Arte rupestre y petroglifos, la joya escondida de Guainía

Desde su nombre, que significa “tierra de muchas aguas” en la lengua indigena yurí, Guainía es un paraíso fluvial con una rica biodiversidad, que lo hace un destino ideal para vivir experiencias turísticas enfocadas en la sostenibilidad y la naturaleza. Sus paisajes bastos en verdes y fauna cautivan a cualquiera que los visita, especialmente por la presencia de arte rupestre.

Los petroglifos, grabados ancestrales sobre piedra, representan la cultura, la sabiduría y la vida de las comunidades indígenas. El departamento cuenta con más de 80 de ellos, ubicados en el Museo Comunitario del Guainía, que queda a orillas del río Inírida.

Conoce más sobre las maravillas turísticas de Guainía a continuación:

Este museo cuenta con una disposición a cielo abierto y está compuesto por siete Puntos Vivos museales, distribuidos por toda la región, lo que hace que los visitantes vivan una experiencia única, pues cada uno de ellos cuenta con colecciones y dinámicas propias.

En el Punto Vivo Parque Rupestre Amarrú, localizado en la comunidad Curripaco de Coco Viejo, en Sabanitas, se encuentran ejemplares de tallados hechos años antes de la colonización española, revelando testimonios de civilizaciones pasadas. Los turistas pueden observarlos sólo entre diciembre a marzo, temporada en la que la selva tiene un corto verano y el caudal del río Inírida baja mostrando las imponentes piedras.

5 experiencias para enamorarse de Guainía

-Realizar un recorrido en lancha a través de La Estrella Fluvial del Oriente en Puerto Inírida.

-Practicar etnoturismo y conocer las artesanías de moriche realizadas por la etnia Curripaco en Sabanitas.

-Probar el casabe de yuca, un pan crujiente y delgado tradicional de la región.

-Practicar turismo de naturaleza y conocer los Cerros de Mavicure.

-Asistir al Festival de Verano de Sabanitas en enero y bañarse en sus balnearios naturales.