Sicología
Oniomanía: La obsesión por las compras y cómo superarla
Un nombre extraño para un desorden poco común: la adicción a las compras. Una condición particular y silenciosa. Entérate.
La adicción a las compras ha sido un tema controvertido por los académicos. Algunos se rehusan a pensar que la tendencia a comprar de más pueda ser una adicción como tal. Otros, en cambio, defienden que tiene todas las características de un desorden de la personalidad y que además suele estar acompañado por otras alteraciones.
No es un tema fácil porque existe una especie de aceptación social hacia las compras, la publicidad nos muestra constantemente que comprar está bien y que de hecho nos hace felices. A simple vista no está mal, no hay una gran prevención al respecto como sí la hay a otras adicciones como las drogas.
Lo cierto es que en medio del debate, este comportamiento recibió el nombre de oniomanía, se reconoció cómo un transtorno siquiátrico en el siglo XX, existen test para diagnosticarlo, tratamientos para hacerle frente y hasta se han hecho películas sobre el tema. Es más, existe una alta probabilidad de que tu conozcas a alguien o identifiques en ti misma una propención no tan normal a comprar constantemente, aunque no se haya llegado al nivel de la adicción.
¿Cuándo incia la adicción?
De acuerdo con lo que Elizabeth Hartney, sicóloga experta en el tema de adicciones, describe en el New York Times através de su servicio About.com; al igual que con todas las adicciones, ir de compras se convierte en la primera opción de la persona frente al estrés, incluso cuando está claro que tiene un impacto negativo en otras áreas de su vida. Aún cuando las finanzas y las relaciones con cercanos estén deterioradas, el adicto a las compras se siente incapaz de detener o incluso controlar sus gastos.
De hecho, la experta reseña un estudio que muestra como tres cuartas partes de los compradores compulsivos están dispuestos a admitir que sus compras son problemáticas, particularmente en las áreas de finanzas y relaciones interpersonales.
Esta adicción, como otras, tiene su origen en el desequilibrio emocional. “Los compradores compulsivos utilizan las compras como un escape a sentimientos negativos como depresión, ansiedad, aburrimiento, pensamientos de autocrítica, e ira. Desafortunadamente, la fuga es de corta duración. La mayoría visita las tiendas solo, o van a algunas con otras personas que lo disfrutan, pero en general les da vergüenza comprar con personas que no comparten su entusiasmo” Explica Hartney.
¿Qué hacer?
Lo primero es autoevaluarse objetivamente, es probable que no se haya alcanzado la adicción como tal, pero que sí que se tenga una tendencia a gastar irresponsablemente, a usar de más las tarjetas de crédito y a aumentar las deudas con tal de tener eso que tanto nos gusta. Ten presente que comprar mucho solo porque tiene descuento no necesariamente es bueno, cuando adquirimos cosas que no necesitamos podemos estar acercándonos al desorden financiero.
Hartney recomienda buscar ayuda de un especialista y si es necesario obtener asesoramiento financiero, sobretodo si se han adquirido deudas a causa de las compras. También es útil abstenerse del uso de chequeras y tarjetas de crédito, pues el fácil acceso a la financiación tiende a alimentar la adicción.
Recuerda que los excesos son malos, y que “el que paga lo que debe sabe lo que tiene”, si no compras lo que quieres aunque esté en descuento no será el fin del mundo. Asegúrate de contar con personas de confianza para controlar los gastos irresponsables.