Recolección de heces de mascotas: alternativas ecológicas para cuidar el medio ambiente

Tener una mascota es lo mejor que nos puede pasar, además de convertirse en una gran compañía, se vuelven nuestros mejores amigos, pues, además de poder salir a caminar o ver una película con ellos, nos podemos desahogar.

Hoy en día podemos afirmar que son más las parejas que quieren tener perritos o gatos en vez de hijos, pero igual se debe tener el compromiso total para darles una buena calidad de vida.

Un dato contundente a nivel nacional es que, de acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), en el país el 67 % de los hogares cuentan con al menos una mascota, en concreto son 4.4 millones las familias.

Sin embargo, a veces se nos olvidan ciertas responsabilidades que conlleva tener un gato o un perro, sobre todo un canino porque requiere mucha más atención y energía.

Al mejor amigo del hombre es importante demostrarle todo el amor que les tenemos por medio de ciertas acciones como, por ejemplo, alimentarlos bien, peinarlos, sacarlos a caminar, llevarlos al veterinario, entre otras acciones necesarias; no obstante, hay una que en diversas ocasiones dejamos por fuera y es muy importante.

Las consecuencias en el medioambiente de la mala disposición de heces de nuestras mascotas

La ecología y la responsabilidad que tenemos hacia los otros humanos es de vital importancia. En ocasiones, se nos olvida recoger las heces de nuestras mascotas y lo pasamos como desapercibido o simplemente algunos le echan arena encima sin saber las repercusiones que pueden tener más allá de ser una molestia o una suciedad.

De acuerdo con la empresaria de Adriana Bedoya, creadora de Ecopoop y participante del programa de emprendedores SharkTank, los principales afectados por dejar pasar este tipo de detalles son los niños y ancianos porque son mucho más vulnerables y en el caso de los menores, por ejemplo, cuando están en los parques, ya sea jugando o gateando están más cerca a esas toxinas.

Igualmente, las partículas tóxicas que están expuestas al aire libre por la materia fecal, supone un riesgo para la salud de todos, sobre todo de los menores de edad, quienes usualmente son los que más frecuentan las zonas verdes.

Pero al mismo tiempo, por la cantidad de peluditos que hay en el país, también es alarmante la alta cantidad de bolsas de plástico que se usan para recoger sus desechos o deposiciones, lo que además supone más contaminación.

Normalmente, en Colombia, y sobre todo en conjuntos residenciales, hay botes de basura normales en los que se mezclan los residuos con las heces de las mascotas, sin embargo, a medida que avanza todo, también el interés por ayudar al medioambiente y crear servicios o productos para la recolección de desechos de estos seres vivos en los que se les da el tratamiento adecuado.

Las alternativas para ser responsables ecológicamente

Hoy en día existen algunas alternativas en el mercado poco conocidas, pero bastante accesibles y como dueños responsables no solo del bienestar de nuestro hijo gatuno o perruno, sino también de todas las personas que se podrían ver afectadas por ciertas acciones, es necesario que procuremos concientizarnos para cambiar por el bien de todos.

Un ejemplo de esas alternativas que podemos tener a la mano es la empresa de Bedoya, cuyo objetivo principal es evitar la proliferación de enfermedades, virus o bacterias, además de disminuir el calentamiento global por medio de la transformación de los patógenos que producen los excrementos.

Por ejemplo, según Bedoya, por cada tonelada que procesan de estos residuos: “se capturan 2200 kilos de carbono y se liberan 63 kilos de oxígeno y el residuo que queda después de quitarle las bacterias es abono orgánico muy bueno para las plantas, entonces ahí encontramos un impacto grandísimo en el medioambiente”.

Además, con las bolsas de basuras que ponen en cada uno de los contenedores que instalan, también pasan por un proceso de desinfección para poder ser utilizados más adelante como parte de unas láminas para hacer pisos de plástico.

Adicionalmente, tienen un inactivador de orina que está hecho a base de plantas que le ayuda a muchas personas a que sobre todo sus perros no se hagan en espacios que no deberían, como por ejemplo un carro, una puerta o una columna dentro del conjunto.

De acuerdo con la empresaria, cada vez más hogares tomarán la decisión de vivir con mascotas y si en conjunto los individuos tienen más certeza de ello y de la importancia del equilibrio que debe haber entre sus cuidados y el medioambiente, habrá una mejor convivencia y, finalmente, se podría convertir en una disciplina.

Pero para los mininos también hay alternativas, sobre todo porque aquellos que conviven con ellos saben lo fuerte que pueden llegar a oler sus necesidades, por lo que una empresa nacional pensó en cómo solucionar esta problemática de una manera más amigable con el medioambiente.

Bajo el nombre de ECOCAT se creó un sustituto a la arena tradicional para gatos 100 % natural elaborada a base de maíz. Es una arena libre de polvo, hipoalergénica, libre de químicos y preservativos. Además, su proceso de elaboración cuenta con estándares de alta calidad, posicionándola como una arena premium, totalmente inocua y que controla la proliferación bacteriana.

En Fucsia queremos que todo aquel que tenga un animal de compañía sea consciente de todo lo que conlleva ser dueño de estos seres vivos, de que es importante darles una calidad de vida completa, una buena alimentación, sacarlos, consentirlos, vacunarlos, ser aseados y no dejarlos solos por mucho tiempo.