Enclothed Cognition: cómo lo que usamos influye en nuestra mente

La ropa no solo refleja nuestra personalidad o estilo; también tiene un impacto profundo en cómo nos sentimos, pensamos y actuamos. Este fenómeno, conocido como Enclothed Cognition, ha despertado el interés de psicólogos y científicos del comportamiento por la manera en que lo que vestimos influye en nuestra mente y, en consecuencia, en nuestras acciones. El término fue acuñado por los investigadores Hajo Adam y Adam D. Galinsky, quienes en un estudio revolucionario demostraron que la ropa tiene el poder de afectar los procesos psicológicos del usuario, activando conceptos abstractos a través de su significado simbólico.

El experimento, que puso a prueba la hipótesis de estos investigadores, reveló que la indumentaria puede influir en nuestra cognición de maneras sorprendentes. Los participantes que vestían batas de laboratorio, por ejemplo, mostraron un mayor nivel de concentración y precisión en las tareas que se les asignaron. El simple hecho de llevar una prenda asociada con el trabajo científico activó en sus mentes las cualidades simbólicas de rigor y atención, lo que se tradujo en un mejor desempeño.

Este fenómeno no se limita a ropa específica como uniformes o batas de laboratorio. La Enclothed Cognition sugiere que cualquier prenda, dependiendo de su simbolismo, puede modificar nuestra actitud y comportamiento. Usar un traje puede hacernos sentir más seguros y poderosos, mientras que un atuendo deportivo puede aumentar nuestra motivación y energía para el ejercicio.

La ropa deportiva ha evolucionado mucho en ese aspecto de combinar la funcionalidad con lo fashion», explican los voceros de SHEIN para Colombia. “Ir a comprar tu outfit te impulsa a querer usarlo en tu entrenamiento. Si es cómodo y te hace lucir bien, vas a querer vestirlo cada día. Es un pretexto positivo para no huirle a la actividad física”.

La moda, entonces, no es solo una cuestión estética o superficial. Está íntimamente conectada con nuestras emociones, decisiones y rendimiento diario. Esto abre un campo fascinante sobre cómo podemos utilizar la ropa como una herramienta psicológica para influir en nuestro propio comportamiento y bienestar, desde mejorar nuestra productividad hasta reforzar nuestra autoestima.

Moda y funcionalidad, un dueto poderoso para ir al gym

Desde leggings con estampados modernos hasta camisetas de tejidos tecnológicos, la posibilidad de mezclar estilo con rendimiento está al alcance de todos. La clave está en encontrar un equilibrio entre moda y funcionalidad para maximizar los beneficios físicos y mentales de tu atuendo deportivo.

“Una de las misiones de la línea deportiva de SHEIN es transformar el ocio deportivo premium en un estilo de vida que esté al alcance de todos”, declara la compañía. “Marcas como Glowmode, por ejemplo, redefinen el athleisure al ofrecer calidad y diseño excepcionales a precios sorprendentemente accesibles. El objetivo es despertar el brillo interior de cada mujer, dotándola de la confianza que se obtiene al verse y sentirse mejor”.

Elegir ropa deportiva de calidad y con un buen ajuste es fundamental para sentirse cómodo durante la actividad física. Prendas que absorben el sudor, permiten la transpiración y se adaptan al movimiento hacen la diferencia entre un entrenamiento incómodo y uno exitoso.

Por otro lado, en la dimensión psicológica, elegir un buen outfit deportivo funciona como efecto placebo. Al sentirse cómodo y atractivo, aumenta la percepción de esfuerzo y mejora el rendimiento. El acto de vestirse con ropa de ejercicio va preparando al cerebro para la actividad del día.

Además, si las prendas hacen sentir a las personas bien consigo mismas, aumenta su autoestima y les ayuda a sobreponerse a los retos del entrenamiento. Se pueden encontrar prendas que empaten con la personalidad de cada persona: colores, modelos y características que se acompañen a cada rutina. Las posibilidades son infinitas.