Belleza y Salud
La arcilla, directo de la naturaleza y llena de beneficios para nuestro cuerpo
La naturaleza siempre nos provee de los mejores productos naturales para cuidar nuestro cuerpo y la arcilla, un material que encontramos fácilmente, es uno de ellos. Te contamos sus propiedades y beneficios.
La arcilla es un material natural que se compone de minerales granulados y que es comúnmente usado para elaborar piezas y figuras en cerámica. Es considerado como un coloide y la encontramos en diferentes coloraciones a pesar de que en su estado puro es de color blanco.
Este material que se usa mucho en el diseño y la construcción, pero en el mundo de la estética y la belleza la arcilla ha sido considerada como una medicina milenaria que aporta múltiples beneficios al cuidado de nuestra piel. Éste posee propiedades refrescantes, descongestionantes, cicatrizantes y desinflamantes que ayudan a regenerar las células.
Si aún no has probado la arcilla como mascarilla, te contamos cuales son sus bondades y el por qué debes empezar a usar este material como un producto aliado para tu piel.
Es antiséptico: Por sus componentes, la arcilla tiene una gran poder desinfectante y antiséptico que al entrar en contacto con la piel es capaz de absorber y arrastrar todo tipo de toxinas e impurezas del interior al exterior de nuestra piel. Una mascarilla con arcilla de color blanco es precisa para suplir éstas funciones.
Es calmante y antiinflamatoria: Si tienes una herida, sufres de dermatitis o alguna afección que te haya inflamado la piel, éste es el producto perfecto para calmar esas afecciones, desinflama y reduce el dolor instantáneamente. La arcilla de color amarillo es perfecta para generar éstos efectos. Funciona muy bien en pieles sensibles y ayuda también en el rejuvenecimiento de la piel.
Estimula el sistema inmunológico: Los minerales que contiene este producto a parte de nutrir nuestra piel, penetran en el torrente sanguíneo aportando micronutrientes esenciales para el adecuado funcionamiento de nuestro organismo. Ayuda en la producción de defensas naturales que contribuyen a reforzar nuestro sistema inmunológico. Todos los tipos de arcilla suplen está función, así que no dudes en ponerte una mascarilla de arcilla ahora.
Estimulante excepcional para el sistema circulatorio y linfático: La arcilla tiene una gran capacidad de proporcionar frío, lo cual ayuda a estimular la circulación y a purificar el sistema linfático, eliminando la retención de líquidos, la celulitis y la aparición de varices. Si quieres obtener éstos beneficios, la arcilla blanca y la verde son las indicadas por sus propiedades exfoliantes y antibacterianas que ayudan a limpiar de toda toxina el cuerpo.
Regenera los tejidos: Gracias a los minerales que posee le proporciona a las células nutrientes esenciales para cicatrizar, reproducir y regenerar los tejidos dañados de la piel. La arcilla roja y la amarilla son las perfectas para generar éste tipo de efecto.
¡Ojo! Hay que tener en cuenta que existen varios tipos de arcilla y cada una tiene propiedades diferentes, así que debes elegir la adecuada para vitalizar correctamente los tejidos de tu piel y de tu organismo.
Blanca: Sirve para exfoliar, tonificar y eliminar toxinas.
Amarilla: Rejuvenece, descongestiona y regenera la dermis. Es ideal para pieles sensibles.
Verde: Es antibacteriana, limpia a profundidad y equilibra los niveles de grasa. Es perfecta para pieles con tendencia acnéica.
Roja: Revitaliza y suaviza la piel. No se recomienda para pieles inflamadas o con acné.