes amores: “Mi nieto me hace feliz, la mayor recompensa que Dios le concedió a la mujer es la de ser abuela”.

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