Relaciones
¿Cómo se vive la tusa? Duele el corazoncito, pero sales porque sales
Las rupturas amorosas nos llevan a un hoyo oscuro, del que creemos, no podremos salir jamás. Pero lo cierto es que el sol vuelve a aparecer al final del camino y la vida retorna a su equilibrio.
Apuesto a que todos hemos tenido una tusa en algún momento de nuestras vidas. ¡Ay! ¡Cómo nos duele nuestro corazoncito! Sentimos que se ha ido una parte de nosotros, lloramos, pataleamos, sentimos que nos ahogamos y que nos vamos a morir del dolor. ¡Sniff!
Lo cierto es que nadie se muere por una tusa maluca. Al principio no creemos que esta situación nos esté pasando, entramos en negación, nos reímos y lo vemos como irreal. Luego decimos ok, pues creemos que no nos duele y nos hacemos los fuertes, y momentos después empezamos a entender que sí pasa, que nuestra pareja se ha ido y comenzamos a sentir el vacío, como si alguien hubiese fallecido. Escuchamos música triste, decimos: “es que sin ti no puedo vivir”, y a partir de ese momento realmente empieza a dolernos el corazoncito. Nuestro diálogo interno está lleno de culpas, vemos todo como negativo y nos sentimos pésimo.
Luego, miramos hacia el futuro y solo encontramos caos y tristeza, todo por aquel que se fue. Y nos seguimos martirizando con sus fotos, sus recuerdos, el peluche que nos regaló y lo que nos compró. Muchas personas empiezan a beber para ahogar las penas, pero resulta que las berracas saben nadar y continuamos sintiéndonos fatal, y peor con el guayabo del día siguiente. Pero allí no termina: vemos sus redes sociales y empezamos a buscar a aquel o aquella por quien probablemente nos cambió, y para rematar, nos comparamos sintiéndonos aún peor, revolcándonos en el dolor. ¡Nuestro amor propio, echado a la basura!
Y entonces, ¿qué podemos hacer? Tras la ruptura hay pensamientos que nos generan un mar de emociones negativas, tristeza, miedo, ira, nostalgia, y nos convertimos en mártires expertos y víctimas. Pero bueno, hay mucho que podemos hacer para que nuestros pensamientos se aquieten y salgamos de esa tusa rapidito. El sentimiento puede estar, pero, ¿nos sirve sentirnos así de mal? No, no sirve. Así que, tan pronto te sorprendas pensando en tu ex, tírate las orejitas y cambia el canal.
Y también aplica estas reglas de amor propio:
1. Elimina todo tipo de recuerdos que te traigan a la mente a tu ex y procura botar todo lo que te l@ recuerde.
2. No lo busques, ni le ruegues.
3. Elimina, bloquea o bórralo de tus contactos, incluyendo sus redes sociales.
4. Evita beber porque las penas aprenden a nadar... y ya sabes.
5. Escucha música que te haga vibrar, que te transmita seguridad, confianza, ganas de moverte y que sea diferente a la que escuchabas con tu ex.
6. Procura hacer algo de actividad física, haz ejercicio, baila y canta a grito herido (así llores).
7. Mejora y cambia tu look así no tengas fuerza, ¡ánimo!
8. Planea actividades que llenen esos días en los que compartías con tu ex y proponte salir de la ciudad, ir a nadar, verte con tus amigos, montar a caballo, hacer algún deporte extremo. No pasa nada si vas solo.
9. Ver televisión e ir a cine también es una buena opción. Por estos días, Prime Video lanzó su nueva producción, A grito herido, perfecta para quienes no están pasando por su mejor momento sentimental. Un plan perfecto para reír y cerrar heridas en el que conocerás la historia de cinco mujeres, quienes viven el amor y el desamor de diferentes maneras. Puedes verla dando clic aquí.
10. Aprende a amar tu soledad y date tiempo para ti. Entre mejor te veas, mejor te sentirás y posiblemente tu ex se dé cuenta de todo lo que perdió.
11. Evita las venganzas y no malgastes tu energía vital pensando en esa persona.
12. Procura llevar un diario de sentimientos en el que te des un espacio para ti y vayas escribiendo cómo te sientes en tu día a día.
13. Llora todo lo que puedas así parezcas un niño. Nos hemos acostumbrado a decirle a las personas “no llores”, pero el llanto te limpia y te ayuda a sanar, por eso dale con fuerza y llora todo lo que puedas, porque cuando ya no te salgan más lágrimas, podrás salir adelante y superar la tusa.
14. Procura hacer cosas divertidas y trata de reír a carcajadas, así no tengas ganas.
15. Respira profundo y abraza un árbol, déjate llevar por su energía.
16. Di frases positivas relacionadas con la superación de este estado en voz alta para que te escuches y te vayas enfocando en lo realmente importante.
17. Recuerda que primero que todo, somos nosotros los que debemos amarnos. Y es que, si no nos amamos, seremos pateados por la sociedad y la vida.
18. Procura darte tu tiempo. Es falso que un clavo saca otro clavo, y en cambio sí abre más la herida.
19. Piensa en ti, vibra con la vida y piensa que ya todo pasará. Recuerda que el tiempo sana las heridas.
20. Si te sientes muy mal visita a un psicólogo, porque de esta tusa sales porque sales.
21. Suéltalo y déjalo ir…
Con el apoyo de Prime Video.