El cartero que revolucionó el aguacate Hass

A principios del siglo XX, un cartero californiano con un espíritu emprendedor y una curiosidad innata, Rudolph Hass, realizó una acción que transformaría el mundo de la gastronomía para siempre. En su pequeño jardín, lejos de imaginar el impacto global que tendría, decidió plantar un árbol de aguacate, buscando mejorar su calidad de vida mediante un cultivo que parecía prometedor. Sin embargo, lo que nació de ese árbol no fue el aguacate común que esperaba, sino una variedad distinta que cambiaría para siempre la forma en que el mundo conocía este fruto: el aguacate Hass.

Con su cáscara rugosa y oscura, su textura cremosa y su sabor inconfundible, el aguacate Hass se convirtió en una joya de la cocina. Esta variedad, que surgió casi por accidente, pronto capturó la atención de los agricultores y chefs por igual, extendiéndose rápidamente desde el pequeño jardín de Rudolph hacia los mercados de todo Estados Unidos, y eventualmente, del mundo entero. Hoy, el aguacate Hass es sinónimo de calidad y frescura, un fruto que trasciende su origen humilde y se convierte en un ingrediente esencial en las cocinas globales.

Pero esta historia, aunque comenzó en California, ha encontrado en Colombia uno de sus capítulos más destacados. En los fértiles suelos del país, el aguacate Hass ha hallado un entorno ideal para su cultivo, y sus campos se han convertido en una de las principales fuentes de exportación de esta variedad. Es aquí, en las montañas y valles colombianos, donde el aguacate encuentra el clima perfecto para desarrollar sus características únicas, con una pulpa suave y un sabor que no deja indiferente a ningún paladar.

Corabastos: el corazón del aguacate Hass en Bogotá

En Bogotá, el principal escenario para la llegada de este fruto es Corabastos, el centro de distribución y comercio agrícola más grande de Colombia. Cada día, toneladas de aguacates Hass llegan a este mercado, provenientes de diversas regiones del país. Los agricultores y comerciantes ven en este fruto no solo una fuente de ingresos, sino un símbolo de la riqueza natural y de la calidad que distingue a los productos colombianos.

Los colores, los aromas y la energía vibrante del lugar capturan la esencia del comercio agrícola del país. Y entre todos los productos, el aguacate Hass destaca no solo por su presencia, sino por su valor en la dieta de millones de colombianos. Es el ingrediente estrella de guacamoles, ensaladas, sándwiches, y platos gourmet que se sirven tanto en hogares como en restaurantes de alta cocina.

Un fruto con historia, calidad y futuro

La historia del aguacate Hass, que comenzó como una curiosidad botánica en el jardín de un cartero californiano, hoy resuena en cada mercado y cocina del mundo. Su capacidad para adaptarse a diferentes suelos y climas lo ha convertido en un pilar de la gastronomía global. Sin embargo, es en mercados como Corabastos donde su verdadero impacto se hace tangible, donde día a día miles de consumidores tienen acceso a este fruto de calidad excepcional, producto de la dedicación y el esfuerzo de comunidades enteras.

El aguacate Hass no es solo un fruto. Es un testimonio de cómo algo tan sencillo como plantar un árbol puede cambiar el curso de la historia gastronómica mundial. Desde el jardín de Rudolph Hass hasta los vibrantes pasillos de Corabastos, este aguacate ha recorrido un largo camino, y su legado sigue creciendo, tanto en los platos que adorna como en las economías que impulsa.