En los zapatos del consumidor

También se refiere, erróneamente, a mujeres descontroladas que encuentran en el shopping una terapia, que no piensan en el precio y que siempre quieren más.

Es por esto que en muchas ocasiones se generan ciertos estereotipos alrededor de la moda y de quien la compra, se piensa en que solo las mujeres compran moda, en que hacerlo es parte de un grupo muy particular de personas que dedican mucho de su tiempo a pensar en qué ponerse e incluso a estar al día con las tendencias, colores y prendas del momento.

Lo que se nos pasa por alto es que al final, todos, sin importar a qué nos dediquemos, qué tan informados estemos sobre tendencias o si dedicamos mucho tiempo a ir de compras, o simplemente lo hacemos a través de una página de internet o compramos en redes sociales, ¡todos somos consumidores de moda!

Y acá pienso en esa icónica escena de El diablo viste de Prada donde Miranda le da un discurso a Andy sobre el jersey azul, ese que Andy, a quien aparentemente la moda poco o nada le importaba, había escogido como algo cómodo y fácil de llevar, que de alguna forma la eximía de la industria de la moda y que, al final, así ella no lo notara, era una prenda que tenía detrás cientos de personas, diseñadores, empresas, fabricantes, etc.

Entonces así en muchas ocasiones veamos la moda como algo completamente funcional y nos sintamos como Andy, la realidad es que, por el simple hecho de comprar prendas de vestir, calzado, accesorios y/o cosméticos, así lo hagamos con el único propósito de satisfacer la necesidad de vestirnos, ya estamos siendo parte de la cadena de consumo de la industria de la moda.

Es muy posible que alguna vez nos hayamos tenido que enfrentar a ese producto que nos salió dañado, a esa prenda de vestir que nos llegó de la talla equivocada o a ese artículo de mala calidad que se dañó muy rápido e incluso a algún producto que afectó nuestra salud o en el peor de los casos que nos generó algún efecto secundario.

Hacer devoluciones, exigir garantías y pedir reembolsos siempre ha sido un trámite muy dispendioso, al que no le queremos gastar tiempo y que en muchas oportunidades es prácticamente imposible por la falta de información que nos da el vendedor o por la cantidad de requisitos que se piden para hacerlo efectivo. Apuesto que han escuchado que les piden la factura, la caja, y una cantidad de cosas que muchas veces hacen que terminemos desistiendo y siendo un cliente insatisfecho más.

Pues resulta que todos como consumidores tenemos derechos, podemos reclamar garantías legales si el producto no cumple con la calidad, la idoneidad o la seguridad. No nos pueden negar este derecho y tanto el fabricante como el vendedor (así sea informal u online) debe responder por la garantía legal, y esto, por supuesto, es independiente de la política de cambios y devoluciones que cada empresa es libre de tener.

Como consumidores de moda también tenemos derecho a que nos cambien la prenda que no era de la talla adecuada, tenemos derecho a que nos reparen esos zapatos que se dañaron después de la primera postura, a arrepentirnos en 5 días de esa compra online ejerciendo nuestro derecho de retracto y a que nos devuelvan el dinero si definitivamente no hay forma de solucionar ese problema que tuve con la prenda. Esto también aplica a esas prendas que compramos en descuento. Es decir que la garantía legal nos la deben respetar siempre.

Así que si ustedes son fabricantes, empresarios o distribuidores de prendas de vestir en Colombia, deben asumir su responsabilidad, dar toda la información que sea necesaria para que su cliente conozca sus políticas y tener siempre presente los derechos del consumidor.

Porque, al final, todos hemos estado del otro lado de la ecuación y por eso es importante que, en su proceso de venta, piensen en ese trato que como clientes siempre quieren recibir y que se pongan por un momento en los zapatos del consumidor.

Sobre mí

Abogada de la Pontificia Universidad Javeriana, especialista en derecho comercial y en propiedad intelectual con un Master en Marketing y Comunicación de Moda y en Fashion Law. Reconocida como la abogada más influyente de Colombia por el Fashion Law Institute de Estambul en 2019. Consultora legal de marcas de moda colombianas y latinoamericanas, de influencers y emprendedores. Docente, speaker y creadora de contenido digital.

*Las opiniones dadas por María Juliana Marín no representan la opinión de la revista Fucsia.