La intimidad compete una parte importante de la salud.
En pleno siglo XXI y con los tabúes que aun existen entorno a la intimidad, especialmente la femenina, la verdad es que las relaciones íntimas son indispensables para las personas. Más allá del placer, estas involucran el autoconocimiento, la salud, la autoestima, entre otros ámbitos de los seres humanos.
Antes este panorama, aparece una incógnita de la constancia en la que se deben tener relaciones. Cabe aclarar que no es necesario tener una pareja para satisfacer las necesidades y equilibrar el bienestar que involucra la intimidad.
Por ejemplo, parte de autoconocimiento y la autoestima es explorarse a si mismas y saber que nos gusta como mujeres y que no.
La abstinencia podría causar bajas defensas, problemas en la seguridad de las mujeres, falta de autoconocimiento, ansiedad, estrés y problemas para conciliar el sueño.
Los prometas a nivel psicológico se pueden desarrollar ante la falta de producción de endorfinas y oxitocinas. Además, la falta de intimidad hace que no se produzcan cantidades importantes de cortisol, lo que implica un aumento de irritabilidad en las mujeres.
A nivel físico se puede presentar afecciones como dolor al momento del encuentro íntimo. Esto se debe a que la falta de actividad puede atrofiar los músculos y causar resequedad.