Bienestar Emocional
Aprende a respirar para alcanzar la eterna juventud
¿Se nos olvidó respirar? Y no nos referimos a respirar para sobrevivir sino a respirar para vivir mucho mejor. Los expertos explican.
Es la medicina más barata que existe.
Respirar de una manera profunda y calmada contribuye a mejorar condiciones crónicas como la ansiedad y la depresión, a aliviar el dolor, a bajar el colesterol, a combatir el insomnio y la hipertensión, entre otros males. Una cura milagrosa que en teoría suena sencilla. O acaso ¿hay algo más cotidiano y automático que tomar aire y expulsarlo?
Los especialistas estiman que lo repetimos unas 20000 veces al día, pero en este caso, al parecer, la práctica no hace al maestro: “Aquello que se vuelve costumbre se olvida. Lo hacemos de manera inconsciente y eso gracias a que el cuerpo es muy sabio, pero nosotros no reconocemos que se trara del vínculo más inmediato que tenemos con la existencia. Cuando un niño nace eso es lo primero que hace antes de llorar y cuando una persona muere lo último es exhalar.
La palabra respirar tiene la misma raíz que ‘espíritu’ y también hay una asociación con el término ‘ánima’, sinónimo de alma, que significa ‘aliento de vida”, explica el psicoterapeuta José María Bernal.
Hasta nuestro columnista Adolfo Zableh piensa que todo está en respirar
Por eso, reaprender esta acción se ha convertido en una de las tendencias de 2017, al punto que existe personal certificado para enseñar las tácticas más eficientes, e igual variedad de libros, como And Breathe, y documentales, Free the Mind, entre otros productos, cuyos contenidos están llenos de tips de respiración.
“Los bebés nos dan clases de cómo hacerlo: inflan el abdomen al tener una respiración diafragmática responsable del estado de relajación de la mente. En cambio, muchos adultos solo utilizan el pecho, porque los patrones culturales borran ese instinto y las mujeres, por ejemplo, terminamos metiendo barriga para vernos bien, de manera que la mayoría de la gente escasamente usa el 30 por ciento de su capacidad pulmonar”, señala la antropóloga Ángela Losada, directora de la fundación El arte de vivir, que tiene presencia en 160 países y cuya misión es contribuir a un mundo “libre de estrés y de violencia”.
Su fórmula estrella: una técnica llamada Sudarshan Kriya® (en español se traduce como “visión clara de uno mismo”), que incorpora distintos ritmos respiratorios con el fin de armonizar el cuerpo y las emociones.
El Stress Resource Center de Harvard destacó el impacto positivo que tiene este método para tratar a pacientes depresivos que habían buscado refugio en el alcohol. El Stanford Report reveló cómo veteranos de las guerras de Irak y Afganistán afectados por el síndrome de estrés postraumático que huían de las terapias habituales e incurrían en el abuso de sustancias adictivas, sentían un mayor alivio gracias al trabajo con la respiración y la meditación. Una investigación realizada por la Universidad de California encontró que dichas rutinas disminuían el comportamiento impulsivo de los adolescentes.
En Colombia, miembros de las FARC y familiares de los diputados del Valle asesinados pudieron reunirse luego de asistir a talleres de este tipo. “Llegué a Cuba creyendo que había sanado y no era así. Fue una limpieza, no podía parar de llorar, hubo unos con vómito y otros con diarrea. Hoy, aunque tengo dolor, me deshice del sufrimiento y la rabia que paralizan, aferran al pasado y no permiten avanzar en los proyectos. Incluso me preguntan que si estoy enamorada porque me veo más joven, como iluminada”, comenta Fabiola Perdomo, viuda de Juan Carlos Narváez.
Quizá no solo se debe a su bienestar espiritual, sino al efecto de la renovación celular. De hecho, los animales más longevos, como las tortugas, son los que respiran más largo.
“La paz empieza en uno mismo. Decidí volverme instructora cuando experimenté en mí la transformación. Hace ocho años estaba muy mal por cuenta de una tusa y entrenarme en esto me enseñó a vivir en el presente, a entender que si bien hay situaciones que no se pueden cambiar, uno decide de qué manera afrontarlas, pues fortalece la resiliencia”, confiesa Losada.
“Por otra parte no es un secreto que las mujeres tenemos índices de estrés superiores y una mayor propensión a las enfermedades cardiovasculares. La razón es que asumimos más cargas entre el hogar y el mundo laboral y a eso se suma que nos caracterizamos por un pensamiento ‘rumiativo’, le damos muchas vueltas a las cosas en nuestra cabeza. Una respiración consciente nos ayuda a refinar uno de nuestros valores agregados que es la inteligencia emocional”.
La experta advierte que pese al boom de este ‘Nuevo Yoga’, como lo describió Vogue, es necesaria la asesoría de un especialista. Hay disciplinas que tienen entre sus pilares la buena respiración; el sistema pilates, el pranayama, las artes marciales y, en general, las ciencias orientales potencian esta conexión: “Nosotros dictamos un programa de 3 días. Lo han tomado 300 millones de asistentes en el mundo que quedan capacitados para continuar por su cuenta”. Una de ellas es la actriz Natalia Durán, para quien sus rituales de respiración son una inyección diaria de energía: “Pongo toda mi atención en este alimento tan importante que es el oxígeno y eso se nota en mi vitalidad”.
Suena contradictorio, pero el frenetismo de la vida actual convive con el sedentarismo. Ya se habla de la apnea tecnológica: sus síntomas son dejar de inhalar mientras se revisa un mensaje de texto y las redes sociales o al chatear. La agitación constante hace que se respire de modo superficial, corto y rápido, un estilo propio de las situaciones de peligro. El problema es que se queda implantado y con ello el cerebro recibe el mensaje de que persiste el riesgo, aunque la persona esté echada en un sofá frente al televisor. Entonces se libera cortisol —la hormona del estrés—, se aceleran las pulsaciones y sube la presión, lo que conlleva a problemas digestivos, ansiedad y deterioro del sistema inmune.
“Hay que relajar la exhalación, mecanismo por el cual se expulsan las toxinas. Por el contrario solemos contenerla y eso no es lo natural, es como si uno fuera al baño en cámara lenta. Muchas de las tensiones corporales que traemos en el cuello, los hombros y el pecho tienen que ver con estos malos hábitos. Además, se atrofia el cuerpo afectivo y cargamos con los sentimientos inapropiados. De ahí que la respiración se utilice como herramienta terapéutica para el autoconocimiento y para hacer procesos de catarsis”, sostiene Bernal.
Basta notar, como apunta Losada, que a cada sensación corresponde un patrón distinto: “si uno está molesto es entrecortado, si está triste exhala más… Y así como cada estado de ánimo induce un ritmo respiratorio, cambiar dichos ritmos sirve para regular las emociones”. Pese a la devoción con la que explica el poder transformador de estas técnicas, aclara que ni es un culto ni debería verse como una moda: “hay monjas instructoras y voluntarios de todas las religiones. Es que la respiración es universal”.
Sáquele provecho al aire
“En situaciones difíciles lleve la atención a la respiración. Cierre los ojos y tome aire larga y profundamente. Observe cómo este es fresco al entrar por su nariz y cómo sale más tibio cuando lo expulsa. Tómese 5 minutos”. Ángela Losada, directora del Arte de Vivir en Colombia.
“En lugar de recurrir al café para despertarse cada mañana, aconsejo realizar el siguiente ejercicio: al levantarse de la cama, antes de hacer cualquier cosa, vaya a un lugar cómodo. Párese con los pies un poco separados, a la distancia de los hombros, y flexione un poco las rodillas, subiendo y bajando rápido, mientras respira de la misma manera, hiperventilando siempre por la nariz. Suelte brazos y hombros. Hacerlo durante un minuto oxigena el cerebro y a la vez relaja”. José María Bernal, especialista en respiración terapéutica.
Más información: El arte de vivir www.elartedevivir.orgTeléfono: 806 9942, Bogotá
José María Bernal Cel: (314) 767 55 41 e-mail: josemariabernalperez@gmail.com
Si esto te gustó es probable que quieras leer mucho más sobre BIENESTAR EMOCIONAL