Perros guías, la solución para lograr una integración social

Las mascotas, en especial los perros, se han convertido en la mano derecha para aquellas personas que tienen alguna discapacidad física o alteración emocional, devolviéndoles la funcionalidad que necesitan para llevar una vida laboral y social en igualdad de condiciones a la de cualquier otro individuo.

En Colombia se han dado los primeros pasos sobre la importancia de esta ayuda y aunque dentro de la legislación aún faltan aspectos por trabajar, existen normas y proyectos de ley que buscan darle cada vez más la relevancia que merece el tema. Además, se tienen centros de entrenamiento para estos animalitos en donde, a través de una rutina controlada, se logra crear verdaderos asistentes caninos y gatunos.

Un poco del marco legal

El tema de inclusión ha calado dentro de las leyes colombianas y a partir de él se han trabajado en normas que apoyen el desarrollo integral de todos los ciudadanos con alguna condición de discapacidad, contemplando las ayudas que estos requieran. Aquí mencionamos algunas de ellas:

• En la Constitución Política de Colombia de 1991 en los artículos 13 y 47 “el Estado se compromete a proteger a aquellas personas que por su condición física, mental y/o sensorial, se encuentren en circunstancias de debilidad manifiesta, así como adelantar una política de prevención, rehabilitación e integración social para las personas con discapacidad física, sensorial y psíquica, a quienes prestarán la atención especializada que requieran”.
• En el 2003, el decreto 1660, define las ayudas vivas, es decir, los animales de asistencia que facilitan la accesibilidad de las personas con discapacidad. De igual manera, se establece que se deberá permitir a las personas con discapacidad el acompañamiento de ayudas vivas, sin costo adicional en el transporte público.
• El Código de Policía también contempla algunas normas al respecto como lo es la ley 1801 bajo la cual “no se le le puede impedir el ingreso o permanencia de perros lazarillos que, como guías, acompañen a su propietario o tenedor, en lugares públicos, abiertos al público, sistemas de transporte masivo, colectivo o individual, o en edificaciones públicas o privadas”.

A pesar de los esfuerzos, el desconocimiento de la gente frente a este tema ha ocasionado que en muchas ocasiones se les impida el ingreso por llevar su amigo de cuatro patas, por eso el INCI, Instituto Nacional para Ciegos, hace énfasis en que se requiere una ley específica, para que las personas ciegas tengan la plena seguridad de entrar a los establecimientos públicos con su asistencia animal, sin ningún tipo de obstáculo o temor.

Un perro guía o un perro de servicio

Contrario a lo que se podría pensar, no todos los animalitos guías sirven para todas las ayudas. Según el centro de adiestramiento Mytherapawtic para perros guías, es importante conocer estas clasificaciones:

Un perro guía o Seeing Eye Dog: es un perro cuidadosamente seleccionado y entrenado que sirve como una herramienta que facilita el desplazamiento y la recuperación de su sentido de independencia en personas que tienen impedimentos visuales graves o no videntes (ciegas).

Un perro-oído o perro de señal: es un perro que ha sido entrenado para alertar a una persona que tiene una pérdida significativa de la audición o es sorda cuando se produce un sonido, como un golpe en la puerta.

Perro de servicio psiquiátrico: es un perro que ha sido entrenado para llevar a cabo tareas que ayudan a las personas con discapacidades mentales a detectar el inicio de episodios psiquiátricos y aminorar sus efectos.

SSigDOG (perros señal sensorial o perro señal social): es un perro entrenado para ayudar a una persona con autismo. El perro avisa al manejador cuando este manifiesta movimientos repetitivos distractores comunes entre las personas con autismo, lo que permite a la persona dejar de hacer el movimiento (por ejemplo, aleteo de manos).

Perro de asistencia y alerta médica: son perros de asistencia específicamente seleccionados, educados y adiestrados para detectar a través de su olfato una subida o bajada de azúcar producida por la diabetes o un ataque epiléptico y avisar así con antelación a su dueño; un perro que responde a convulsiones epilépticas es un perro entrenado para ayudar a una persona con un trastorno convulsivo. Cómo el perro le sirve a la persona depende de las necesidades de cada una.

En entrevista con Fucsia, las expertas Helena Martín Zambrano, especialista en Intervenciones Asistidas con animales: y Helen Caballero Leguizamón, especialista en modificación de conducta felina e intervención asistida con animales; hablaron sobre el abecé que toda persona debe conocer sobre los animalitos guías o de servicio.

Fucsia: ¿Qué es un perro guía o de servicio?

Helena Martín Zambrano: un animal de servicio hace referencia a cualquier perro que ha sido seleccionado y entrenado para realizar tareas en beneficio de una persona con una discapacidad, incluida una discapacidad física, mental, sensorial, psiquiátrica, intelectual u otra discapacidad mental.

F.: ¿Qué tareas puede realizar un perro guía o de servicio ?

H. M. Z.: las tareas desempeñadas pueden incluir, entre otras cosas, tirar de una silla de ruedas, recuperar artículos que se han caído, alertar a una persona acerca de un sonido, recordarle a una persona que tome un medicamento, oprimir un botón del ascensor, alertar a la persona acerca de una posible crisis, acompañar a una persona a enfrentar una crisis, interrumpir comportamientos autolesivos, entre otras tareas, que varían según las necesidades de la persona.

Fucsia: ¿Cuál es la importancia de un perro guía y qué razas sirven para prestar este tipo de apoyo?

Helen Caballero Leguizamón: un perro guía o perro de servicio le permite a su guía recuperar el sentido de independencia y la capacidad de vivir de forma plena siendo funcional en sus áreas. No hay ninguna regulación que exija que sean de alguna raza específica, incluso, sobre todo en Estados Unidos hay Pitbulls guía o de servicio y deben ser respetados por su rol más que por su raza. Sin embargo, las razas que frecuentemente han desempeñado este rol por su selección genética son: Labrador Retriever , Golden Retriever , Pastor Alemán / Belga Malinois , Bernés de la Montaña, entre otros.

F.: ¿Cuál es el proceso para poder tener un perro guía?

H. C. L.: existen instituciones especializadas que se dedican a seleccionar, entrenar y brindar apoyo a quienes requieren un perro guía, en este caso los perros son propiedad privada de la institución y cuando la persona fallece deben retornar el perro a la institución, en algunos casos el perro es propiedad del guía y la institución que se encarga de su entrenamiento simplemente vela por su bienestar, teniendo presentes los tiempos de jubilación.

F.: ¿Cuál es el costo de un perro guía o de servicio?

H. M. Z.: puede variar dependiendo de las necesidades de cada persona, se debe entrenar al perro para apoyar diferentes momentos que deben ser evaluados por el profesional de la salud y el profesional encargado de su entrenamiento con fines terapéuticos, entre más actividades y habilidades deba tener el perro mayor tiempo será requerido para su entrenamiento y eso aumentará los costos.

F.: ¿Cómo es el entrenamiento de un perro guía o de servicio y cuánto tiempo se puede demorar?

H. M. Z.: depende de la etapa de desarrollo del perro, la socialización que ha tenido, entre otros factores biológicos y de aprendizaje, también dependerá del tiempo de las redes de apoyo que tenga la persona, ya que el entrenamiento de un perro guía o de servicio debe ser permanente y exhaustivo.

El tiempo depende del número de conductas que deba aprender el perro y la constancia de quienes estén involucrados en su entrenamiento, el tiempo mínimo requerido que exigen algunas instituciones son 180 horas, otras 600 horas todo depende de la necesidad del guía.

F.: ¿Cómo se debe identificar un perro guía?

H. M. Z.: siempre debe portar su chaleco de identificación preferiblemente donde especifique el rol que cumple y la instrucción de no consentir al perro, no distraerlo , mantener la distancia, entre otras.

El guía debe portar un documento membretado en el cual la institución o los profesionales de salud aprueban la necesidad de la permanente compañía del perro con su guía y las tareas que cumple el perro en beneficio de su salud. Adicionalmente, el profesional en conducta canina debe certificar que el perro cumple con los comportamientos aptos para desempeñar su rol, cumpliendo las tareas para las cuales ha sido entrenado y caracterizándose por su comportamiento ejemplar para permanecer con su guía en lugares donde normalmente no son aceptados animales de compañía.