ser ama de casa no es trabajar

Para muchos que una mujer decida no emplearse y quedarse en la casa cuidando a los hijos es igual a no trabajar.

No suelen recibir ningún reconocimiento por la jornada laboral que desempeñan a tiempo completo.

Así fue como un tatuador de la Florida decidió publicar en Facebook una conversación hipotética entre un supuesto psicólogo y un hombre que se volvió viral.

Lo que comenzó como un reconocimiento a “todas las mujeres que dedican sus vidas al bienestar de sus familias” terminó siendo un detonante del tema.

Esta es la reivindicación de Ryshell Castleberry para las mujeres que “no” trabajan:

"¡Mi esposa no trabaja!"- la conversación entre un psicólogo (P) y un hombre (H):

P: ¿Qué hace para ganarse la vida, señor Rogers?

H: Yo trabajo como contable en un banco.

P: ¿Y su esposa?

H: No trabaja. Ella es ama de casa.

P: ¿Quién prepara el desayuno para su familia?

H: Mi mujer, porque ella no trabaja.

P: ¿A qué hora se levanta su mujer?

H: Se despierta temprano para organizarlo todo. Prepara el almuerzo para los niños, se asegura de que estén bien vestidos y peinados, que desayunen, que se cepillen los dientes y lleven todas las cosas del colegio. Despierta al bebé y le cambia los pañales y la ropa. Le amamanta, también.

P: ¿Cómo van sus hijos al colegio?

H: Los lleva mi mujer, porque ella no trabaja.

P: Después de llevar a sus hijos al colegio, ¿qué hace?

H: Normalmente piensa en algo que pueda hacer para aprovechar que está fuera, para no tener que sacar y meter la sillita del carro muchas veces, como pagar facturas o hacer las compras. A veces, si se le olvida algo, tiene que hacer el viaje otra vez, con el bebé encima. Cuando vuelve a la casa tiene que alimentar al bebé de nuevo, cambiarle el pañal y prepararlo para su siesta. Ordena la cocina y luego se encarga de lavar la ropa y de la limpieza de la casa. Ya sabe, porque ella no trabaja.

P: Por la noche, después de volver a casa desde la oficina, ¿qué hace usted?

H: Descanso, por supuesto. Bueno, estoy cansado después de trabajar todo el día en el banco.

P: ¿Qué hace su esposa por la noche?

H: Hace la cena, se la sirve a mis hijos y a mí; lava los platos, ordena una vez más la casa, se asegura de que el perro esté en la casa y guarda lo que sobra de la cena. Después de ayudar a los niños con las tareas les pone la pijama y cambia los pañales del bebé; les da un vaso de leche y se asegura de que se cepillen los dientes. Una vez en la cama se despierta varias veces para amamantar al bebé y cambiarle los pañales si lo necesita mientras descansamos. Porque ella no tiene que levantarse temprano para ir a trabajar.

Así termina la conversación imaginaria (e irónica) entre el psicólogo y el supuesto marido.

Pero ese no era el fin del mensaje de Ryshell:

“Esta es la rutina diaria de muchas mujeres en todo el mundo, empieza por la mañana y continúa hasta altas horas de la noche...

¿A esto se le llama "no trabajar"?

Ser ama de casa no tiene diplomas, ¡pero tiene un papel clave en la vida de la familia! Disfruta y aprecia a tu esposa, madre, abuela, tía, hermana, hija... porque su sacrificio no tiene precio.

Y retoma un discurso hipotético:

Alguien le preguntó... "¿Eres una mujer que trabaja o eres solo ‘ama de casa‘?".

Ella respondió: "Yo trabajo como esposa del hogar, 24 horas al día."

Soy una madre.

Soy una mujer.

Soy una hija.

Soy el despertador en las mañanas.

Soy la cocinera.

Soy la empleada doméstica.

Soy la profesora.

Soy la mesera.

Soy la niñera.

Soy una enfermera.

Soy una trabajadora manual.

Soy una agente de seguridad.

Soy la consejera.

Soy la que consuela.

No tengo vacaciones.

No tengo permiso por enfermedad.

No tengo un día libre.

Trabajo de día y de noche. Estoy de guardia todo el tiempo. No recibo un sueldo (si lo recibiera seguramente sería inferior al del hombre) y... aun así, suelo escuchar la frase: "¿Pero qué haces todo el día?".

La publicación ha sido compartida 400 mil veces, tiene más de 700 mil interacciones y 450 comentarios (entre alabanzas y críticas).

Y sí, lo cierto es que nos cuesta creer que hoy en día las mujeres aún sean criticadas por sus elecciones de vida.

Si un hombre decide trabajar, es normal, y si decide quedarse en la casa cuidando a los hijos es un buen padre. En cambio si las mujeres trabajan (además de tener que lidiar con la licencia de maternidad), son malas madres y si se quedan en la casa son perezosas.

¡Suficiente con las pendejadas!