Salud y bienestar
¿Cómo manipular el pollo adecuadamente para evitar infecciones?
Conozca las razones por las que no debe lavarlo cuando está crudo.

Lavar los alimentos antes de comerlos es fundamental para prevenir enfermedades que puedan ser transmitidas por los mismos. En ese sentido, los expertos también ofrecen una serie de recomendaciones a la hora de manipular algunas proteínas como en el caso del pollo crudo.
Lavarlo de manera correcta es esencial para evitar la propagación de bacterias dañinas. En este artículo, te brindaremos consejos basados en la información proporcionada por expertos en nutrición para lavar el pollo de forma segura y reducir el riesgo de infecciones.

La importancia de la higiene alimentaria al manipular pollo crudo
Cuando se trata de preparar pollo crudo, es crucial seguir pautas de higiene estrictas para prevenir la propagación de bacterias. Los expertos en nutrición destacan que lavar el pollo crudo podría resultar contraproducente, ya que puede dispersar las bacterias presentes en su superficie. Estas bacterias, como la salmonella y el campylobacter, son las principales causantes de enfermedades transmitidas por alimentos.
La mayoría de las bacterias dañinas se destruyen al cocinar el pollo a una temperatura interna segura de al menos 75 °C. Lavando el pollo crudo, existe el riesgo de contaminar utensilios de cocina, superficies y otros alimentos cercanos. En lugar de lavarlo, los expertos en nutrición recomiendan enfocarse en medidas preventivas, como almacenar y manipular adecuadamente el pollo crudo.
Medidas preventivas para reducir el riesgo de infecciones al manipular pollo crudo
- Almacenamiento adecuado: Es fundamental mantener el pollo crudo en la parte más baja del refrigerador, en un recipiente o envase que impida que los jugos goteen y contaminen otros alimentos. Esto ayuda a prevenir la propagación de bacterias en caso de que haya alguna fuga.
- Limpieza y desinfección: Antes y después de manipular el pollo crudo, es esencial lavarse las manos a fondo con agua caliente y jabón durante al menos 20 segundos. Además, asegúrate de desinfectar todas las superficies de la cocina, como tablas de cortar, cuchillos y mostradores, después de estar en contacto con el pollo crudo.
- Utensilios separados: Utiliza utensilios diferentes para manipular alimentos crudos y cocidos. Esto ayuda a prevenir la contaminación cruzada. Nunca uses el mismo cuchillo, tabla de cortar o plato para cortar pollo crudo y luego servirlo sin haberlo lavado y desinfectado adecuadamente.
- Cocinar a la temperatura adecuada: Asegúrate de cocinar el pollo a una temperatura interna segura de al menos 75 °C. Utiliza un termómetro de cocina para verificar que el pollo esté completamente cocido. Esto ayuda a eliminar las bacterias dañinas presentes en el pollo crudo.

Para tener en cuenta
Lavar el pollo crudo no es la forma más efectiva de prevenir infecciones. Los expertos en nutrición recomiendan seguir medidas preventivas como el almacenamiento adecuado, la limpieza y desinfección constante, la separación de utensilios y la cocción a la temperatura interna adecuada.
Al seguir estos consejos, puedes reducir significativamente el riesgo de infecciones transmitidas por alimentos y garantizar una preparación segura del pollo. Recuerda que la higiene alimentaria es fundamental para proteger la salud de tu familia.