Mitos y verdades sobre la cosmética vegana
¿Qué es realmente? ¿Hace un verdadero cambio en mi piel? ¿Es mejor o peor que la cosmética tradicional? Todo lo que debes saber sobre esta nueva industria.
Si te vendieron la imagen de una nueva era cosmética en la que todo es orgánico, responsable y amigable con el medio ambiente vale la pena que sigas leyendo pues tenemos noticias para ti: no todo es tan rosa (o tan verde) como lo pintan.
Empecemos por el principio, ¿exactamente qué se entiende por un “producto vegano?
En el caso de la cosmética, se trata de productos que no tienen ingredientes derivados de origen animal o que se hayan obtenido por medio de la explotación de uno.
Así pues, no tendrán ni leche, ni gelatina, ni cera o miel de abejas en su composición. También están vetados el colágeno y la keratina que se obtienen de algunos animales.
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¡Pero ojo! Que el producto sea vegano no significa necesariamente que sea natural, simplemente que busca reemplazar los ingredientes que provienen de un animal, por lo cual algunos siguen pasando por una transformación química y utilizando productos que no necesariamente tienen un origen o una manipulación natural.
Ahora, vegano y orgánico NO son sinónimos. Biológico u orgánico significa simplemente que todos sus componentes son extraídos de la agricultura biológica, que no ha sido expuesta a modificaciones genéticas y que no ha sido expuesta a pesticidas químicos, más perfectamente puede tener componentes de origen animal.
Y entonces… ¿son o no son mejores para nuestra piel?
Desde el punto de vista puramente técnico los productos veganos no aportan ni más ni menos beneficios a la piel pues como mencionamos anteriormente, por lo general los componentes de origen animal suelen ser reemplazados por ingredientes de origen químico. Así pues, los cosméticos veganos no son ni más suaves ni más naturales que los cosméticos clásicos, se trata ante todo de una postura ética.
Por esto, si lo que estás buscando es una opción más natural y con ingredientes que no hayan sido genéticamente modificados o tratados con pesticidas químicos, la opción es la cosmética orgánica.
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