Piel

5 Cosas que debes saber acerca de los aceites faciales

Fucsia.co, 8/6/2018

Una guía completa que incluye hasta el tipo de aceite que debes usar según tu tipo de piel.

Aceites faciales. (Foto vía Getty) - Foto:

Hasta hace relativamente poco tiempo, la mera noción de aplicar aceite puro a tu rostro se consideraba contradictorio, si lo que querías era hidratar tu piel primero buscabas una crema. Pero los tiempos ciertamente han cambiado a favor del óleo.

Hoy en día, los aceites faciales se han ganado rápidamente un lugar en nuestro neceser de esenciales para el cuidado de la piel, complementando nuestros regímenes con sus superpoderes de ingredientes activos. Pero claro, con tantas opciones, hay mucho que considerar. Por lo tanto, como parte de esa eterna búsqueda por encontrar lo mejor para tu piel, te sugerimos que investigues opciones, hables con los expertos, y aprendas acerca de sus supuestos beneficios. O simplemente sigue leyendo a continuación y descubre las claves que necesitas.

1. Adaptate a un cambio Incorporar aceites o lípidos en tu rutina de cuidado de la piel es la mejor forma de hidratar y aportar antioxidantes a tu piel. Los aceites son una fuente increíble de vitaminas, minerales y aminoácidos pero además ayudan a restaurar la barrera cutánea para evitar la pérdida de agua y la hinchazón.

2. Busca los beneficios ¡Las etiquetas no mienten! Lee cuidadosamente los ingredientes de cada producto y descarta aquellos con aceites de relleno de bajo costo, pues con aceites baratos como el aceite de girasol o de almendras, no obtendrás los mismos beneficios. Evita también cualquier péptido sintético y en cambio opta por mezclas basadas en ingredientes naturales. Y cuando de aceites esenciales se trata, procede con la mayor precaución. Los ingredientes cítricos tales como la mandarina o el jengibre herbáceo, eucalipto y aceites de limoncillo pueden irritar tu piel, especialmente cuando se expone al sol. Al final el objetivo es encontrar el producto más potente que sea lo suficientemente ligero para cada día pero lo suficientemente rico como para que se note la diferencia.

3. Consulta con un profesional Aunque los aceites faciales proveen beneficios naturales en comparación con los ingredientes fabricados en laboratorios, el hecho de que se presente como “natural” no quiere decir que a todas nos beneficie. Realmente depende de los ingredientes y tu tipo de piel.

4. Decide según tu tipo de piel Parece que los aceites no van a ningún lado, de hecho, cada vez aparecen nuevas e innovadoras versiones. Todas estamos a favor de ellos, pero tamizar a través de los pequeños frascos que contienen esencias de rosa mosqueta, semillas de cártamo, jojoba, lavanda, argán, coco y más puede ser confuso. En primer lugar, es importante comprender tu tipo de piel para encontrar el más beneficiosos para ti. Si tienes la piel seca, el aceite de aguacate y el aceite de oliva son geniales, pero si eres propensa al acné, esos tipos de aceites más pesados ??pueden hacerte erupcionar. En ese caso, recomendamos el de coco y la lavanda, y si tienes la piel envejecida, lo mejor es el aceite de argán. Pero tu tipo de piel no solo dicta los ingredientes sino también las instrucciones de uso.

Piel seca: La clave está en no saltarse la crema humectante, ni poner el aceite antes. Tu tipo de piel necesita tanto agua como aceite. Limpia y tonifica tu piel antes de cualquier cosa, luego mezcla 4-6 gotas de aceite directamente en tu crema hidratante nocturna y aplícalo en tu cara y cuello.

Piel normal: Sigue las mismas instrucciones que para piel seca, pero usa 2-3 gotas de aceite, pues tu piel necesita menos grasa. Además puedes considerar no hacerlo todos los días, sino únicamente cuando sientes que tu piel lo necesita.

Piel grasa / mixta / propensa a manchas: Aunque para las de piel grasa aplicar aceite suena aterrador, lo cierto es que usado en moderación el aceite es muy beneficioso. Para hacerlo bien, aplica primero una crema hidratante ligera sin aceite, espera a que se absorba. Ahora sí puedes aplicar 1-2 gotas.

5. Deja lo mejor para el final Los expertos recomiendan dejar los aceites faciales como el último paso en tu régimen para una absorción máxima. Empieza por los productos más livianos, como las esencias y los sueros y así vas progresivamente pasando a fórmulas más pesadas. Comienza del pecho, al cuello y masajea con movimientos ascendentes. Con el tiempo puede que descubras que al final tu aceite facial puede reemplazar por completo los sueros y las cremas, haciendo aún más minimalista tu rutina de cuidado de la piel con un solo producto repleto de beneficios.

¡Resulta que las cosas buenas vienen en pequeñas botellas de vidrio!

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