Relaciones
¿Qué tan buena idea es mentirle a tu pareja?
Porque todas hemos dicho alguna vez una que otra mentirita blanca
Seguramente si pudieras preguntarle a todos tus conocidos cuál es el aspecto más importante en una relación, la confianza encabezaría la lista. Pues lo cierto es que la desconfianza es el asesino silencioso de lo que por lo contrario podría ser una relación sana.
Pero a veces no te cuestionas si realmente ¿debes ser cien por ciento honesta con tu pareja?
La respuesta es, comprensivamente, más complicada de lo que parece. Según los expertos “es contextual”. Es decir, no necesariamente tienes que revelar todo, también es importante tener límites- no tienes que compartir cada detalle de información para ser considerada honesta. Pero esto no quiere decir de ninguna manera que estemos abogando por las mentiras.
Lo que sí se plantea es un punto válido, sobretodo si estás en la primera etapa de una relación: no es necesario revelar información que no sea relevante para tu pareja bajo el pretexto de ser honesta.
Por ejemplo, si te topas con tu ex en la fila para comprar un café por la mañana, no es necesario que salgas corriendo a contarle a tu chico. Si tu pareja es tan desconfiada que necesita saber sobre cada una de tus interacciones quiere decir que hay problemas más profundos a los que deberías prestarle atención indiferentemente de la honestidad.
Cuando comienzas una relación depende de ti tomar la decisión sobre qué es importante compartir con tu pareja y qué es irrelevante, al final te darás cuenta que es cuestión de madurez. Pero cuando la relación se vuelve seria, mentir puede poner en riesgo tu relación.
La respuesta a la pregunta ¿cuando puedes mentirle a tu pareja?- es corta y concisa: nunca. Ni siquiera las mentiritas blancas, que al final de “itas” no tienen nada pues tienden a convertirse en grandes y poderosas mentiras.
Por más pequeña que parezca, desde “sí, te quedó delicioso” cuando cocina hasta “que dicha que tu hermana venga esta noche a cenar”, es mejor evitar mentir y encontrar una forma de comunicar estos problemas con compasión al contrario que esconderlos.
“Ser honesto es sano, porque una vez que tu o tu pareja albergar o ocultan algo, otros sentimientos o resentimientos crecen a raíz de ello y eventualmente se vuelven radioactivos dentro de una relación”, explican los psicólogos expertos.
Así que si tomas el ejemplo de su hermana y como te incomodan sus visitas, lo correcto sería decirle “no me siento a gusto cuando tu hermana viene a nuestra casa pues sube los zapatos al sofá”, por ejemplo. Es decir, no seas crítica y justifica tu argumento de la forma más racional con compasión.
Dicho esto, también es importante considerar qué beneficio obtendrás al compartir la información, cómo podría afectar tu relación y si realmente es lo suficientemente importante como para tener que mencionarlo. “La madurez juega un papel importante en la decisión de ser o no ser honesta”. Así que si tu pareja tiene una relación cercana con su hermana puede que tus comentarios "honestos" hagan más daño que bien a tu relación, todo por algo tan trivial como subir los zapatos al sofá. Más allá de la honestidad en una relación es de suma importance saber escoger las batallas, así que si optas por ignorar el problema en cuestión no quiere decir que no estés siendo honesta.
Como te das cuenta no existe una regla escrita sobre la honestidad, menos cuando de mentiritas blancas se trata. Por otro lado, si las mentiras son más grandes ¡es toda otra historia!
Una infidelidad o haber sido despedida de tu trabajo deja de ser un caso ambiguo y por lo general es importante que tu pareja sepa la verdad por su propio bien dentro de la relación. No será fácil, pero debes hacerlo y cuando lo hagas procede con precaución, fijate en el timing y hazte responsable por tus actos.
Al final, cada situación es diferente. Por eso es importante recordar que la decisión de mentir no siempre es inherentemente mala. Pero seguramente descubrirás que tus motivos por ocultar la verdad serán los mismos que te harán saber si es o no buena idea seguir ocultando algo que piensas o hiciste.