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Guía practica para primíparas del gimnasio

Fucsia.co, 2/10/2017

Todo lo que tienes que saber si te apuntaste por primera vez a un templo del fitness

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Con tus leggings nuevos y los primeros tres meses ya pagados llegas al gimnasio resuelta y decidida. ¡Lo lograste! finalmente pondrás el pie por primera vez dentro de uno de los tan afamados templos del fitness.

Pero enseguida te sientes perdida y agobiada no solo por el marasmo de máquinas, tableros plagados por siglas ( HIIT, GAP...) sino además completamente intimidada por personas que bien podrían haber sido elaborados a cincel.

“¿Que hago yo aquí?”, te preguntas.

Lo primero que tienes que saber es que es la sensación más común entre quienes que se apuntan a un gimnasio por primera vez. Según los expertos tras la avalancha de inscripciones al gimnasio vienen las fugas, así que recopilamos las claves para no tirar la toalla y engancharse con este estilo de vida.


Déjate asesorar por los expertos

Si puedes, lo ideal es comenzar con un entrenador personal. Esto te dará seguridad, compromiso y aprenderás a aprovechar el tiempo de entrenamiento. Pero como puede que se te salga del presupuesto no dudes en pedir una sesión de inducción, que la mayoría de los gimnasios ofrecen. Pide una asesoría con un profesional y elabora una rutina para conseguir tu objetivo.


Limita tu entrenamiento

Según los expertos, el secreto para adaptarse al gimnasio es tomárselo con calma, sobretodo al principio. La mayoría de las novatas llegan cargadas de entusiasmo, y aunque querer darlo todo es la actitud correcta es importante limitar el tiempo de entrenamiento a cuarenta minutos máximo.

Eso sí, intenta ir el mayor número de días posible. Cuatro o cinco días a la semana con entrenamientos de treinta minutos es la combinación perfecta.


La clave está en la variación

No pases más de cinco minutos en una máquina. La variedad de movimientos es fundamental para involucrar todos tus músculos. Además, los expertos aseguran que la intensidad de entrenamiento es mayor cuando el periodo de trabajo es menor y que los mayores beneficios se obtienen aumentando la intensidad y no el tiempo.


Usa tu peso a tu favor

Introduce ejercicios con tu propio peso corporal. Así irás mejorando tu coordinación, equilibrio y poco a poco aumentarás tu confianza.


H2O

Olvídate de las bebidas deportivas, el agua es la mejor opción para mantenerte hidratada- ¡además de económica! La mayoría de los centros deportivos cuentan con fuentes de agua gratuitas, solo recuerda llevar tu propio termo para evitar el uso de vasos desechables y así contribuir al medio ambiente.


No te excedas

Al principio es mejor sentir que te ejercitaste bien pero que podrías haber hecho más. Tu cuerpo aún no está preparado para llegar al límite, y de hecho, seguramente aún no lo conoces. ¡Ten cuidado! No te excedas.


Aprovecha la valoración de bienvenida

La mayoría de los gimnasios ofrecen unas pruebas de valoración de forma física al incorporarte. No lo dudes ¡y hazla! Los resultados serán muy valiosos para ti (o tu entrenador) a la hora de diseñar la mejor rutina de entrenamiento y más importante aún podrás detectar las zonas que más tienen que trabajar.


Mantén tu dieta

Aunque empezar a ir al gimnasio seguramente encenderá la chispa fitness que llevas dentro, no intentes hacer cambios bruscos en tu dieta en los primeros días. Es fundamental direccionar la concentración y la disciplina en ir al gimnasio, después puedes aplicarla en la alimentación.

Puede que sí lo logres, pero lo cierto es que nuestro cerebro suele tener una capacidad limitada de fuerza de voluntad, por lo que lo mejor es que no abuses de ella y termines renunciando a todo.


Explora

Empieza los primeros días en la sala de máquinas y pesas, y cuando empieces a coger confianza dale la oportunidad a las actividades. Pronto descubrirás cuáles te gustan y cuales definitivamente puedes descartar. Y en cuanto encuentres una que te parezca verdaderamente divertida será más fácil engancharte y no querer renunciar antes de cumplir los tres meses.

¿No es tu primera vez en un gimnasio pero casi que podría serlo? Si ya has ido pero no sueles quedarte mucho tiempo ¡Fresca! También tenemos consejos claves para retomarlo.


-Vuelve a realizar los ejercicios que hacías anteriormente pero con cargas ligeras. Céntrate en recordar la técnica y en recuperar la movilidad articular que implica dicho ejercicio.

-No focalices un grupo muscular en particular- trabaja todo tu cuerpo.

-Limita la intensidad al setenta por ciento durante la primera semana.

-Varía el entrenamiento sin centrarse exclusivamente en sudar, o perder peso.

Y por último:

-¡Olvídate de donde lo dejaste, es un nuevo comienzo!


Ahora sí estás lista para estrenarte en el gimnasio, ¡y que se vengan las primiparadas! En poco tiempo te sentirás completamente cómoda y cuando veas una primeriza te darás cuenta lo mucho que has avanzado desde ese primer- pero inevitable- primer día.