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Entrevista Exclusiva: Ruth Wilson y Michael Sheen hablan sobre “A Very Royal Scandal”
Los protagonistas revelan los secretos detrás de sus impactantes interpretaciones de Emily Maitlis y el Príncipe Andrés en el nuevo estreno exclusivo de Universal+.
A Very Royal Scandal, la anticipada mini-serie que revive uno de los momentos más polémicos en la historia reciente de la realeza británica llega a Universal+ el 25 de octubre. La serie recrea la infame entrevista de 2019, en la que la periodista Emily Maitlis, interpretada por Ruth Wilson, enfrenta al Príncipe Andrés, encarnado por Michael Sheen, en medio del escándalo que lo vinculaba a Jeffrey Epstein y las acusaciones de abuso sexual en su contra.
Considerada una “catástrofe” para la monarquía, la entrevista expuso la vulnerabilidad de la familia real y aceleró la caída pública del Duque de York.
La producción, escrita por Jeremy Brock y dirigida por Julian Jarrold, promete ser una mirada intensa y profunda sobre las consecuencias de un evento que sacudió las bases de la institución más tradicional de Inglaterra. A Very Royal Scandal no solo explora los hechos, sino también la tensión psicológica entre Maitlis y el príncipe durante la entrevista, destacando la notable interpretación de sus protagonistas, quienes detallan en una entrevista exclusiva para este estreno cómo enfrentaron los complejos matices de sus personajes.
¿Para interpretar a personas reales tienen que empatizar o simpatizar con ellos para poder personificarlas correctamente?
MICHAEL SHEEN: La empatía y la simpatía son dos cosas muy distintas. En cierto modo, en cualquier relato se busca generar empatía, porque le estás pidiendo a la audiencia que mire desde la perspectiva de los personajes de la historia, de eso depende el éxito de la misma. De esa manera, puedes captar la totalidad de la experiencia humana; y si un solo personaje genera empatía, la historia se cuenta de un solo lado. Entonces, poder caminar en los zapatos de una persona que tuvo una experiencia completamente diferente a la que tú has tenido es muy distinto a justificar sus actos o sus elecciones, a expiarlas o incluso a coincidir con ellas. La empatía no hace que se juzgue al personaje, para bien o para mal. Mi trabajo como actor es poder brindar una perspectiva amplia y compleja de alguien, y aportar el contexto de por qué hicieron determinadas acciones. En cuanto a cómo reacciona la audiencia ante eso, si coinciden o no, no tiene nada que ver conmigo. Yo tengo que dejar mis opiniones personales y mis sentimientos de lado y tratar de crear los personajes más ricos, reales y complejos posibles.
¿Cuál es la temática de la miniserie?
RUTH WILSON: La serie lidia con tópicos como el privilegio, con las responsabilidades que ese privilegio conlleva, con cómo las personas lo utilizan. Eso no sucede sólo con la familia real sino que también se relaciona con Emily. Ella está en una posición de privilegio al poder realizar esas preguntas y tiene que ser responsable con ello. La serie también lidia con personas que tienen un poder limitado y con quienes tienen poder y lo explotan. Muestra todas las áreas. Además, se muestra el poder del periodismo y sus límites, el periodismo como plataforma para las personas que no tienen voz, como herramienta para que otras personas se hagan responsable de sus actos. La serie habla de los límites de estos individuos que son figuras públicas y cómo de repente todo se puede dar vuelta. La temática de la serie es amplia, tenemos una extraordinaria entrevista y la utilizamos para extrapolarla y mirar a estas figuras de manera humana, para mostrar el detrás de escena. Además, hay preguntas amplias sobre el poder, el privilegio y sobre las responsabilidades.
¿La familia real es una bendición disfrazada para los actores y cómo fue para ti Michael el haber interpretado al Príncipe Andrés?
MICHAEL SHEEN: No va a sorprender si digo que no tuve la posibilidad de hablar con el Príncipe Andrés ni tener acceso a él y a su mundo. Mi investigación sobre él la realicé a partir de los relatos de otras personas y de las entrevistas que están disponibles. Cuando se trata de Andrés y de la familia real todo es un hall de espejos, está todo aquello que nos permiten ver, lo que ellos dejan que veamos para entenderlos, y está todo lo que sucede detrás de escena. La relación entre la familia real y los medios es mucho más complicada de lo que yo creía. Siempre pensé que eran dos organizaciones separadas, pero claramente hay una negociación que se lleva a cabo entre las partes. Con Andrés había un factor de mayor complejidad ya que en el corazón de esta historia hay un misterio, no sabemos qué hizo y qué no hizo, no hubo un juicio. La gente tiene opiniones y sentimientos muy fuertes al respecto, pero en realidad no sabemos. Eso fue un desafío para armar este relato, por eso creo que Jeremy (Brock) lo manejó de manera brillante, porque pudo trabajar con la ambigüedad y a la vez crear una historia dramática efectiva que deja satisfecha a la audiencia.
Como actor, interpretar a Andrés fue un desafío porque yo tengo que saber qué hizo y qué no hizo mi personaje para saber cómo manejar determinadas escenas y reaccionar en ese momento. En este caso, tuve que tomar decisiones independientemente de lo que pasó o no pasó, y eso no me había sucedido nunca con un personaje basado en una persona real. No voy a decir cuáles fueron esas decisiones que tomé, pero sí están en mi interpretación.
RUTH WILSON: En cuanto a la familia real y su factor de entretenimiento, o bendición para un actor, es fascinante porque te guste o no te guste, es fundamental para nuestra sociedad, para nuestra nación, la familia real es una parte muy importante de la misma. Están en las noticias todos los días, yo crecí con la familia real en mi vida sin entender o sin siquiera cuestionar su existencia. En parte representan el entretenimiento, en parte son el poder, en cierto modo no nos podemos imaginar a nuestra nación sin la familia real. Podrá suceder que no esté algún día, no lo sabemos, pero ahora son parte de lo que significa ser británico. Por lo tanto, de manera inevitable van a ser parte del entretenimiento y algo que vamos a llevar a la ficción, porque es un material divertido para emplear.
MICHAEL SHEEN: En el corazón de nuestra tradición teatral tenemos a Shakespeare, y Shakespeare escribió más sobre la familia real que cualquier otro escritor, probablemente. Entonces, eso fue ingresado a nuestra psiquis como nación, culturalmente, y a través de la literatura. Hay una fascinación con la familia real y nosotros, como actores, pasamos tiempo en un escenario interpretando versiones shakesperianas de la familia real y ahora aquí estamos, contando una historia contemporánea sobre una familia real que está en la línea de aquellas sobre las que escribió Shakespeare. Entonces, definitivamente es una bendición la familia real para los actores británicos.
¿Cuáles fueron los mayores desafíos al abordar sus personajes?
RUTH WILSON: Yo nunca había interpretado a una figura pública antes, entonces abordé este proyecto por esa misma razón, por los desafíos técnicos que tenía, como encontrar una voz similar, trabajar en la parte física de Emily, pero encontrando mi verdad en ese proceso. Tuvimos que construir una historia con tres actos narrativos, pero esa no es la Emily real sino nuestra versión de los hechos que ella vivió. Estuve constantemente tomando situaciones que sucedieron y equilibrándolas con el drama, intentando que eso funcione. Eso fue lo más difícil, pero a la vez lo que más me gustó, me gustaron los límites del hecho de interpretar a una persona real, fue un proceso nuevo para mí, pero lo disfruté muchísimo.
MICHAEL SHEEN: El mayor desafío para mí fue navegar entre lo que era real y lo que era mito, lo que era gossip. Hay mucho escrito sobre la familia real y sobre Andrés, muchas cosas son serias y analíticas, y otras son más livianas y superficiales. Tuve que encontrar lo valioso de todo eso para construir una imagen cuando además la familia real controla mucho, nos permite ver sólo algunas cosas, pero además nosotros escuchamos otras. Es muy difícil saber qué es verdad y qué no desde los dos lados. En cuanto a Andrés en particular y la historia que estamos contando, hay algo que no conocemos en el centro de todo. No sabemos qué hizo y qué no hizo. Sabemos ciertas cosas, pero llegar al fondo de la cuestión, saber qué es que lo realmente sucedió es imposible de hacer. Hay acusaciones, pero no hubo un juicio o admisión de culpa. Simplemente no sabemos. Como actor, eso es un desafío porque no quieres generalizar con tu trabajo, quieres ser específico, entonces tuve que darme a mí mismo las respuestas.
¿Hubo algo que los sorprendió sobre sus roles al prepararse, algo sobre Emily o sobre Andrés que no sabían?
RUTH WILSON: Cuando leí el guion, encontré que después de que se hiciera la entrevista, Andrés insistió para que se incluyera la parte en la que hablaba de su sudor, me sorprendió porque eso fue justamente lo que aterrizó en la esfera pública, aquello que ridiculizamos, aquello sobre lo que más se habló y que iba en detrimento de su historia. Él insistió en que eso no se removiera de la entrevista, yo no lo sabía, no lo entendía, y cuando leí el guion dije: “Oh, por Dios, ¿esto realmente sucedió?”. Eso fue lo que más me sorprendió, uno de los aspectos más intrigantes de la historia, y también conocer lo rápido que tuvieron que preparar la entrevista, lo rápido que todo sucedió, como casi no se lleva a cabo y, cuando finalmente sí, tuvieron dos días para preparar todo a tiempo. Eso me hizo entender la escala y la presión que había respecto a esa entrevista, desde ambos lados.
MICHAEL SHEEN: Hay cosas específicas que no sabía, como que Emily tenía un acosador, eso fue nuevo para mí. Por otro lado, creí que en la Guerra de Malvinas se ponía a la realeza en un lugar seguro, pero el trabajo de Andrés fue el de pilotear un helicóptero para evitar que el fuego llegue a los barcos. Eso me sorprendió y me hizo entender por qué ese momento de su vida fue tan importante, así como el hecho de volver de la guerra. Desde afuera, también muchas personas podríamos considerar a un príncipe inglés como a un individuo que tiene todo lo que quiere, que tiene un privilegio inmenso, pero me sorprendió que el personaje que yo interpreto sentía que se le habían negado muchas cosas, que no tenía lo que debía, que muchas cosas se le habían quitado y que él miraba todo desde afuera. Esa contradicción me sorprendió.
¿Por qué consideran que esta entrevista es una pieza de periodismo tan importante que fue reconocida como tal?
RUTH WILSON: Porque es muy poco frecuente que un integrante de la realeza brinde una entrevista de una hora y se exponga de esa forma. Para Emily, fue el logro periodístico más grande de su vida. Estas personas tienen privilegios y poder, y no asumen responsabilidades con frecuencia, así que ponerlos en el foco es extremadamente inusual y ella tuvo la responsabilidad de hacer esas preguntas en ese momento. En cuanto al contenido, trata sobre el poder, sobre el privilegio, sobre la potencial explotación de una mujer que estaba desprovista de poder. Es importante que las víctimas tengan voz y Emily fue la persona que les dio la voz en ese momento. Podemos especular sobre el resultado, pero no sabemos, e igual es importante que esa entrevista haya sucedido porque se hicieron esas preguntas, la gente continúa haciéndoselas y hay una presión para obtener respuestas. Eso es vital en una sociedad en la que debemos equilibrar el poder, por eso esa entrevista es tan importante.
MICHAEL SHEEN: Para las personas que están en una posición de poder y privilegio, es más fácil eludir el escrutinio y poder arreglar las cosas para que todo desaparezca, tirar dinero y que todo se evapore. Ante la falta de una sentencia, la oportunidad que tiene una persona de hacer que otra se haga cargo de algo o de darle la oportunidad de dar su versión de los hechos públicamente es muy importante y muy poco habitual, porque el poder y la riqueza consiguen evitar el escrutinio.
RUTH WILSON: Eso es algo que Emily diría, que el Príncipe Andrés se puso a sí mismo en esa posición. Mucha gente no lo hubiese hecho. Es muy difícil conseguir que las personas con poder lo hagan. Y él lo hizo.
MICHAEL SHEEN: Y ahora posiblemente sea más difícil que esas personas lo hagan teniendo en cuenta lo que sucedió.
RUTH WILSON: No va a volver a pasar.
¿Cómo abordaron la recreación de los momentos de una entrevista que fue tan vista por la audiencia? ¿Se mantuvieron fieles al material original o pudieron crear una versión diferente?
MICHAEL SHEEN: Emily me contó que una de sus películas favoritas es Frost/Nixon. No sé si lo dijo por decir, pero me dijo eso. Creo que quisimos presentar la entrevista lo más cercana a la realidad como fuera posible, pero aun así, cuando uno está representando algo, está interpretando de manera activa el material. En las escenas de la entrevista, interpreté a Andrés dejando que esa entrevista informe, pero al mismo tiempo inclinándome hacia ciertos aspectos porque es mi interpretación y, como consecuencia, es un reflejo de otros momentos de la serie. No es un copia, no es un momento aislado, es parte del proceso de narración. Vi la entrevista muchísimas veces, una y otra vez, pero también intenté ir hacia lo que estaba detrás, ir a lo profundo, a ese baile que estaban haciendo Emily y Andrés, ver a quién le estaba yendo bien, quién tenía una mejor carta, quién intentaba ocultar algo. Tratamos de tener en cuenta todas esas cosas en lugar de copiar la forma en la que se habló. Sentíamos que era importante hacer la entrevista de corrido, así que la primera toma que hicimos duraba 20 minutos, lo que es poco usual, es algo más del teatro, pero fue algo fascinante de hacer.