Camila Freire, una apasionada por el marketing que es ejemplo de empoderamiento femenino

El equilibrio entre el trabajo y la familia se ha convertido en una prioridad en los últimos años. La pandemia por covid-19 trajo consigo cambios drásticos en la vida de las personas, dentro de los que se destacan la amplificación del teletrabajo y la necesidad de delimitar tiempos laborales y tiempos en familia. Camila Freire, una brasileña apasionada por el marketing, sabe que el secreto del éxito es darle a todo su lugar, por eso no solo sobresale como una ejecutiva en una de las compañías más grandes del mundo, sino que también se lleva todos los honores como madre.

Nació en Río de Janeiro, Brasil, y desde muy pequeña mostró sus ganas de explorar y comerse el mundo. Parte de su infancia fue en Caracas, Venezuela, debido al trabajo de su papá. Esta experiencia marcaría su futuro, y al regresar a su tierra natal se dio cuenta de que lo que ella realmente quería era conocer diferentes culturas.

Su mayor pasión

Camila confiesa que una de sus mayores pasiones es conectar con la gente y su trabajo como directora de marketing le ayudó a cumplir este fin. En la actualidad, ejerce este cargo para Colombia y Venezuela.

Se graduó de Publicidad en la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro, en Brasil, y se especializó en marketing en la escuela de negocios IBMEC. Llegó a la Compañía Coca-Cola en 2016 como Gerente de Producto para Del Valle, pero sus capacidades la llevaron a ejercer un año después el cargo de Gerente de Marketing Regional.

Siguió escalando y fue nombrada Gerente de Leches y Bebidas Vegetales, después estuvo encargada del área de jugos hasta el 2020, cuando se convirtió en la Gerente de Marketing de Perú. Los resultados alcanzados en este mercado la llevaron a convertirse en 2022 en Gerente de Marketing para Colombia y Venezuela.

En todos estos cambios ha estado presente su familia. Ellos han sido incondicionales con ella. A pesar de su vida tan ajetreada, Freire ha tenido tiempo para dedicarse a ser una gerente de amor y estar al cuidado de lo más importante: su hija de 8 años y su hijo de 4.

Fue precisamente después de haberse convertido en madre que la Compañía Coca-Cola llegó a su vida. “Cuando eso pasó cambió mucho mi vida personal. Cuando empecé a pensar cuál era el tipo de empresa que se ajustaba a mí, que iba con el estilo de vida que quería llevar y el balance que quería tener, decidí salir de la empresa donde estaba y aplicar a una que se conectara con todo lo que yo quería y lo que estaba buscando. Ahí fue cuando apareció Coca-Cola”, reconoce.

A pesar de que siempre estuvo enfocada en Brasil, aprovechó las oportunidades que se abrieron para conocer otros territorios y expandir sus conocimientos; de esta forma, destaca todas las experiencias que ha tenido en las diferentes áreas de la compañía.

Todo inicia con un sueño

“Mi sueño era conocer mucho. Soy una persona muy curiosa y enfocada. Todas las experiencias fueron valiosas para llegar hasta donde estoy hoy”, expresa. Uno de sus consejos se basa en adquirir la capacidad de desaprender para aprender.

“Uno llega al punto de tener que desaprender muchas cosas que conoce para estar abierta a conocer a personas nuevas, cosas diferentes. Hay que vivir un contexto para vivir cosas diferentes”, dice.

El rol de la mujer

De acuerdo con Freire, la Compañía Coca-Cola tiene muy claro el rol que cumplen las mujeres en las comunidades y reconoce su importancia para el negocio. Agradece que en la Compañía cuente con los espacios y estímulos necesarios para crecer y ser una mamá “increíble’'.

Por último, habla de aquellos factores que la hicieron llegar alcanzar la posición que tiene hoy. Dice que la suerte es uno de ellos, pero “sobre este no tenemos control”.

“El otro es lo que desarrollamos, el talento y cómo nos desarrollamos como profesionales, también el esfuerzo. Para mí es el más importante, que es el creer que tú puedes llegar. El éxito está ligado a la capacidad que tenemos de aprender y desaprender. Lo que yo diría es que muchas mujeres a veces no confían en sí mismas y deben hacerlo para lograr romper las barreras”.