El derecho y el deporte, los dos motores que mueven la vida de María Claudia Martínez

María Claudia es una abogada economista que ha logrado destacarse en uno de los campos predominantemente masculino por años, pues, hasta los 70, las mujeres pudieron acceder a una carrera como lo es el derecho.

“Las firmas de abogados que llevan años en el mercado, quienes las dirigen, los socios, siempre han sido hombres, entonces yo creo que en mi sector vale la pena tener en claro como mujeres cuáles son los planes de carrera, saber cómo se puede llegar y que uno es libre de llegar hasta donde quiera llegar”.

¿El deporte o el derecho?

Esta abogada es una amante de los deportes a tal punto que en un momento de su vida dudó entre ser futbolista profesional o abogada, sin embargo, el derecho ganó la batalla.

“Ahorita mi deporte estrella es Enduro o Downhil. En la pandemia decidí comprar bicicleta y empezar a hacer lo que yo veía que la gente hacía en videos, me estoy dedicando mucho a eso, me lleno de protecciones porque a esta edad caerme no es muy recomendable. También mi proyecto ahorita es incursionar en el Keiser, ya me quiero dedicar de lleno y sí, soy una amante de los deportes”.

María Claudia considera que esa lucha conjunta para poder sobresalir en esos deportes la ha llevado a replicarla en su vida profesional en donde la exigencia y la disciplina también se practican al extremo.

Ser líder es tener los objetivos claros

Y aunque el camino no es fácil, la lucha se ha dado, y por eso hoy por hoy existen mujeres que han llegado a ocupar altos cargos en las firmas de abogados, demostrando que sí es posible romper con esos ‘techos de cristal’, dejando los miedos atrás y convirtiéndose en grandes líderes.

“Yo creo que sin duda hay que tener los objetivos claros, saber uno qué quiere llegar a ser y eso tiene que ser algo que uno se debe fijar desde el inicio(...) saber que uno tiene que ser consistente que tiene que buscar de verdad sobrepasar cualquier barrera que se le presente. El camino no es fácil para nadie, pero para las mujeres menos, entonces es eso: ser constante, tener los objetivos claros y yo creo que ese es el camino al éxito”.

Sobrepasar las piedras del camino

María Claudia está convencida de que las mujeres pueden emprender en cualquier campo que se lo propongan y aunque el llegar a la meta muchas veces sea duro, con valentía, constancia y sacrificio se puede alcanzar los objetivos y ser exitosas.

“Valentía, porque emprender es el camino difícil, porque uno no sabe si sí va a lograr su objetivo. Uno tiene que tener constancia saber cuál es el objetivo a largo plazo y saber qué es lo que quiere y por qué quiere emprender. Sacrificio, porque emprender precisamente es el camino difícil, entonces sobrepasar todas esas piedras que se presentan requiere de muchos sacrificios para otros lados de la vida”.

“Quiero ser excepcional”

María Claudia es una abogada que tiene muy en claro los objetivos que quiere alcanzar, sin embargo, llegar a tener esta fortaleza ha sido el fruto de un proceso personal que junto con el apoyo de un grupo de mujeres, la llevaron a buscar el mejor camino para lograr ser lo que realmente ella quiere ser.

“Me di cuenta por un grupo de mujeres hace un par de años que hay muchas situaciones en las cuales uno debería manifestar y decir lo que piensa y si lo hacía eso me iba a llevar al camino que yo quería, al camino del éxito, lo que para mí es el éxito. Sin duda alguna, un grupo de mujeres que se dedica al derecho a la competencia fue mi principal ‘abreojos’”.

Pero además de este grupo, existe un círculo de mujeres incondicionales en la vida de María Claudia que siempre han estado a su lado, con las que ha compartido muchos momentos de su vida y quienes de una u otra forma han dejado una huella.

“Yo diría que son mis amigas digamos del lado deportivo, sin duda. Digamos que las del colegio con las que crecí también han estado siempre ahí, que tienen una educación muy similar a la mía, que de alguna forma yo busqué cambiar, de abrir los ojos y de darme cuenta de que el mundo no es como me lo pintaban”.

Y es que esta abogada siempre ha luchado por buscar su propio rumbo, por eso si pudiera devolver el tiempo y hablarle a esa María Claudia de 10 años no dudaría en aconsejarle que busque su propia satisfacción.

“Le diría que no intente ser perfecta, que no hay que ser perfecta, que no hay que ser amable, que diga lo que piensa, que no hay que satisfacer a los demás y hacerlos feliz, sino que hay que buscar su propia felicidad”.

Uno no tiene superpoderes

Llegar a destacarse en el mundo del derecho es una tarea que María Claudia ha construido paso a paso y, aunque ha logrado reconocimientos en el medio, no olvida que es una mujer normal, de carne y hueso, dispuesta siempre a escuchar y a ser apoyo.

“Uno dio las batallas que tenía que dar, que no todas tienen que darse, pero sí es básicamente sentirse muy cerca de las personas, estar dispuesto a resolver preguntas, de cómo se hace, es tratar de responder todas esas preguntas para que no pierdan el impulso de seguir labrando su camino hacia la cima del derecho en cualquiera que sea su objetivo”.

Éxito y equilibrio

Poder tener un equilibrio entre su vida laboral y profesional no ha sido fácil para María Claudia, pero el ser una persona organizada, con los objetivos claros y contar con una red de apoyo ha sido muy importante para lograrlo.

“Digamos que uno debe estar dispuesto a decir no cuando ya ve que alguna esfera de su vida está sobreponiéndose en otra. Hay que saber que algunas veces hay que sacrificar tiempo, algunas veces hay que dividir las tareas del hogar, que no esté en cabeza de ninguna de las dos partes 100 % o 90 %, sino estar equilibrados”.