Carolina Sepúlveda La diseñadora

 
Cuando Carolina se matriculó en la universidad, lo hizo en la carrera de Cine sin darle importancia a las muchas veces en que se hacía su ropa, tuvo un negocio de camisetas pintadas por ella y, en un intercambio de un año a Israel, compró algunas pashminas y pañuelos que transformó en camisas, shorts y faldas.

“Lo mío era el cine, la moda me parecía muy superficial”, dice con franqueza. Sin embargo, al poco tiempo sintió que tenía que hacer algo más y se inscribió en Diseño de Vestuario en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, sin muchas expectativas. “Desde la primera clase me sentí totalmente conectada y completa con cada tema”.
Hace un año, sintió la necesidad de vincular el diseño y la moda con la identidad, el origen, lo básico. Siempre le ha gustado diseñar a partir de lo complejo para generar un resultado simple en las prendas. El nombre de la marca, Aldea, surgió porque hay una gran similitud entre cómo funcionan estas comunidades y la forma en que ella diseña.

Sus prendas encierran la complejidad de estos asentamientos humanos, donde para buscar agua hay que caminar largas horas hasta encontrar una fuente natural o un pozo. En las piezas que diseña Carolina resulta evidente que se trata de un diseño muy simple, como la vida de los aldeanos, que depende de las necesidades básicas. De ese concepto general surgió ‘Láctea’, la colección que la llevó a ganar el concurso de FUCSIA y que está basada en la leche, sus posibilidades de transformación y los colores y texturas que se logran con ésta.

Carolina siempre fue una niña inquieta. En el colegio asistió a clases extracurriculares e hizo parte de todas las obras y espectáculos del Colegio Hebreo de Cali. Desde que se graduó de Diseño de Moda no se ha quedado quieta. Hizo cursos de Cool Hunting en el IED de Barcelona, estudió francés en París y ha tomado clases en La Salle College.
Sabe que quien se fija una gran meta tiene que ir escalando peldaños para alcanzarla. Para llegar allá, dice, hay que ponerse objetivos. Ella ya ha cumplido muchos. Por ejemplo, ha ganado concursos como el Atelier, organizado por Estudio de Moda, Coletex y Marquillas S.A., ha tenido experiencias laborales en importantes empresas como Inexmoda, Marithé & François Girbaud, en Italia, o Maria Cornejo, en Nueva York. “Esta nueva experiencia de haber ganado el concurso de FUCSIA es, sin duda, la más grande hasta ahora”, anota.

Y es que para poder mostrar su colección en la Pasarela FUCSIA, dentro de la feria de moda más importante de Colombia, Carolina tuvo que pasar tres etapas: una propuesta preliminar de la colección que llevará a Colombiamoda, la presentación de otros diseños de la marca no relacionados con la nueva colección, y la de nuevos diseños de la colección, con modelos, styling y accesorios. Esta última la presentó en Bogotá ante un jurado especializado, del cual forman parte los directivos de FUCSIA, fotógrafos de moda, diseñadores y patrocinadores. “Pasé cada etapa y acá estoy”, dice feliz, porque después de la pasarela el próximo 27 de julio, la Aldea estará en la mira de todo país.