Hollywood
Maestros detrás del sexo
Revista FUCSIA, 27/10/2013
La historia de la pareja que derrumbó los mitos de la sexualidad en Estados Unidos llega a la televisión con escenas sexuales explícitas y bellos trajes de los años cincuenta.
¿Alguna vez se ha preguntado qué le pasa al cuerpo mientras está teniendo sexo? Esa misma pregunta se la hicieron al ginecólogo William Masterss y su fiel asistente, la estudiante de psicología Virginia Johnson, hace seis décadas, cuando era casi imposible mencionar la cuestión de si una mujer llegaba o no al orgasmo, o cada cuánto se masturbaba.
La respuesta a este intrigante cuestionamiento científico se reveló en el libro Masters of Sex, escrito por Thomas Maier, y ahora podremos conocerla a través de una interesante adaptación televisiva que lleva el mismo nombre del libro, y que narrará cómo era la vida sexual de los norteamericanos en los años cincuenta.
Michael Sheen, el actor que alguna vez le dio vida al exprimer ministro británico Tony Blair en el filme The Queen, es el encargado de calcar cada gesto y palabra del científico del sexo, William Masters. Mientras que Lizzy Caplan, recordada por su participación en Chicas pesadas, es la compañera incondicional del doctor Masters, su ayudante Virginia Johnson.
Masters y Johnson pasaron a la historia como los científicos pioneros en develar los secretos de la sexualidad humana, después de que el médico Alfred Kinsey hiciera sus famosos estudios en 1930.
Los maestros del sexo causaron una revolución sexual con sus hallazgos que involucraron la observación de parejas disfuncionales mientras tenían relaciones sexuales. Los avances tecnológicos en la ciencia les fueron de mucha ayuda a esta dupla que se dedicó a observar a 276 parejas casadas que se prestaron para que sus relaciones sexuales fueran grabadas y monitoreadas a través de electrocardiogramas y electroencefalogramas.
Además, con la creación de un falo plástico que contenía una minicámara, ellos pudieron observar lo que sucede dentro de la vagina mientras una mujer tiene un orgasmo. Por supuesto, estas prácticas fueron fundamentales para definir la actividad sexual del cuerpo humano, y así mismo estuvieron en el centro del debate en el que participaron varias asociaciones conservadoras. Ahora, unas cuantas décadas después, el director de la galardonada serie Roma, y la productora de The Pacific, se unieron para mostrarle a los televidentes todo lo que quisieron saber de sexo y nunca se atrevieron a preguntar.
La moda y el deseo reprimido
Desde la aparición de series como Mad Men, que sedujo a los televidentes retrotrayendo de nuevo el estilo galante y cuidadoso de los años cincuenta, los productores se contagiaron nuevamente de
este periodo de la historia para dar fe de que todo tiempo pasado fue mejor.
Michelle Ashford, productora ejecutiva de Masters of Sex, reconoce que “no se quiere fetichizar la era de los cincuenta en la televisión”, pero con esta nueva producción seguramente los vestidos ceñidos a la cintura y las faldas tipo lápiz se volverán a poner de moda. Detrás de las escenas de esta nueva serie está la diseñadora Ane Crabtree, responsable del vestuario de otras producciones como Pan Am y Los Soprano. Para Masters of Sex, ella quiso exhibir especialmente todo el deseo sexual reprimido en la era de los cincuenta a través del vestuario.
Piezas rígidas, siluetas rectas, blusas sobre abotonadas y diminutos corbatines forman parte del largo ropero que Crabtree diseñó. “Los trajes comunican la disconformidad de una época en que la lana picaba, las camisas se almidonaban y los hombres llevaban corbatines todo el día, por eso también verán a los personajes constantemente ajustando su cuello, arreglando sus blusas y manteniendo sus faldas impecables”, añade la diseñadora del vestuario.
Entre tantas formalidades y colores pastel, el doctor Masters y su asistente Johnson desnudaron lo que había debajo de tanta ropa y rompieron con los tabúes que la sociedad norteamericana había tejido alrededor del sexo. Martin Sheen decidió hacer una ardua investigación sobre su personaje, el doctor Masters, un hombre estricto que se caracterizaba por ser introvertido y tener poco tacto con las mujeres. Para interpretarlo exigió que sus corbatines fueran diseñados minuciosamente, pues se enteró de que el verdadero William Masters usaba corbatines que su madre le confeccionaba. A raíz de eso la encargada del vestuario contrató a un sastre que estuviera a diario en las grabaciones para que reprodujera cada detalle a imagen y semejanza.
Los escenarios, principalmente consultorios y laboratorios, fueron pensados para que reflejaran esa aura clínica que acompañó al doctor Masters y su compañera durante sus investigaciones. “Quisimos recrear un ambiente muy científico. No hay casi adornos, pero usamos una gama de colores brillantes y piezas vintage que ayudaron a que la atención del televidente esté en las personas y no en el ambiente”, apuntó el diseñador de espacios Michael Wylie.
Simultáneamente al estreno de la serie, la cadena Showtime abrió una instalación en la Openhouse Gallery de Nueva York, donde construyeron una réplica exacta del laboratorio de Masters y Johnson en el que los visitantes aprenderán más sobre la historia del sexo en Estados Unidos, a través de líneas de tiempo interactivas.
La propuesta de Masters of Sex va más allá de mostrar gente desnuda mientras copula. Aquí los productores y los actores quisieron contarle a las nuevas generaciones un poco de historia que se apartara de los vampiros enamorados y las guerras de tronos, pues este episodio científico le dio pie a los inicios de la revolución sexual y se fue consolidando con movimientos feministas, la aparición de símbolos sexuales y las revistas para adultos.
La historia de una pareja progresista que se dedicó a investigar lo que sucede mientras se obtiene un orgasmo es la apuesta de esta temporada para aquellas audiencias que ahora saben mucho sobre sexo, pero que siempre querrán saber más.
La respuesta a este intrigante cuestionamiento científico se reveló en el libro Masters of Sex, escrito por Thomas Maier, y ahora podremos conocerla a través de una interesante adaptación televisiva que lleva el mismo nombre del libro, y que narrará cómo era la vida sexual de los norteamericanos en los años cincuenta.
Michael Sheen, el actor que alguna vez le dio vida al exprimer ministro británico Tony Blair en el filme The Queen, es el encargado de calcar cada gesto y palabra del científico del sexo, William Masters. Mientras que Lizzy Caplan, recordada por su participación en Chicas pesadas, es la compañera incondicional del doctor Masters, su ayudante Virginia Johnson.
Masters y Johnson pasaron a la historia como los científicos pioneros en develar los secretos de la sexualidad humana, después de que el médico Alfred Kinsey hiciera sus famosos estudios en 1930.
Los maestros del sexo causaron una revolución sexual con sus hallazgos que involucraron la observación de parejas disfuncionales mientras tenían relaciones sexuales. Los avances tecnológicos en la ciencia les fueron de mucha ayuda a esta dupla que se dedicó a observar a 276 parejas casadas que se prestaron para que sus relaciones sexuales fueran grabadas y monitoreadas a través de electrocardiogramas y electroencefalogramas.
Además, con la creación de un falo plástico que contenía una minicámara, ellos pudieron observar lo que sucede dentro de la vagina mientras una mujer tiene un orgasmo. Por supuesto, estas prácticas fueron fundamentales para definir la actividad sexual del cuerpo humano, y así mismo estuvieron en el centro del debate en el que participaron varias asociaciones conservadoras. Ahora, unas cuantas décadas después, el director de la galardonada serie Roma, y la productora de The Pacific, se unieron para mostrarle a los televidentes todo lo que quisieron saber de sexo y nunca se atrevieron a preguntar.
La moda y el deseo reprimido
Desde la aparición de series como Mad Men, que sedujo a los televidentes retrotrayendo de nuevo el estilo galante y cuidadoso de los años cincuenta, los productores se contagiaron nuevamente de
este periodo de la historia para dar fe de que todo tiempo pasado fue mejor.
Michelle Ashford, productora ejecutiva de Masters of Sex, reconoce que “no se quiere fetichizar la era de los cincuenta en la televisión”, pero con esta nueva producción seguramente los vestidos ceñidos a la cintura y las faldas tipo lápiz se volverán a poner de moda. Detrás de las escenas de esta nueva serie está la diseñadora Ane Crabtree, responsable del vestuario de otras producciones como Pan Am y Los Soprano. Para Masters of Sex, ella quiso exhibir especialmente todo el deseo sexual reprimido en la era de los cincuenta a través del vestuario.
Piezas rígidas, siluetas rectas, blusas sobre abotonadas y diminutos corbatines forman parte del largo ropero que Crabtree diseñó. “Los trajes comunican la disconformidad de una época en que la lana picaba, las camisas se almidonaban y los hombres llevaban corbatines todo el día, por eso también verán a los personajes constantemente ajustando su cuello, arreglando sus blusas y manteniendo sus faldas impecables”, añade la diseñadora del vestuario.
Entre tantas formalidades y colores pastel, el doctor Masters y su asistente Johnson desnudaron lo que había debajo de tanta ropa y rompieron con los tabúes que la sociedad norteamericana había tejido alrededor del sexo. Martin Sheen decidió hacer una ardua investigación sobre su personaje, el doctor Masters, un hombre estricto que se caracterizaba por ser introvertido y tener poco tacto con las mujeres. Para interpretarlo exigió que sus corbatines fueran diseñados minuciosamente, pues se enteró de que el verdadero William Masters usaba corbatines que su madre le confeccionaba. A raíz de eso la encargada del vestuario contrató a un sastre que estuviera a diario en las grabaciones para que reprodujera cada detalle a imagen y semejanza.
Los escenarios, principalmente consultorios y laboratorios, fueron pensados para que reflejaran esa aura clínica que acompañó al doctor Masters y su compañera durante sus investigaciones. “Quisimos recrear un ambiente muy científico. No hay casi adornos, pero usamos una gama de colores brillantes y piezas vintage que ayudaron a que la atención del televidente esté en las personas y no en el ambiente”, apuntó el diseñador de espacios Michael Wylie.
Simultáneamente al estreno de la serie, la cadena Showtime abrió una instalación en la Openhouse Gallery de Nueva York, donde construyeron una réplica exacta del laboratorio de Masters y Johnson en el que los visitantes aprenderán más sobre la historia del sexo en Estados Unidos, a través de líneas de tiempo interactivas.
La propuesta de Masters of Sex va más allá de mostrar gente desnuda mientras copula. Aquí los productores y los actores quisieron contarle a las nuevas generaciones un poco de historia que se apartara de los vampiros enamorados y las guerras de tronos, pues este episodio científico le dio pie a los inicios de la revolución sexual y se fue consolidando con movimientos feministas, la aparición de símbolos sexuales y las revistas para adultos.
La historia de una pareja progresista que se dedicó a investigar lo que sucede mientras se obtiene un orgasmo es la apuesta de esta temporada para aquellas audiencias que ahora saben mucho sobre sexo, pero que siempre querrán saber más.