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Libros para esta navidad: 'El diario de Elena'

, 5/12/2010

Es la historia de la vida real de una niña de 5 años, quien a pesar de ser diagnosticada con cáncer cerebral, constituye una lección inigualable... de amor y de vida.

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Por RevistaFucsia.com

135 días de vida restantes. Elena Desserich tenía 5 años de edad cuando fue diagnosticada con cáncer. Siempre que un niño enferma, sus padres enfrentan momentos difíciles. Pero cuando un niño es diagnosticado con una enfermedad terminal, la desolación puede ser abrumadora.

El diario de Elena es la conmovedora historia de una familia que dio la pelea para vencer el cáncer, y es la historia del inmenso amor de unos padres hacia su hija.
Cuando Brooke y Keith Desserich reciben la noticia de que a su primera hija, de 5 años, le quedan apenas unos meses de vida, comienzan a llevar un diario de la jornada de su hija contra el cáncer. Mientras que documentan su viaje a Memphis, Tennessee, en búsqueda de un tratamiento experimental que incluye radiación, quimioterapia y otros interminables exámenes, los padres perciben y se sorprenden ante la inmensa valentía de su hija al enfrentar la pérdida de movilidad, el habla, e incluso la capacidad de comer, a medida que el tumor retrocede, y reaparece durante los meses siguientes.

El diario, que se compone a partir de los escritos de Brooke y Keith, se creó como una forma de explicar a la hermana pequeña de Elena, Gracie, lo que estaba aconteciendo y lo que finalmente sucedería (a pesar de nunca perder la fe en que su hija se curaría). Este testimonio honesto y desgarrador, pero a la vez esperanzador y maravilloso, evidencia como la enfermedad comienza a hacerse sentir en toda la familia.

Sin embargo, el diario es principalmente un tributo a una niña pequeña que amó a su familia más que a nada en el mundo. A pesar de que en el momento en que fue diagnosticada, Elena recibió luz verde para hacer una lista de deseos, entre los cuales pedía ir a comer espaguetis con queso (lo pidió dibujando una serie de círculos temblorosos, porque a causa del tumor no se entendían muy bien sus palabras), ver la Torre Eiffel (sus padres no sabían de dónde sacó esa idea), adelantar la Navidad, pintar un cuadro y exponerlo en un museo y comprarse un vestido de novia. Elena también disfrutó de cosas del día a día, como el colegio, jugar con su hermanita, usar ropa rosada (nunca se cansó del rosado), y de escribir su nombre al revés en corazones torcidos (no porque no pudiera escribirlo al derecho sino porque le gustaba como se veía al revés). También tuvo malos días, llenos de frustración por la falta de control de su propio cuerpo, en los que se mostró deprimida y malhumorada. Sin embargo, su familia la acompañó en todo momento, celebrando lo bueno, tratando de empequeñecer las cosas malas de la mejor manera.

Con una sabiduría que excedía sus años, Elena, según sus padres, probablemente sabía que no tenía mucho más tiempo con su familia (y pidió repetidamente ser incluida en las conversaciones con los médicos). Por ello, como una forma de demostrarles su amor, Elena dibujó corazones y escribió notas de amor para su mamá, papá y hermana. Después de morir, estas notas fueron encontradas por toda la casa, en libros, cajitas, e incluso en el refrigerador, todas demostrando el amor de Elena. Muchas de estas notas aparecen a lo largo del libro, evocando una sonrisa en memoria de una valiente niña. Y aunque murió en agosto de 2007, sus padres aún continúan encontrando estas notas. Notas que nos enseñan que es posible disfrutar en los momentos más difíciles de la vida, y que el amor es lo único que prevalece y debemos aprovechar.

Siendo un diario personal para Gracie, los Desserich esperan que ‘Diario de Elena’, sea también un llamado para que los padres amen y abracen a sus hijos cada día, atesorando cada minuto que se pasa en familia. Lo más seguro es que después de leer este libro (incluso después de leer la primera página, y no garantizamos que no tenga los ojos aguados), el lector salga corriendo a abrazar a sus hijos (padres, novios, amigos), y agradezca tener más tiempo para vivir con sus seres queridos. Por eso lo recomendamos en Navidad.

‘Este libro es, asimismo, una nota de Elena; son los mensajes de una niña que le enseñó a nuestra familia una cantidad de cosas sobre la vida. Aunque fue escrito por nosotros, representa las lecciones de una niña de seis años, a través del único medio que tenía para comunicarlas: su corazón’, -Keith Desserich-.

Parte de las ganancias del libro van para la Fundación ‘The Cure Starts Now’, creada por ellos para encontrar una cura al cáncer de cerebro en los niños.