En ocasiones nos dejamos llevar tanto por nuestros impulsos y ganas que podemos llegar a lastimarnos o ponernos en riesgo.
En la sexualidad nunca se deja de experimentar en ese camino por encontrar lo que verdaderamente nos gusta o nos atrae. A medida que avanza el tiempo son más las alternativas que surgen para disfrutar de la sexualidad, fetiches y tendencias se apoderan del deseo del hombre.
Aunque existen personas que les gusta más la dinámica tradicional en este espacio tan íntimo, hay otras que encuentran la satisfacción en el dolor, en los juegos, en los juguetes o en lugares poco comunes para llegar a ese ‘clímax’.
Sin embargo, hay ocasiones en las que puede que nos dejemos llevar tanto por la emoción y por lo que sentimos en el momento que podemos estar poniendo en riesgo nuestra integridad y la de nuestra pareja. Lo que quiere decir que podrían ocurrir accidentes o lesiones.
De acuerdo con el experto en el tema, Alberto Gooding: “Hay estudios que demuestran que a veces nos dejamos llevar por la pasión y el deseo en nuestro afán de vivir un encuentro único y este remolino de emociones e imaginación puede hacer que, como los deportistas profesionales de alto nivel, acabemos lesionados”.
1. Moretones o chupones
Cuando se está en un momento de tanta excitación, en muchas ocasiones, por la adrenalina nos podemos caer, hacer posiciones arriesgadas, golpearnos con algo o que simplemente el otro con su boca, provoque lo que se conoce como un ‘chupón’.
Por lo anterior, la experta en salud, sexo y nutrición Gilbert Lenz: “prestar un poco de atención a tu entorno puede ayudar mucho a mejorar la seguridad y disminuir las lesiones”.
2. Tirones musculares
Este tipo de consecuencias dolorosas e incómodas aparecen usualmente cuando se hacen movimientos muy intensos o durante mucho tiempo porque en general se nos olvidan los límites de nuestro propio cuerpo, por lo que pueden llegar los esguinces o calambres.
3. Desgarres o lesiones de zonas íntimas
Se presenta cuando hay rasgaduras de los músculos o de los tejidos de la parte íntima de la mujer y ocurre cuando hay movimientos muy bruscos, poca lubricación y mucha fricción.
En el caso de los hombres, por mal movimiento también hay bastantes posibilidades de que su miembro se pueda doblar o hasta partir.